La Comisión de Igualdad del Congreso ha aprobado una Proposición no de Ley, registrada por el Grupo Socialista y con el único voto en contra del Grupo Popular, por la que se solicita al Gobierno que «elabore e impulse protocolos de juegos no sexistas para que se implanten y desarrollen en los espacios de juego reglado y no reglado en los colegios públicos y concertados de Educación Primaria, en colaboración con las comunidades autónomas». Esta última coletilla se añadió al texto inicial a raíz de una enmienda de CiU.
En lenguaje llano lo que se pretende es controlar los juegos de los escolares más pequeños en el patio, especialmente durante los recreos. Es decir, impedir, llegado el caso, que una niña pueda divertirse con una muñeca; prohibir que un chiquillo se entretenga pateando un balón; o decidir que el tradicional «polis y cacos» es demasiado violento y sexista y desterrarlo.
Desde el punto de vista de la Portavoz de Igualdad del Grupo Popular, Sandra Moneo, con esta iniciativa «se destierra definitivamente la palabra libertad dentro de la educación».
Para la diputada del mismo partido, María del Carmen Rodríguez Maniega, «tras una primera fase en que se propusieron adoctrinar a los niños en las aulas ahora se proponen apoderarse del recreo como de los cuentos, confiscando el juego infantil sin respetar la autonomía del niño y el derecho de las familias a la libertad de educación de sus hijos. Nos parece increíble que traigan al Congreso algo tan peligroso como que el Estado elabore ciertos protocolos para controlar los espacios de juego reglados y no reglados».
«Se puede promover la igualdad de otra manera, sin necesidad de hacerlo mediante una imposición ideológica», concluye.
Desde el Grupo Socialista, José Alberto Cabañes, promotor de la iniciativa defiende que «se trata de realzar e impulsar el principio de igualdad entre mujeres y hombres desde la Primaria».
Antes de que alguien lo diga, efectivamente la aplicación de facto que insinua el artículo no es más que mera especulación. Pero también querría anticiparme y decir.. ¿entonces a qué pueden referirse con la intención de elaborar e impulsar protocolos de juegos no sexistas?
Seguimos entregando poder a Papá Estado con una sonrisa en la cara mientras este se erige como guía moral de sus ciudadanos. Adelante los Cretus y los Baptistes.
¡Vivan las caenas!