Bueno, a ver, que veo mucho perdido por estos lares con el tema de la huelga. Mis puntos de vista son estos (al que le guste bien y al que no, también, que ya estoy «viejo» para que me importe un comino el berrinche de otro).
La huelga de los trabajadores de Amazon es suya y del que quiera seguirla, pero nadie (ni siquiera los propios trabajadores de Amazon) está obligado a seguirla. Vamos, que si solo miramos el aspecto legal, hasta un trabajador de Amazon podría marcárselas de esquirol (quizás porque tema perder su trabajo o porque simplemente a él sus condiciones no le parezcan tan jodidas —quizás venga de otro trabajo peor—).
Si nos ponemos a mirar el aspecto ético, es donde empiezan los problemas, porque hay muchas áreas grises:
a. A los compradores (y como ya más de uno ha mencionado) no se les puede (o aunque se pueda, no tiene mucho fundamento) exigir moralmente que no compren, porque seguramente a la gran mayoría no le sobre el dinero y necesita ahorrar lo máximo posible en todo lo que pueda (incluyendo las rebajas de una empresa que no paga bien a sus empleados). Además, como ya ha dicho más de uno, aquí el que critica por comprara en Amazon, se va después a comprar a las rebajas de El Corte Inglés, y no veo a los vendedores de El Corte Inglés haciendo «cabalgatas» para celebrar sus excelentes condiciones laborales. Vamos, que si solo vamos a comprar en las tiendas que tratan bien a sus empleados, no podríamos comprar en ninguna, porque TODAS las empresas grandes explotan. Si no, no llegarían a ser grandes. Y eso lo sabe cualquiera con cierta edad o capacidad de análisis.
b. Ni siquiera el trabajador de Amazon puede exigirle moralmente a nadie que no compre por la huelga, porque nadie le obliga a trabajar ahí y si no está a gusto con las condiciones que haga lo que hacemos todos: irnos de la empresa y buscar otra mejor (yo lo hice en su momento acabado de salir de la carrera; me intentaron explotar en Madrid, estuve 4 meses para coger experiencia para el CV y los mandé a la mierda después de que me renovasen y no me subiesen el sueldo cuando estaba haciéndoles un trabajo cojonudo —era de los que más producía de la empresa, muy por encima de veteranos—).
c. (Esta es la parte que más controversia va a causar). Se ha mencionado el tema del desprecio a los trabajadores sin estudios (supongo que porque se asume que los trabajadores de Amazon no los tienen, que no sé si es el caso, ni creo que sea relevante). No creo que haya que despreciar a nadie, porque en un aspecto u otro, todos somos despreciables (analízalo y verás que es así —si no apestas alguna vez o frecuentemente como hijo, lo haces como novio, como padre, como trabajador, como amigo o como jugador—). Todos tenemos nuestro lado patético, nos guste o no. Entonces, no voy a despreciar a nadie por no haber estudiado y tener ahora un trabajo de mierda con unas condiciones de mierda del que no puede salir. ¿Pero tengo yo que proteger sus intereses? A ver, que venimos de una época «dorada» en España. Hasta 2010 (antes de la crisis), en España podía estudiar la jodida gran mayoría. Y lo sé porque me crie en un barrio de clase baja de Las Palmas (el barrio de La Paterna, que no era de lo peor, pero casi —Polvorín, Buque de Guerra y Jinámar se llevaban la palma—).
Todo el que quería estudiar, podía hacerlo, no había demasiados medios, pero había los suficientes para llegar hasta la universidad y salir adelante, pero la gente o no quería o no tenía unos padres que los obligaran a estudiar. En mi caso, me metí estudiando (empujado/obligado por mis padres hasta que me saqué una carrera). Mientras mis colegas del barrio estaban en la calle pasándoselo pipa, yo tenía que estudiar. Lo vi semana tras semana desde la ventana de mi habitación. Ya en el instituto comenzaron los petas y demás. Mientras yo por las tardes estudiaba y hacía los deberes, muchos de ellos se iban a la playita a vacilar. Y oye, envidia que les tenía yo, que se pudieron pasar la adolescencia disfrutando de la vida en un país en el que la fiesta se fomenta y se puede disfrutar tanto y yo tenía que esperar a las vacaciones para poder hacer lo mismo, mientras ellos se daban la gran fiesta todo el año. Ya cuando tenían edad de trabajar, lo hacían en curros de poca monta (Telepizza y demás) para poder pagarse chorradas, como las Nike, la play y demás, en lugar de estar clavando codos para asegurarse un futuro mejor. Ahora a la gran mayoría de esa gente le pasa lo que a los trabajadores de Amazon, que no tienen opciones y lo único que les queda es o irse al paro o hacer huelga para intentar mejorar sus condiciones. ¿Pero tengo yo que defender sus derechos cuando ellos nunca se lo curraron? ¿Tengo yo que perder buenos descuentos y perder el dinero que tanto me ha costado conseguir? Porque recordemos que no solo es el tiempo que trabajo, es la puta tira de años que me metí estudiando para poder tener unas condiciones laborales decentes. Yo no disfruté como otros de mi adolescencia (y bastante más allá de la adolescencia, que terminé mis estudios con 28 abriles) para poder tener un futuro decente. Y ahora no me voy a sentir culpable (por muchos que algunos intenten despertar ese lado de culpa en mí) por defender mi derecho a gastarme mi dinero como a mí me dé la puta gana. A los que se pasaron la juventud jugando a la play o en la plaza con los colegas, que rememoren todas esas horas de vacilones y buenos momentos y si les sirve, que piensen que yo, desde mi ventana, los miraba con envidia.