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Cesado por criticar el Estatut
General Mena: "ZP quiere convertir a España en un Estado Confederal"
El ex teniente general del Ejército de Tierra, José Mena Aguado, asegura que una legislatura más de Rodríguez Zapatero “hará inevitable la fractura de España, que se convertirá en un Estado Confederal no contemplado en la Constitución”. El militar, cesado en su destino por su discurso en la Pascua Militar de 2006, ha presentado hoy martes un libro ( Militares. Los límites del silencio”. Edición Personal ) en el que rompe el silencio mantenido durante este tiempo para reflexionar sobre el derrotero que, a su juicio, ha tomado la situación política.
El ex teniente general del Ejército de Tierra, José Mena Aguado, asegura que una legislatura más de Rodríguez Zapatero “hará inevitable la fractura de España, que se convertirá en un Estado Confederal no contemplado en la Constitución”. El militar, cesado en su destino como Jefe de la Fuerza Terrestre por su discurso en la Pascua Militar de 2006, actualmente retirado, ha presentado hoy martes un libro en el que rompe el silencio mantenido durante este tiempo para reflexionar sobre el derrotero que, a su juicio, que ha tomado la situación política.
Se declara demócrata convencido, para que no haya duda del significado de sus palabras. Aclara que, como cualquier ciudadano, ha pretendido analizar la personalidad política y humana de Rodríguez Zapatero, para llegar a la conclusión de que “no sé si miente o no miente, ni lo uno ni lo otro, o todas las cosas a la vez, lo cual no deja de ser inquietante en un presidente del Gobierno”.
Mena cree que Zapatero ha basado su estrategia en tres pilares, “el primero, anular al principal adversario político; el segundo, aliarse con los partidos manifiestamente antiespañoles para llevar a cabo su política, y en tercer lugar, culminar un proceso de paz con la banda terrorista ETA pretendiendo apuntarse en solitario un éxito de tanta resonancia que le asegurase su reelección”. El militar apunta que Rodríguez Zapatero persigue obtener mayoría absoluta en las elecciones del 9-M para poner en práctica durante una segunda legislatura lo que denomina “sus osadas ideas” que conducirían a un Estado Confederal.
Defiende que si durante este tiempo ha mantenido silencio es “para abordar con frialdad y una franqueza que hagan creíbles la objetividad que pretendo” a la hora de hacer público su examen de la situación, y acepta que sus palabras tendrán más eco que las de cualquier civil,
gracias a la resonancia mediática que tuvo el “caso Mena” y a su condición de teniente general ya retirado. Se declara “un ciudadano preocupado por la situación de su Patria, que quiere expresar libremente sus opiniones con la esperanza de que a más de un lector del libro
(“Militares. Los límites del silencio”. Edición Personal) le hagan reflexionar a la hora de aportar, con su voto, el granito de arena necesario para reconducir la deriva política que ha tomado España en la última legislatura”.
Alaba el “sentido de responsabilidad y la clara concepción del Estado” de los gobernantes socialistas de la época de Felipe González, de la que asegura carece Rodríguez Zapatero. José Mena afirma rotundo que el “efecto más nocivo” ha sido el intento de modificación de la organización territorial del Estado, iniciado con la aprobación del Estatuto de Cataluña. “Mientras que la política antiterrorista se puede reconducir, en cambio va a ser difícil y, en ocasiones imposible, rectificar muchos de los efectos nocivos del Estatuto catalán, denunciado por inconstitucional”.
Mena defiende la democracia plasmada en la Constitución Española, “fruto del obligado y engañoso consenso que se produjo en la Transición, y que dejo insatisfechas algunas reivindicaciones nacionalistas que ahora se pretenden desenterrar”. Subraya como “imprescindible una regeneración democrática de la política española en profundidad”, para lo que es necesario una nueva ley Electoral y la vuelta al consenso de la Transición. La responsabilidad de ello corresponde tanto a los partidos políticos mayoritarios como a los ciudadanos.
El militar no se decanta por partido político alguno, y llega a señalar que, desde su condición de militar retirado, puede decir en público que “estaría dispuesto a votar al PSOE si cambiase un rumbo que lleva a la ruptura de España”. Para mostrar su neutralidad partidista comenta que los militares no han sido bien tratados ni por Federico Trillo ni por José Bono.
Al responder porqué pronunció su polémico discurso en la Capitanía General de Sevilla en el que criticó el Estatuto de Cataluña, Mena reconoce que no comunicó el contenido del mismo a sus superiores, “porque no me lo habrían dejado pronunciar, pero mi opinión era conocida por todos y por el Consejo Superior del Ejército” (organismo consultivo que reúne a los tenientes generales del Ejército de Tierra en activo). Para dar fuerza a su argumento, desvela que en sus visitas a las unidades de la Fuerza Terrestre, con 30.000 hombres y mujeres bajo su mando, siempre escuchaba la misma preocupación entre los jefes y oficiales: “la deriva territorial y el Estatuto catalán”. Es su palabra contra la del ministro del Gobierno, para el que no existe malestar alguno en las Fuerzas Armadas por esta cuestión.