DE MANIRROTOS A ROÑOSOS
Serie Aves Carroñeras: "El Buitre bicéfalo hispánicus"
España entera, con un Zapatero sonriente en cabeza de la manifestación, anda mendigando pasta por toda Europa con menos éxito que una show-girl en Chueca. Porque los europeos no se fían de nosotros. Nunca se han fiado. Y como no podemos hacer lo que hemos hecho tras otras juergas flamencas, devaluar la sufridísima y entrañable pesetita, tendremos que sacar euros de algún sitio. Pero está eso ahora mismo más difícil que cagar haciendo el pino.
A mentalidades como las de los españoles, el Euro les viene grande. De hecho, Europa se propone echarnos de la Unión Monetaria como si escupieran una almendra amarga. A pesar de que nos han estado regalando dinero a espuertas durante todos los años aznarianos, los españoles aprovechamos la llegada del Euro para subirle el precio hasta a los pedos, como bien han comprobado en sus carnes los lectores, provocando una inflación galopante —mucho mayor que la confesada por todos los gobiernos de turno— que dio como fruto que el dinero, con un Euribor a medida de los países europeos serios, como Alemania o Francia, fuera casi regalado: cuanto más pedía uno prestado, más ganaba con la inflación. ¡Y encima, nuestras inversiones subían de valor cada día! Y así llegamos, entre todos, a deber la friolera de 1.680.000 millones de euros al exterior —sí, sí, no sobran ceros, 1,68 billones—: la mitad de ellos, los bancos y cajas en forma de emisiones de deuda para financiar hipotecas y consumo hollywoodiano; el resto, repartido entre la Administración y las empresas españolas.
Ahora llega la dolorosa: hay que devolver lo que debemos, porque los europeos no nos renuevan los créditos, que demasiado les hemos tomado el pelo ya, y apenas pueden con lo que tienen. Eso es lo que les sucede a los bancos: que les vencen las emisiones de deuda y los europeos no se las refinancian ni emborrachándolos con Fino La Ina y llevándolos de putas.
Pero —¡Hale-hop, Zapatero al rescate!— para eso está el Estado: Para empeñarnos a todos hasta las trancas y comprarle deuda tóxica a los bancos, para que así estos puedan devolver su púa con Europa. Por eso hay tantas coincidencias de numeritos: a la Banca le vencen 200.000 millones de euros este año 2009. ¿Y qué hace Zapatero? Pues avisar a bombo y platillo que va a emitir deuda del Estado por ese preciso importe, 200.000 millones, que es lo que nos costará el taparrabos tarzanesco para cubrirles el ojete a los banqueros. Eso sí, para que nos traguemos la rueda de molino, nos pone gaseosa: cuenta el muy sinvergüenza que ese dinero servirá para abrir líneas de crédito a empresas y familias. Pero no es así, como dejó clarísimo el Consejero Delegado del Banco de Sabadell hace un par de dias. Pues ahora el mamón del diputado Herrera finge que se escandaliza porque el dinero no fluya "aguas abajo", y quiere que los banqueros vayan a declarar al Congreso. Y digo yo: ¿No sería mejor que los banqueros, Zapatero y el propio Herrera fueran los que fluyeran aguas abajo?
¿Yqué decir de los bancos? Pues que podían cerrar todos mañana mismo, y ni nos íbamos a enterar. Porque no nos sirven a los españoles para nada: Hasta que no se vuelva a obtener liquidez en el mercado internacional, todo el dinero del “rescate bancario” —¿pero cómo se nos ocurre rescatar a nuestro peor enemigo, ahora que lo habían secuestrado?— irá destinado a hacer frente a los vencimientos de su propia deuda, así que la banca seguirá cerrando líneas de crédito a las empresas y embargando pisos, porque la morosidad —que es a lo único que teme el sistema financiero— se ha cuadruplicado en un año y aún se doblará otra vez para finales del 2009. Eso sí: ahora los bancos nos embargan nuestros pisitos mucho más tranquilos, gracias a que el Estado les ha refinanciado su propio débito.
