El cadáver de la menor Cristina Martín, de 13 años, presentaba signos de violencia y ha sido localizado en una fábrica derruida situada en una zona de difícil acceso.
El cuerpo de la menor Cristina Martín, de 13 años, ha sido hallado en una antigua fábrica de yeso derruida, en una zona de difícil acceso en las inmediaciones de Seseña (Toledo), según fuentes de la investigación abierta por la Guardia Civil. El cadáver presentaba signos externos de violencia y los investigadores esperan la llegada de los equipos de criminalística. Antes, tendrán que actuar los integrantes del servicio de rescate en montaña, que serán los encargados de recuperar el cadáver, según un portavoz de la Comandancia de Toledo. La niña desapareció en la localidad de Seseña el pasado martes 30 de marzo, cuando fue vista por última vez, según informó el padre de la chica y confirmó al alcalde del municipio, Manuel Fuentes.
El cadáver ha sido localizado hacia las 12.30 en una zona conocida como La Veguilla, cerca de una cantera y una antigua fábrica de yeso, en la zona este de Seseña.El subdelegado del Gobierno en Toledo, Francisco Javier Corrochano, ha negado, en declaraciones a Efe, que de momento se haya practicado ninguna detención por la muerte de Cristina.
"Es un momento tristísimo si se confirma que se trata de Cristina. Para mí es muy doloroso porque además conozco a la familia desde que vino al municipio hace 14 años", ha destacado a EL PAÍS el alcalde, Manuel Fuentes (IU). La familia había organizado para las 15.00 una concentración para buscar a la menor por los alrededores de la localidad.
Resultado de la autopsia
Cristina Martín podría haber salvado la vida si hubiera recibido ayuda.- El cuerpo presentaba golpes en la cabeza y cortes.- Una herida en una muñeca, posible causa final del óbito.
Cristina Martín de la Sierra, de 13 años, murió desangrada en el pozo de la fábrica de yeso en que cayó, según los escasos datos de la autopsia al cadáver de la menor, practicada hoy en el Instituto Anatómico Forense de Toledo. Las investigaciones, que permanecen bajo un estricto secreto decretado por la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Illescas, apuntan a que la niña mantuvo el pasado martes 30 de marzo, día de su desaparición, una riña con otra menor de su instituto en las ruinas de la fábrica, durante la que habría recibido golpes que la hicieron caer al foso, de más de tres metros de profundidad. La herida que acabó con su vida por pérdida de sangre, sin recibir ayuda ninguna, pudo producirse durante la caída, según fuentes de la investigación que, no obstante, no descartan que la investigación abra otras hipótesis. El fallecimiento se produjo el mismo día de su desaparición.
La investigación está prácticamente cerrada y la Guardia Civil considera resuelto el caso. La autopsia ha revelado que el cuerpo de la menor presentaba numerosos golpes, algunos de ellos en la cabeza, y cortes, uno de ellos profundo en una muñeca por el que probablemente la joven acabó muriendo. Las fuentes indican que ninguno de ellos habría producido necesariamente la muerte de la menor en caso de que esta hubiera recibido algún tipo de ayuda. También apuntan a que Cristina Martín habría llegado en estado de inconsciencia al fondo del foso de la fábrica abandonada.
Golpes "muy fuertes"
Queda por determinar si ese corte fue durante la pelea con su compañera de instituto, menor de edad como la fallecida, o si este se produjo mientras Cristina Martín intentaba evitar la caída. Es decir, si la herida fue provocada con algún tipo de objeto cortante o bien por lascas de piedra, ladrillo o cemento presentes en la zona. Lo que los investigadores apuntan es que la menor recibió golpes "muy fuertes" durante la riña y barajan que la agresora pudiera haber usado algún tipo de objeto contundente, posiblemente un madero.
Ayer, la Guardia Civil detuvo a una menor de 14 años en relación con el caso. El fiscal pedirá previsiblemente una medida cautelar de internamiento en un centro de menores para ella, según han informado fuentes jurídicas.
La joven fallecida será enterrada a la una de la tarde de mañana. Antes se le hará una misa en la iglesia de Seseña. Mañana será el segundo día de luto decretado por el Ayuntamiento por el fallecimiento de Cristina. "Todo el mundo está contando de todo". Frente al tanatorio, rodeado de cámaras, el alcalde de Seseña, Manuel Fuentes, pedía hace unas horas prudencia para evitar "una caza de brujas". Familiares y amigos pasan desde las tres de la tarde a la sala donde la familia vela el cadáver de Cristina Martín. Al otro lado, vecinos del pueblo hacen cábalas. Sobre la nacionalidad de la agresora, sobre los motivos, sobre cómo ocurrió... Por eso el alcalde pide prudencia, porque el nombre de la detenida no se conoce oficialmente y no quiere problemas.
Gonzalo Donas, padre de una amiga de la menor muerta, se para junto a los muros del cementerio. Es uno de los hombres a los que Francisco, el padre de Cristina, citó expresamente ayer en el Ayuntamiento para darle las gracias por la ayuda durante los primeros días. "Lo que hemos hecho ha sido buscar y buscar", cuenta. El mismo martes, horas después de la desaparición, inició una batida con el hermano de la menor y con el padre de otro amigo de la niña, Fernando Castro. En el pueblo ya circula el nombre de una culpable. A Gonzalo le ha llegado por su hijo mayor; alguien le llamó esta mañana para contárselo. Pero dice que su hija no la conoce de nada. Respecto a posibles peleas entre niños, dice que en Seseña "es habitual, como en cualquier otro sitio, pero de esto a lo que ha pasado es demasiado". "No nos esperábamos que mataran a nadie". A su casa llamaron hace dos sábados, según el hombre, para decir que alguien había quedado para pegarle a su hija. "Luego vimos que era mentira, pero ahora pienso que podía haber sido mi hija en lugar de Cristina".
Luego sale por la verja del tanatorio Fernando Castro, que también colaboró en la búsqueda. Es padre de un amigo de Cristina. "La conozco desde que estaba en parvulitos", cuenta. "Miramos tres veces en el sitio donde la han encontrado y no vimos nada", asegura. No quiere hablar de rumores ni de nombres. "Prefiero ni escuchar, está todo el mundo muy caliente". Le preocupa lo que pueda pasar: "Como se sepa, la que se va a liar es chica...".