Asco de leyes que coartan las libertades de este humilde empresario que desarrolla una actividad profesional altruistamente con el fin último de generar riqueza y valor para la sociedad.
Espero que construyan más iniciativas empresariales como Marina Beach (y otros negocios de ocio u hostelería), la dársena, el veles e vents, el puente de la fórmula uno, etc.
Necesitamos más urbanismo antropocentrista que siga destruyendo el litoral valenciano para que yo pueda ponerme morado a cacique mientras arrimo cebolleta bailando Rosalía y todo ello servido por un camarero muerto de hambre que ha de aguantar a un jefe de esta catadura moral.