#89 Hace tiempo que con los sucesos actuales vengo dándole vueltas a este tema. Es complejo.
La cuestión es que la violencia es una forma legítima de defensa en última instancia. En un Estado de Derecho se delimita el uso de la violencia a las fuerzas de seguridad, porque entendemos que no es necesario defenderse violentamente de nadie cuando existen unas leyes por las que jueces y policías garantizan que se respete ese orden.
Es decir, si descubro que el alcalde de mi pueblo está robando dinero público, yo renuncio a tirar abajo la puerta de su casa, pegarle una paliza y llevarme sus objetos de valor para compensar lo robado, porque habrá un juez que le condene a devolver el dinero y le envíe a prisión para que espabile.
El problema es que cada día está más claro que los poderosos no aceptan las normas del juego cuando les afectan a ellos, y a la gente se le empieza a acabar la paciencia. Y si se hacen trampas, se presiona a jueces, se utiliza a fiscales, se indulta a condenados, etc. el acuerdo queda invalidado y la defensa violenta queda legitimada.
Y la culpa no será de los que le revienten la cabeza al próximo alcalde que se escaquee con dinero público en Suiza.