Sir John Huxtable Elliott (Reading, Inglaterra, 23 de junio de 1930), que firma y es habitualmente citado como John Elliott o John H. Elliott, es un historiador e hispanista británico, que ostenta los cargos de Regius Professor Emeritus en la Universidad de Oxford y Honorary Fellow del Oriel College, Oxford y del Trinity College, Cambridge.
Toni Cantó comenta lo siguiente en el congreso
¿Escuchó usted al gran historiador Sir John H. Elliott cuando tras hablar con un joven catalán que estaba absolutamente convencido de que la Guerra Civil española fue una guerra entre Cataluña y el resto de España se había dado cuenta de que toda una generación ha aprendido una historia deformada?
Elliott nunca pensó que las reivindicaciones de un sector de la sociedad catalana acabarían en un ataque frontal a la España democrática y descentralizada que él vio nacer. Joven discípulo de Vicens Vives en la España franquista, enemigo de todo maniqueísmo, premio Príncipe de Asturias en 1996, siempre ha procurado evitar el áspero debate público sobre la secesión. Hasta ayer. Después de leer en 'The Times' varias cartas plagadas de falsedades sobre la España contemporánea -«represiva», «intolerante», «autoritaria»-, y aprovechando una crónica sobre la «campaña de odio» lanzada contra los no nacionalistas en Cataluña, decidió contestar. Envió a 'The Times' una carta al director, que ayer se publicó abreviada. Esta es la versión sin editar. ELPAÍS
Resulta esclarecedor comparar el artículo de su corresponsal (23 de septiembre) sobre la «campaña de odio» que en Cataluña están llevando a cabo los partidarios más extremistas de los planes del Gobierno catalán para el referéndum por la independencia con algunas de las cartas que ha publicado usted al respecto. Ningún Estado europeo concede a ninguno de sus componentes territoriales el derecho a la secesión sin seguir un proceso constitucional pactado, y el proyecto de independencia que ha orquestado el presidente Puigdemont traspasa claramente los límites de la legalidad al desafiar la Constitución Española de l978 y el Estatuto de Autonomía de Cataluña.
Cataluña padeció durante largo tiempo bajo el régimen dictatorial del general Franco, pero entre 1978 y la crisis económica de 2008 prosperó como región y disfrutó de un alto grado de autogobierno. Los partidarios de la independencia intentan sacar provecho de presuntas medidas represivas tomadas por Madrid, pero puede que aquellos que simpatizan con el referéndum no sean conscientes de hasta qué punto el Gobierno catalán ha intentado imponer desde hace tiempo su propia agenda radical a la sociedad catalana en su conjunto.
A través de su control del sistema educativo, su influencia en los medios de comunicación, su manipulación de la historia catalana en pos de sus propios intereses, y en algunos casos por medio de la intimidación, ha intentado inculcar en la población una imagen de Cataluña como víctima de malignas fuerzas exteriores.
Mientras que dicha caracterización, que se retrotrae al menos a 1900, pudo contener elementos de verdad en el pasado, no es cierta de la situación de hoy en día ni del lugar que Cataluña ocupa en la España democrática. Aunque el Gobierno de Rajoy ha mostrado una clara falta de empatía en su forma de tratar a la región, su régimen no se puede tildar de ninguna manera de represivo.
A estas alturas está claro que ha llegado el momento de realizar una revisión de la Constitución Española, y a su debido tiempo se debería intentar descubrir qué tipo de futuro es el que las gentes de Cataluña quieren para sí. Esto sólo será posible, sin embargo, si todas las partes entablan un diálogo civilizado dentro de los confines de la ley.
Sir John Elliott 26 SEP. 2017
Esperando que venga algún demagogo a decir que no sabemos cómo está la escuela catalana porque no hemos sido educados en Cataluña o algún necio que quiera desacreditar al prestigioso historiador.