FAD propone revisar Plan Nacional sobre Drogas

PUTO_JEFE

#30 Igual donde tu vives, el estado no cobra una serie de impuestos, por cierto, bastante altos... los cuales van a parar al estado. Pero aqui, en donde yo vivo, los cobran, lo que hacen que el precio de la bebida/tabaco, suba bastante
Y bueno, como hoy en dia, cualquiera puede montar un estanco ¿A que si ?

J

#24
Con el problema de la prostitucion, me refiero a que hay mujeres secuestradas obligadas a prostituirse, y que hay que acabar con ese problema y liberarlas, regular su oficio y acabar con las mafias.

No estoy en contra de que prohiban a la gente irse de putas, me parece un poco triste pero es respetable, si las dos partes estan de acuerdo y lo hacen libremente.

D10X

#31 ... en fin ... esto es lo que has dicho:

Por lo que leo, varios de vosotros pensais que una posible solución, sería que el estado comprase fardos de 30kg de cocaína/marihuana/droJa y la optimizaran (Añadiendo cola-cao, off course) para que el propio estado la vendiese y sacar dinero.

Si dices una cosa, no me rebatas con algo que no tiene nada que ver con lo que has dicho, porque es ridiculo. Claro que saca dinero de los impuestos ... pero consiguen dinero hasta cuando compro condones ... es mas ... si una parte de los impuestas va a la iglesia ... resulta que comprando condones pagamos a la iglesia ... por lo tanto ... La iglesia vende condones.

#32 Solo tenias que leer el primer parrafo que he puesto.

D

Y dice la nota de prensa:

"Según se recoge en el texto de análisis “La visión de la FAD”, los principales cambios que se han
producido en los últimos años y las consideraciones necesarias para el establecimiento de
nuevas estrategias son:

Siempre va a haber drogas. Las drogas no van a desaparecer totalmente y por ello debemos aprender a convivir con ellas, lo que en modo alguno significa su aceptación. Los consumos de drogas siempre entrañan riesgos.

El conocimiento de los riesgos no es lo único determinante. Los consumidores son conscientes de los riesgos, pero éstos se ven matizados por las expectativas de determinados beneficios, por imaginarios que pudieran parecer. De hecho, según las últimas investigaciones de la FAD, el mayor riesgo que los jóvenes temen en relación con los consumos es el riesgo de la exclusión; y ese riesgo se deriva no de consumir sino de no hacerlo. Al margen de los diferentes problemas que pueden generar los consumos de drogas, no hay que olvidar que existen determinados aspectos de funcionalidad y utilidad para quienes realizan dichos consumos.

No se pueden equiparar todos los consumos. No todos los consumos son iguales. No es lo mismo un consumo habitual que otro esporádico y experimental. Hay sujetos más vulnerables que otros y los riesgos están también matizados por su finalidad y por los contextos en que se producen.

No se pueden equiparar todas las sustancias. No todas las sustancias son iguales. Todas entrañan algunos riesgos, pero hay unas que son más peligrosas que otras. No hay que incurrir en el voluntarismo preventivo de situar todo en el máximo nivel de amenaza.

Consumir no es igual que tener problemas. No hay que magnificar las cifras de consumo. Los porcentajes de consumidores no pueden utilizarse como único indicador para la cuantificación de problemas y de la posible conflictividad. No son más que un indicador estadístico que debe completarse con otros muchos (patrones de uso, ritualización, sentido de los consumos…)

Consumir es una decisión personal, pero no para el adicto. Consumir o no consumir está fundamentalmente relacionado con el ámbito ético y de discrecionalidad de las personas, no con razones biológicas, que solo son especialmente relevantes en el caso de las adicciones.

Los problemas no son sólo sanitarios. Los efectos en el ámbito sanitario solo son una parte de los posibles problemas. Las principales consecuencias se dan en el ámbito de lo social: problemas en la formación y educación, problemas de socialización e integración, accidentes, violencia, etc.

El estatus legal no altera la condición de drogas, pero aconseja un tratamiento diferenciado. Estratégicamente no puede darse el mismo tratamiento a las sustancias legales y a las ilegales. La sociedad, por ejemplo, tiene dificultades para aceptar que el alcohol sea tratado como una droga más, aunque técnicamente lo sea y sus efectos y consecuencias sean especialmente graves. Los mismos objetivos de prevención deben tratarse de forma diferente.

Los objetivos de las intervenciones deben ser realistas (y eso no supone ninguna renuncia). Debemos revisar los modelos preventivos. El objetivo de la abstinencia total no debe ser excluyente y la prevención debe plantearse de forma compatible con algún tipo de consumo. Que se consuma menos, que el inicio se produzca más tarde, que se prolongue durante menos tiempo, que se haga con menos riesgo, que tenga menos importancia en la vida de las personas, etc., también deben ser objetivos preventivos.

Los jóvenes no son los únicos que consumen (y no son tan diferentes). La percepción de los jóvenes no es diferente a la de los adultos. Es una percepción ambigua y ambivalente que se mueve desde el rechazo teórico y genérico a la comprensión y tolerancia (no es para tanto) de determinados consumos en situaciones concretas."

Ahora sólo falta que actúen en consecuencia.

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