La universidad debería centrarse en darte los conocimientos y experiencia necesarios para ser un buen profesional en el campo avanzado que has elegido aprender y poder ganarte la vida con ello. Todo lo demás es inútil.
Y no me vengáis con la chorrada de que hay gente que se mete a la universidad como hobby, porque debe ser un porcentaje ridículo. Solo me imagino a un jubilado yendo a la universidad con ese fin, porque a ver quien es el guapo que compagina trabajo y horas y horas de clases de asistencia obligatoria en horarios pésimos si juntas vida laboral con estudio. Con un hobby más típico sueles tener control de tu tiempo, pero en la universidad el tiempo te lo marcan los profesores, y eso genera incompatibilidades insalvables.
Carreras como medicina y enfermería, por ejemplo, hacen esto bien: te aportan conocimientos y además te enseñan a ser un buen profesional mediante las asignaturas de prácticas anuales, de modo que salen de la carrera y les cuesta poco adaptarse al ritmo laboral de su campo. En carreras como la mía, de ciencias puras, sales y eres un puto cero a la izquierda que necesita que le enseñen CASI TODO. En las prácticas de empresa me di cuenta de que tantos años de esfuerzo no me cundían y me pregunté por qué no recibí ese golpe de realidad antes.
Y no, tampoco me vengáis con que debería ampliar conocimientos por mí mismo, porque ya lo hago, y como dice Tabris lo peor es que entre que hay que meterse en la cabeza una cantidad brutal de materia y que el conocimiento extra adquirido no te sirve para aprobar los exámenes, lo cual es una prioridad dado el tiempo y dinero invertido en la universidad, pues la cosa va fina.
En resumen. Si fuera un aspirante a nini todo esto me lo pelaría. Disfrutaría lo poco que me queda de universidad y ale, luego a hacer otra cosa. El problema es que quise mezclar ciencia con proyección laboral y la hostia que me puedo pegar en España es brutal, tan brutal que estoy desencantado.
Falta talento, claro, porque el sistema ya se encarga de reventarlo.