Qué es el apego
El apego es resultado de un fenómeno dinámico de interacción entre el recién nacido y otra persona que cumple el rol de cuidador principal. Es común que los niños pequeños se apeguen a aquellos adultos receptivos y sensibles, que permanecen a su lado por mucho tiempo. El vínculo de apego se va regulando a lo largo de la vida, aunque el periodo más crítico es la infancia, donde se formarán las creencias sobre el propio autoconcepto, cómo son nuestras figuras de apego o qué podemos esperar, o qué creemos merecer, de los demás.
Dentro de los tipos de apego inseguro, se clasifican por ansioso, evitativo y desorganizado.
Apego ansioso
El apego ansioso se caracteriza por la necesidad constante de contacto y está relacionado con las experiencias vividas en la infancia respecto a nuestras figuras de cuidado. Probablemente eran figuras que expresaban afecto pero que tenían una forma de actuar poco predecible, por lo que las personas que experimentan apego ansioso, priorizan las sensaciones corporales. Las características que se dan en estas personas son:
- Dan gran prioridad a las emociones ya que estas les sirven de guía.
- Además, sus relaciones están marcadas por una gran necesidad de aprobación.
- Temen un posible abandono ante cualquier cambio de comportamiento de su pareja, sus amigos o familia.
- Sienten un miedo exacerbado ante las separaciones.
- Tienen serias dificultades para confiar en los demás.
- Experimentan dependencia emocional.
Apego evitativo
En el caso del apego evitativo, tiende a ocurrir en niños que no experimentan respuestas sensibles a sus necesidades. Los progenitores de niños con un vínculo de evitación tienden a no estar emocionalmente disponibles o no responder a ellos la mayor parte del tiempo. Ignoran las necesidades de sus hijos y pueden rechazarlo especialmente cuando su hijo está herido o enfermo. Estos padres también rechazan el llanto del bebé y fomentan la independencia prematura en sus hijos.
En respuesta, el niño aprende temprano en la vida a reprimir el deseo natural de buscar a un padre o madre para que lo consuele cuando está asustado, angustiado o con dolor. Estos niños aprenden que reconocer y mostrar angustia conduce al rechazo o al castigo. Al no llorar o expresar abiertamente sus sentimientos, a menudo pueden satisfacer parcialmente al menos una de sus necesidades de apego, la de permanecer físicamente cerca de sus cuidadores.
Desarrollar un estilo de apego evitativo en la niñez puede llevar a dificultades para formar relaciones cercanas en la adultez. Los niños con un estilo de apego evitativo de adultos pueden volverse muy independientes, tanto física como emocionalmente. Y pueden desarrollar miedo al compromiso. Cumplen ciertas características:
- Evita la cercanía emocional en las relaciones
- Sienten que sus parejas son empalagosas cuando simplemente quieren acercarse emocionalmente
- Se retrae y afronta situaciones difíciles solo
- Reprime las emociones
- Evita quejarse, prefiriendo enfurruñarse o insinuar lo que le ha molestado
- Teme el rechazo
- Tiene un fuerte sentido de independencia
Apego desorganizado
En este estilo de apego, el menor se cría en un ambiente hostil, caracterizado por la agresividad y la amenaza, la falta de respeto, un maltrato físico y psicológico. Es una experiencia sostenida en el tiempo que provoca un gran desequilibrio en el niño/a. El niño/a se convierte en víctima. Al mismo tiempo, al ser una persona absolutamente dependiente, necesita acercarse a la persona cuidadora a pesar de ser consciente de que le van a hacer daño.
En consecuencia, las características que suelen definir a un niño con este estilo de apego son las siguientes:
- Miedo hacia la persona cuidadora
- Miedo a explorar su entorno: por temor a que los hieran o a cometer errores por los que puedan ser castigados.
- Disociación: pérdida de contacto con la realidad, desarrollada como mecanismo de defensa para evitar el dolor.
- Hipervigilancia: desarrolla una alerta constante para evitar las agresiones o situaciones amenazantes.
- Trastornos cognitivos: son frecuentes los déficits de atención, memoria y concentración, estrés postraumático, expresión verbal pobre…
- Baja autoestima: son niños con sentimiento de culpa, que creen merecer los castigos que reciben.
- Si consideramos el apego como un continuo, el apego desorganizado se sitúa en el polo opuesto del apego seguro.
Consecuencias de un apego desorganizado en la vida adulta
En la vida adulta se produce el reflejo del estilo de apego vivido en la infancia. Son personas que suelen tener dificultad para identificar las emociones de los demás, que pueden vivir convencidas de que han sido y siguen siendo malas personas que merecieron ese trato.
Igualmente, basándose en su experiencia, pueden normalizar la agresividad y la violencia las relaciones entre personas, en la creencia de que tarde o temprano ellas mismas van a ser agredidos. De esta forma, se les hace más difícil establecer relaciones íntimas de calidad.
En suma, nos encontramos con personas nada empáticas ni respetuosas con sus semejantes (jamás tuvieron un modelo de respeto ni recibieron un trato así), que no comprenden sus obligaciones ni derechos dentro de la sociedad. Son proclives a trastornos emocionales como la depresión y ansiedad y adicciones a las que recurren para afrontar su mala experiencia infantil.
¿ Y como es tener un apego seguro?
Forman parte de la categoría de apego seguro a los niños que han tenido la oportunidad de experimentar una relación cálida y acogedora con su cuidador. El resultado de este tipo de interacción es la construcción, por parte del niño, de una representación de sí mismo como de un individuo digno de cuidados amorosos, que podrá acercarse al propio cuidador en los momentos de dificultad, considerándolo como una base segura a la que recurrir para un "abastecimiento emocional". El otro significativo, en este caso, será representado en la mente del niño como una persona emocionalmente disponible en los momentos de dificultad y dispuesto a reconocerlo como ser único, especial al que ofrecer cuidados y consuelo. Estas representaciones, construidas en las primeras interacciones, se generalizarán posteriormente hacia el exterior, permitiendo al niño crear una expectativa del mundo que lo rodea como un lugar donde las personas puedan estar dispuestas a ayudarle en los momentos de dificultad a lo largo de su vida.
Por lo tanto, podemos definir el apego seguro como una organización conductual y relacional en la que hay un equilibrio adecuado entre la exploración del medio ambiente y el apego a los padres, es decir, entre independencia/autonomía y dependencia
Características típicas de las personas con este tipo de apego:
- Tener mayor autoestima y una percepción positiva de sí mismo y el mundo.
- No les incomoda la intimidad ni la proximidad con otras personas.
- Mayor cohesión familiar en las personas adultas.
- No temen el abandono.
- Capacidad para regular sus emociones.
- Aceptan las emociones negativas.
Finalidad del hilo
La idea es primero, traer información para que algunas personas que no saben por qué se comportan de cierta manera puedan reconocer patrones y saber que existen razones detrás de las mismas. Por otro lado, para quien ya supiera que lo parece, sería adecuado poder hablar de las experiencias personales: Qué tipo de apego sufrimos o hemos sufrido, por qué creemos que ocurrió, cuando te diste cuenta, cómo ha afectado y como se ha lidiado con él.
Del mismo modo, creo que será de mucha ayuda para aquellas personas que estén sufriendo por estos motivos y vean como otros usuarios han conseguido afrontarlo, superarlo y mejorar su calidad de vida.
EDIT: Añadido a petición de #4 información adicional