«le pedí que me dejara un espacio sin niños por una hora al día para estudiar...Pero ahí él ya no lo consintió. Dormía incluso en el salón para que no me conectara a internet y poder vigilarme, odiaba que estudiara y que me relacionara con gente, me insultaba de continuo, también era muy celoso si salía sin niños incluso al supermercado y me regañaba por el tiempo de duración de la compra...Este hombre es el primero que sufre su propia dolencia y lo expresa de una forma muy violenta...Me ha hecho pasar los momentos más aterradores de mi vida», relata Juana en una carta en la que cuenta su caso a la que ha tenido acceso LA RAZÓN. Aún resuena en su cabeza la amenaza que Francesco repetía de manera machacona: «“Te arruinaré la vida con abogados, tengo mucho dinero para hacerlo si me abandonas” y nos lo está demostrando», se lamenta Juana.
A pesar de estar en paradero desconocido, nos siguen llegando declaraciones de la propia Juana sobre su marido. Que película se está montado la hija de la gran puta esta. Y lo de la prensa no tiene nombre