Cuando llegó Carmena, los medidores de CO2 los ponían en el Retiro y en parques públicos.
Es lo que tiene que te la sude la salud de los ciudadanos.
Encima recuerdo que el mantenimiento de estos medidores estaban cedidos a una empresa de amiguetes por un pastizal. Si es que es todo vergonzoso y va a volver a serlo porque Almeida es otra calamidad.
De momento ya han puesto en marcha una operación asfalto para, supuestamente, arreglar los desperfectos de Filomena. Nada más lejos de la realidad.
A ver si Almeida consigue tener el superávit que tuvo Carmena, si es tan sencillo. Con tantos monumentos (pufo para amiguetes una vez más) dudo mucho que vaya por buen camino.