El rey Felipe inicia su polémica visita a Arabia Saudí, dos veces aplazada
A la tercera va la vencida. Tras haber suspendido en dos ocasiones el viaje en febrero y noviembre pasados —la primera supuestamente por estar el Gobierno en funciones y la segunda por el fallecimiento de un hermano del rey Salman—, Felipe VI aterrizó a las 19.10 de este sábado (dos horas menos en Madrid) en el aeropuerto Rey Khaled de Riad. El objetivo de la visita es asegurar la continuidad de las estrechas relaciones entre las casas reales de los dos países, cultivadas por su padre el rey Juan Carlos con el ya fallecido monarca Abdulá, y servir de paraguas para las empresas españolas, que han encontrado en esta petromonarquía, pese a los problemas presupuestarios que le ha generado la caída del precio del crudo, un nuevo El Dorado, con obras tan emblemáticas como el AVE a La Meca o el metro de Riad.
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Se trata de un viaje de alto riesgo político, por las críticas de la oposición a la sintonía con un régimen campeón en la aplicación de la pena de muerte (más de 350 ejecuciones en los últimos tres años), la discriminación de la mujer o la persecución de disidentes como el bloguero Raif Badawi, condenado a mil latigazos y 10 años de cárcel por “insultar al Islam”. Dastis se comprometió el miércoles en el Senado a “evocar” el asunto en las conversaciones con las autoridades saudíes durante la visita del Rey. “Que la situación en Arabia Saudí no es satisfactoria en derechos humanos ustedes lo han dicho y yo lo comparto”, dijo el ministro, quien añadió que se han producido algunas mejoras y que España actuará de manera “constructiva”.
La visita del Rey pone la alfombra para confirmar la mayor exportación de la historia de la industria militar española: la venta de cinco corbetas por más de 2.000 millones de euros. El contrato está acordado desde hace más de un año con la empresa pública Navantia, que ha iniciado los trabajos preparatorios, pero está pendiente de la imprescindible ratificación de la parte saudí, que hasta ahora no ha encontrado el momento oportuno para firmarlo. La venta, que generará 2.000 empleos en los astilleros de Ferrol y San Fernando durante cinco años, ha sido denunciada por organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional, que recuerdan que la intervención militar de Arabia Saudí en Yemen, que incluye un bloqueo naval, ha causado ya más de 7.000 víctimas, la mitad de ellas civiles. Es difícil que las corbetas lleguen a tiempo para actuar en la guerra de Yemen: está previsto que la primera se entregue en 35 meses y las restantes cada cinco meses. Lo que sí es de uso inmediato son los 70 millones de euros en proyectiles de artillería y munición que España vendió a Arabia Saudí en el primer semestre del año pasado.
http://politica.elpais.com/politica/2017/01/14/actualidad/1484417188_458823.html
Básicamente el artículo es sobre la visita del Rey, ¿que opinión os merece?
Bajo mi punto de vista, se expresa el cinismo actual de lo que es occidente, existen unos derechos humanos que se hacen valer para según que países y de pretexto para determinadas sanciones, agresiones o medidas de cualquier índole, todo ello de manera arbitraria que acaba generando una especie de "hipocresía del gobernante",
Esta hipocresía o cinismo, le afecta a todo tipo de dirigente, ya que el mismo no tiene poder sobre lo que negocia, y le afecta desde al borbón hasta al Kichi en Cádiz (http://www.lamarea.com/2016/02/23/pan-o-ideologia-podemos-e-iu-tambien-apoyan-la-venta-de-barcos-de-guerra-a-arabia-saudi/) y pone de relieve que la democracia estará supeditada a la economía.
Y claro, todo esto pasa en medio de una campaña mediática contra Rusia, es interesante, que se manipule la verdad en ambos sentidos pero de maneras diferentes, vender armamento a Arabia Saudi (que patrocina el terrorismo) es un mal menor pero que debemos asumir porque es un socio comercial con dinero, entenderlo como un país exótico es la clave (exótico en su represión, AS o Qatar o Emiratos Árabes no le tienes miedo) obviando así que es una monarquía salafista absolutusta que se folla los derechos humanos como quiere y cuando quiere; sin embargo, Rusia, Corea del Norte o Venezuela, a pesar de ser socios comerciales (en caso de Rusia asumimos unas sanciones que a España más bien le perjudica) debemos tener recelos, miedo y ser perfectamente conscientes de la represión allí sufrida por sus ciudadanos, dándoles altavoces para que así puedan expresarse (en el caso de Corea la buena no se da, pero si en determinados paises Latinos).
Conclusión es que a al gente le importa realmente dos mierdas esta manipulación, quieren trabajo, pero la opinión ahí queda y la mentalidad de masa se asienta.