Esta transferencia de deuda de la Banca al Estado, y no un exceso de tripis de unos economistas alucinados, ha sido la causa de la recalificación de S&P de España, desde una AAA a una AA+. Y que sepáis que eso representará 11.000 millones más en pago de intereses por la deuda del Estado en los próximos años. ¡Que no es gratis, que la deuda del Estado es nuestra deuda colectiva! Como Hacienda somos todos, el incremento por la prima de riesgo representará unos 600 euros por cada contribuyente español, que tendrá que pagarlos como sea: con alzas de impuestos y tasas o a base de multas de tráfico. No importa. Pero el dinero ha de salir de los bolsillos de los españoles, aunque sea desvalijándoles el hogar o embargándoles los sueldos.
Tal y como está el caldo, los bancos y cajas pequeños están a la cuarta pregunta, y no tienen más remedio que dejarse absorber —fusionarse le llaman a eso— por los grandes, que aprovecharán la ocasión para ganar mucha pasta comprando activos e inmuebles a precio de ganga. Por ejemplo, el santanderino Botín está embargando activos de morosos, pero también comprando a precio de saldo los créditos hipotecarios de los bancos chicos y —jugada de maestro gitano— acaba de ofrecer a todos sus empleados (unos 26.000) que compren esos inmuebles en condiciones preferentes de precio y crédito hipotecario. Y que, si lo prefieren, se conviertan en intermediarios, llevándole al Banco de Santander clientes prime para esos inmuebles... ¡Que un ingreso extra nunca viene mal! Y no le criticamos, oiga. Que haga de su capa un sayo, si resuelve parte del problema. La única consecuencia será una bajada aún más rápida del precio de los pisitos, claro. Porque lo que Botín le está haciendo al sector del ladrillo se llama dumping (to place goods on the market in large quantities and at a low price). Lo que le faltaba para darle la puntilla.
Las grandes empresas, que están hasta los cojones de la Banca, están emitiendo su propia deuda con alto interés para cazar su cuota parte del dinero que huye de la Bolsa —de los madoffs, de los lehmans y de los banifs— como de la peste bubónica. Y les está yendo bien a esas empresas, porque los españoles confían más en Telefónica que en Zapatero. La última emisión de deuda de Telefónica —de 2.000 millones de eurazos— se ha cubierto en hora y media, desde las 9:30 de la mañana a las 11, y hubo demanda de hasta 7.000 millones.
Así que los españolitos de a pie nos encontramos en la situación de que nuestro patrimonio ha menguado más de un 20%, de media. Eso sin contar con que nuestro pisito vale hoy en el mercado un 25% menos de lo que valía hace un año; ni con que apenas nos llega para pagar la hipoteca, ahora que uno de los miembros de nuestra familia se ha quedado sin trabajo. Y a pesar de que no consumimos más que productos de marca blanca; de que no vamos al bar más que a ver el partido del Plus, porque nos hemos dado de baja del satélite y de que vestimos con la misma ropa del año pasado, que parece que acabemos de salir de una foto familiar, no podemos evitar esa cara de acojono que llevamos siempre puesta, porque sabemos que nos hemos pasado de frenada en esta Gran Fiesta del Euro, y que nos van a joder bien jodidos estos hijos de puta, todos juntos, pasándonos por la piedra uno tras otro como a una colegiala en un gang-bang de moteros madmaxianos.
La respuesta a todos nuestros problemas pasa por tomar decisiones drásticas. La primera de todas, es levantar bien alto el mentón y exigir nuestra libertad política a esta banda de corruptos que nos gobiernan y nos legislan. La segunda, por si no nos hacen caso, es afilar bien todos los cuchillos grandes de la cocina. ¡Y que no sea para cortarnos las venas, joder!