El Rey de España, el más barato de los Jefes de Estado europeos
Dario Menor. Roma.- 22/11/2007
Mantener a la monarquía nos cuesta a cada español 19 céntimos de euro al año. Un precio irrisorio comparado con el que pagan otros países europeos por sus jefes de Estado. El caso más sangrante es Italia, donde la presidencia de la República, institución encabezado por Giorgio Napolitano, dilapida cada año 235 millones de euros de los presupuestos. Dividido entre los 58 millones de personas que viven en Italia, el coste anual es de algo más de 4 euros por italiano.
Otras monarquías europeas, como la británica o la sueca, significan un coste para el contribuyente mucho mayor que la Casa del Rey de España, la cual se llevó 8,28 millones de euros de los últimos Presupuestos. Siguiendo una tradición de transparencia de años, la Reina de Inglaterra publica sus cuentas en Internet e incluso paga el IVA de forma voluntaria. Según los últimos datos ofrecidos, Isabel II y su familia cuestan a los ciudadanos de Reino Unido 55 millones de euros anuales. Esta cantidad es algo más reducida que la de unos años antes, cuando todavía no se había puesto en marcha el apretón de cinturón decretado por la hierática Reina británica. Gracias a los últimos recortes, Isabel II ha conseguido que la cantidad que sus súbditos pagan para mantener la Corona baje del euro anual y se sitúe en 92 céntimos.
Uno de los reyes más caros es el monarca sueco, Carlos Gustavo, que les cuesta a los contribuyentes de este país escandinavo 10,5 millones de euros al año. Considerando que la población de Suecia es de 9 millones de personas, el desembolso individual de cada sueco para sostener a su monarca es de 1,16 euros al año. Esta cantidad es tachada por algunos como obscena, teniendo en cuenta el desproporcionado amor del Rey Carlos Gustavo por dilapidar el dinero en automóviles de lujo. Su exuberante colección de Porsches y Ferraris es calificada de “excesiva” por la prensa sueca, que preferiría un monarca más humilde y menos ostentoso.
Los Saboya exigen 260 millones al Estado italiano
Pese al respaldo de los italianos a su Presidencia de la República y su concepto de la monarquía como algo arcaico, cuando echan cuentas y se comparan con otros países europeos… entonces los números duelen. Cada año que pasa, Giorgio Napolitano y su séquito, que incluye decenas de palacios y más de 4.300 empleados, cuestan más a los contribuyentes. Las promesas de contener el gasto siempre quedan en papel mojado, ya que el crecimiento del presupuesto es imparable. Este último ejercicio, en el que el recorte de los gastos de la política ha sido un debate constante en el Parlamento y en la sociedad, la factura de Napolitano ha subido un 3%.
A pesar del elevado coste de la Presidencia de la República, son escasísimos los italianos que verían con buenos ojos una vuelta a la monarquía, la cual caería en manos de los Saboya, la antigua familia real de Italia. Ésta ha vuelto a saltar a la actualidad porque ha solicitado al Estado italiano que le pague 260 millones de euros, sin contar los intereses, por los bienes que les fueron confiscados cuando nació la República italiana. Así lo pretenden Víctor Manuel de Saboya y su hijo, Manuel Filiberto, quienes regresaron a Italia en 2002 después de más de 50 años de exilio.