La extrema derecha, ha alertado este miércoles el Ayuntamiento de Barcelona, está tomando fuerza en la ciudad. "Nos preocupa este fenómeno creciente", ha apuntado el teniente de alcalde de Derechos Ciudadanos, Jaume Asens. Ha hecho esta afirmación durante una comparecencia para valorar la orden de alejamiento que ha dictado esta semana el juzgado de Instrucción número 21 de Barcelona contra siete miembros de Democracia Nacional (DN) –partido político de extrema derecha– respecto de la nueva y polémica mezquita de la calle Japó de Nou Barris. El juez ha tomado esta decisión después de que la Fiscalía les denunciara por boicotearla durante un año con pintadas y bloqueos de su puerta y por alentar el odio contra la comunidad islámica entre los vecinos.
Asens, que ha anunciado que el Ayuntamiento se ha personado como acusación popular en esta causa, ha señalado que el de la mezquita no es el único episodio que ha protagonizado la extrema derecha en los últimos meses y ha citado otros como el del Ateneu Popular de Sarrià, que en marzo amaneció un día calcinado y con esvásticas y símbolos fascistas pintados. También ha mencionado los altercados ocasionados por pequeños grupos con esta ideología en las últimas manifestaciones en Barcelona por la unidad de España.
"El crecimiento de la extrema derecha no es un fenómeno que afecte solo a Barcelona, sino a toda Europa", ha apuntado, por su parte, a 20minutos.es Francesc Núñez, sociólogo y profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Núñez ha atribuído la expansión de esta ideología, sobre todo, a la "inseguridad" que genera el "aumento de la inmigración y la interculturalidad". "Existe una desorientación frente a la pluralización de las sociedades contemporáneas, lo que causa malestar con los de fuera, con los que no comparten nuestros propios mitos", ha dicho.
Ha afirmado, asimismo, que "el 'procés' ha hecho que los grupos de extrema derecha se envalentonen". "Han visto que han salido a la calle y no ha pasado nada, que determinadas fuerzas políticas les han dado cierta cobertura, y cuando a la gente le dan 'likes' se crece", ha señalado.
En cuanto a los atentados islamistas, ha considerado que no están entre las principales causas del fenómeno, porque "el flujo constante de información en la sociedad actual hace que las cosas pasen muy rápido y que tengamos una gran capacidad de olvido".
Menos oposición a la mezquita
Respecto al entorno de la mezquita de la calle Japó, la comisionada de Inmigración, Lola López, ha explicado que todavía quedan "una veintena" de vecinos que apoyan las ideas de Democracia Nacional. Sin embargo, ha señalado que la situación ha mejorado gracias al trabajo allí de Ayuntamiento y entidades contra la islamofobia, pues al principio los contrarios al oratorio eran "un centenar", que durante un año protagonizaron caceroladas y otros actos de protesta diarios.
Por su parte, Asens ha denunciado que los miembros de DN, algunos "con antecedentes", se dedicaron a "atizar los sentimientos de odio hacia los vecinos musulmanes" del barrio y ha querido dar un "mensaje de tranquilidad" a estos ciudadanos. "Estamos más cerca que nunca de terminar con este foco de intolerancia", ha dicho.
También ha contado que el Consistorio pidió al fiscal de delitos de odio la orden de alejamiento de los miembros de DN y ha destacado que esta "no tiene limitación temporal" y estará vigente hasta que haya una sentencia firme.
Un año de intimidación
La mezquita de la calle Japó, con capacidad para unas 85 personas, abrió en abril pero un año antes ya empezaron las protestas vecinales diarias contra este oratorio. Estas estuvieron acompañadas de actos de intimidación a la comunidad musulmana por parte de miembros de la ultraderecha.
Está claro que en general la extrema derecha está creciendo día a día en toda europa en base a el oído hacia el inmigrante. Creo que se debería empezar a buscar las cosquillas a aquellos partidos que den un discurso de odio hacia otras personas.