Por supuesto que hay que abogar por la conservación de la naturaleza.
Lo que es de gilipollas es tratar al ser humano como una especie de creación artificial al margen de la naturaleza. Si la intervención del hombre extingue una especie animal, habrá sido la propia naturaleza quien haya extinguido esa especie. Aquí estamos todos en el mismo barco; la conciencia no es algo tan jodidamente extraordinario como para establecer que nuestra especie esté en un plano diferente de existencia al resto de seres vivos.
Y sí, todos los seres vivos exterminarían hasta a la última criatura de la tierra para asegurarse su supervivencia o la de su descendencia. Eso no lo dudéis ni por un solo segundo, tenéis ejemplos a millones, literalmente millones. A los seres vivos les importa una verdadera mierda la naturaleza, solo entienden de procurarse subsistencia. Así que de la misma manera que el hombre puede ser culpado por su egoísmo, también ha de ser alabado por ser la única especie del planeta que se preocupa porque otras especies y ecosistemas sigan existiendo. Ya está bien de tanto lloro de mariconas, y más ver plano general de la película.