La que es probablemente la revista más pija del universo, entrevista a una Irene Montero que sorprende mostrando una imagen de yuppie triunfadora en un reportaje fotográfico que puede resultar tremendamente incongruente con las consignas de su partido.
Si el chalet ya puso seriamente en entredicho la coherencia de sus ideales, ahora la ministra consorte trae un nuevo desafío para sus defensores más acérrimos. En esta ocasión parece que le ha podido la vanidad.
¿Que demonios es esto?
Esta gente llegó al poder con una misión bien definida, acabar con la casta.
Se han convertido en casta, y están acabando con ellos mismos.
Por lo que en cierto modo están cumpliendo con su misión original, pero no de la manera que ellos esperaban.