Johan Lorbeer es un artista aleman especialista en performances urbanas. En los últimos años se ha hecho famoso por su obra en la calle “Still-Life”, para la que elige un área pública y se “coloca” en una posición aparentemente imposible. En Still-Life, este artista alemán parece desafiar a las leyes de la gravedad. Durante horas, Lorbeer se convierte en una obra de arte viva, elevado sobre el público, reducido al estado de una escultura. Mientras tanto interactúa con el público, cada vez más asombrado e irritado ante la negativa del artista a explicar cómo ha llegado ahí, y qué le soporta. A menudo los viandantes desean tocar al artista, de apariencia angélica, para participar de sus habilidades.
¿Y cómo lo hace? La explicación es más obvia y más sencilla de lo que creéis... pensadlo por un momento: ¿cómo puede hacerlo? Pensadlo un minuto... y cuando no sepáis cómo y cuando creáis haberlo descubierto, comprobad si teníais razón: