Todo se basa en lo que cada uno considere correcto.
Pero creo que todos somos conscientes de la diferencia entre un trabajo común y el prostituirse.
En el trabajo común usamos el cuerpo como punto intermedio entre servicio al otro o comunidad.
La prostitución trata directamente de usar al otro como mercancía.
No existe voluntad propia en la prostitucion, aunque algunas chicas crean que sí ejercen libremente.
La realidad es que o bien lo hacen porque no les queda de otra. O bien, porque tienen el cerebro lavado con el materialismo, y quieren acumular más y más, porque no son humildes.
Por lo tanto la voluntad propia no existe.
Todos los humanos somos tratados como mercancía barata, y la prostitución, como otras barbaridades es el reflejo de la barbarie.
Esta tan normalizado, y eso es lo que da auténtico pavor.