La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat hoy en el Congreso de los Diputados.
El ministerio regulará esta pseudoterapia, pero la presión de las autonomías obliga a Dolors Montserrat a difundir su ineficacia: “No hay evidencia terapéutica”
Tras dos intentos fallidos, en 2008 y 2013, finalmente Sanidad regularizará la situación de los productos homeopáticos. Estos falsos remedios vivían desde 1994 en un limbo legal que ha permitido a los laboratorios venderlos en las farmacias sin problemas como un medicamento más, a pesar de que todos los estudios y sociedades científicas concluyen que no sirven contra ninguna dolencia o enfermedad. El martes, durante el Consejo Interterritorial, la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, presentó su borrador de orden ministerial a las comunidades autónomas, que presionaron para que no se incluyera la denominación de medicamento para estos productos, porque podría generar confusión entre pacientes y consumidores. Pero la directiva europea de 2001, que pretende cumplir ahora Sanidad, es la que determina que deben denominarse así incluso aunque no incluya indicaciones terapéuticas.
Los laboratorios homeopáticos se ahorrarán bastante dinero con la orden ministerial, ya que solo pagarán tasas por cada 'familia' de productos
La reunión de la ministra de Sanidad con las autonomías no frenó la orden, pero la presión de buena parte de las consejeras y consejeros consiguió que Montserrat reconociera lo evidente a la salida del Consejo Interterritorial: "Queremos decirles bien claro a los pacientes que no hay evidencia terapéutica". Montserrat aseguró además que pondrán en marcha campañas informativas e informaciones en la web del Ministerio para que los ciudadanos tengan claro este aspecto.
El Ministerio de Sanidad dará un plazo de tres meses a los productos homeopáticos para que pasen al menos un control de calidad y seguridad o no podrán ser vendidos. La orden ministerial, que podría firmarse esta semana, permitirá que la homeopatía se pueda vender en farmacias como medicamento aunque Sanidad reconoce que no cura y aunque en el propio producto se asegure que no cura.
Muchas consejerías autonómicas habían protestado antes de la reunión con la ministra porque consideraban que no se podía aceptar la inclusión de los productos homeopáticos como medicamentos ni su venta en farmacias. La Comunitat Valenciana, País Vasco, Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha, Baleares, Andalucía, Asturias y Cantabria dejaron claro que les parecía inaceptable la denominación dado que no han probado su eficacia contra ninguna enfermedad. Incluso los consejeros partidarios de la aprobación de la orden en los términos planteados por Sanidad reconocían que "la homeopatía no es válida". Las autonomías críticas señalaban dos alternativas: conseguir revertir la directiva europea a largo plazo o establecer un marco normativo que trajera a España la exigencia europea en su versión más rigurosa para proteger a los pacientes de estos productos.
La consellera valenciana, Carmen Montón, cargó contra la orden ministerial porque la homeopatía "no cura, no tiene evidencia científica detrás" y, como había avanzado en EL PAÍS, propuso eliminar del mercado todo aquel que no esté debidamente autorizado y registrado, a través de un plan de retirada. También denunció la condonación de tasas que, en su opinión, se realiza a los laboratorios homeopáticos, que se ahorran 1,2 millones de euros al año en tasas que no han estado pagando.
Este asunto, el de las tasas, fue abordado por la ministra en su comparecencia, al asegurar que los productos homeopáticos deberán pagar las establecidas por la Agencia Española del Medicamento (AEMPS), sin hacer referencia a las que se deben de ejercicios anteriores, mientras se vendían estando en el limbo legal. "No se va a hacer ninguna excepción", aseguró Montserrat, que no ofreció una estimación del número de productos homeopáticos que se encuentran actualmente en el mercado, aunque el borrador que Ana Mato quiso aprobar en 2013 calculaba que serían 14.000 los comercializados.
La directora de la AEMPS, Belén Crespo, añadió que se controlará el pago de las correspondientes tasas por familias de productos homeopáticos y no por cada una de las distintas diluciones. Es decir, que los laboratorios homeopáticos se ahorrarán bastante dinero con este planteamiento, ya que no tienen que pagar tasas por cada preparado que saque al mercado sino tan solo por cada grupo de preparados homeopáticos. Esto supondrá que se sigue eligiendo la vía más favorable para el negocio de la homeopatía, que supone más de 60 millones anuales, el mismo camino elegido en 2013, que terminó aparcándose ante la contestación social. En 2008, con el PSOE en el Gobierno, se intentó ordenar este asunto con una iniciativa que obligaba a la industria a pagar tasas por cada producto, lo que provocó una campaña en contra del sector homeopático.
Este aspecto es uno de los que más indignan a los activistas en favor de una medicina basada en la evidencia, como la presidenta de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas, Elena Campos: “Es bochornoso que se les condonen las deudas y que nadie del Gobierno ni de la AEMPS pida disculpas por todos estos años de comercio irregular de los mismos”. Para Campos es “indignante” que desoyendo a varias comunidades autónomas, a sociedades científicas e incluso a la Organización Médica Colegial pretendan además “engañar a los usuarios” manteniendo en el mercado “productos de ineficacia demostrada como si fueran medicamentos al uso”. Y añade: “Hubiera sido el momento de exigir a Europa la derogación de esta disposición; ello hubiera demostrado que a Sanidad realmente le importa la salud y dignidad de sus ciudadanos, usuarios y pacientes”.
Tras defenderla ante las autonomías, Montserrat deberá explicar su orden sobre homeopatía en el Congreso, donde desde Unidos Podemos y Ciudadanos se le ha pedido su comparecencia y se le han planteado una serie de preguntas, respectivamente. La titular de Sanidad tendrá que exponer ante los diputados las razones por las que ha escogido la vía más favorable y barata para la homeopatía, a pesar de que incluso ella misma reconoce que se trata de una pseudociencia que carece de validez científica.