El otro día, visitando una tienda de animales, vi que vendían ratones blancos a 2€. Tan agradable animalillo a ese precio me tentó, pero no, no iba a cuidar de él y al final se moriría, así que no compré.
Dando la vuelta a la tienda, vi un terrario con una serpiente. En un cartelote al lado, venían las tarifas de la comida, y mi corazón dio un vuelco al ver ¡ratones blancos a 2€! Los mismos que se venden como mascota se venden como comida para mascotas.
A salida, volví a ver esa maraña de cuerpecitos de pelo blanco, consciente de su inconsciencia, consciente de que, dependiendo del comprador, unos vivirían, y otros acabarían diluyéndose en el tracto digestivo de un reptil que, dicho sea de paso, no me causa demasiada simpatía...
Lo he llamado Gauss. Ahora vive en una caja de PC (sin PC, claro) modificada para la ocasión. Espero que seamos grandes amiguitos. Bueno, me tengo que ir a comprar lombrices vivas, que aunque los ratones no las suelen comer, a Gauss le gustan mucho.