Ayer al mediodía, a eso de las dos y algo, vi a una chica guapísima en la parada del autobús. Pelazo castaño, bastante clarito y muy voluminoso y domado con una coleta alta, unas pocas pecas en la zona de la nariz y los pómulos, ojos marrones, piel muy blanca. Estaba sentada pero aún así se podía intuir un cuerpo bonito, frágil y pequeño, al estilo inglés. La chica de la que te enamoras. Nos sentamos juntos y empecé a mirarla disimuladamente y a pensar qué iba a decir, pq tenía que decir algo. Era preciosa. Por suerte para mí entró una señora musulmana con un carrito y un bebe y nos tuvimos que levantar de nuestros asientos pq estabamos en la zona de los bebés. Ahí empezamos a hablar y muy bien. Cuando llegó su parada me dijo que se bajaba y la dije que yo también, aunque mi parada estuviese aún a un kilómetro o así. Estuvimos un rato, no sé, quince minutos, hablando de temas estúpidos y de la ciudad y de dónde venimos y qué somos y todo ese rollo. Me dijo que se iba y que si la pasaba el fb. La di mi número de teléfono y la dije de quedar hoy por la mañana y dijo que sí.
Así llegué a casa y me tire más de media tarde y parte de la noche pensando en ella. Podía ser la chica, pensaba. Me suelo enamorar con la mirada y tengo la costumbre de pensar que cuando veo una chica así encajaremos bien, nos divertiremos y conectaremos o algo. Normalmente acierto.
Hoy por la mañana quedé con ella y no me equivoqué. Simpática, una persona como a mí me gusta, una persona con la que estar cómodo y disfrutar de su belleza. Hablaba mucho y me interrumpía mucho, pero incluso eso estaba bien. Pero todo cambió al poco tiempo. Me paso lo de siempre: descubrí que la chica no me aportaba nada que no me pudiese aportar otro cualquiera, el autobusero negro, el paquistaní de badulaque de la esquina o la cajera del Templars. No tenía conversación, o al menos no tenía una conversación que mereciera tener. Hablaba pero no hablaba. Me aburría, era lo de siempre, y no me veía capaz de abrirme con el tiempo ante ella. Necesito abrirme y no puedo, necesito compartir mis inquietudes y no tengo con quién. La historia de mi vida. Estuvimos paseando y mirando escaparates y de vez en cuando entrando a mirar ropa. Después de hora y pico nos despedimos y quedamos en llamarnos. Fue todo bien, pero en el fondo no fue bien. Normal es la palabra, como siempre. No la voy a llamar.
Y bueno, era un ejemplo introductorio a mí problema. Esto que me ha pasado me lleva pasando más de un año y es muy frustante. Veo chicas guapas, me lanzo y me rechazan, me lanzo y me wceptan y luego las rechazo yo. Tiendo a idealizar según el físico creyendo que luego por dentro será como yo o algo parecido, con sus inquietudes y sus cosas, como alguien interesante. Luego veo que son todas insutanciales y decido romper el contacto. No me dan nada que no pueda tener con cualquier otro, como si fueran todas iguales, vacías y ya. Yo no las quiero rechazar, yo las QUIERO, pero luego me aburren y es muy frustrante. Se lo he comentado a algunas personas y siempre me dicen que exijo demasiado, pero no lo creo. Conversaciones interesantes y nada más. No es mucho pedir, creo. Pero no hay nadie y últimamente pienso que voy a morir solo o, peor aún, envejecer solo. Tengo casi 23 y dicen que queda tiempo, pero cada día menos. Quiero tener a alguien con quién compartir lo bonito y lo intento y trato de tolerar y esperar a ver si surge algo, pero siempre me topo con paredes, paredes bonitas. Y para paredes ya están los amigos. Una pareja tiene que ser algo más.
Y eso, que no sé pq lo cuento. Normalmente escribo mis problemas y busco soluciones yo solo y luego los elimino, pero esta vez me veo en un callejón. A MV va, me digo, que igual alguien sabe. Yo, desde luego, no sé. Tragar, quizás.