Muchos leen tu historia y dicen que pena, yo también llevé una vida desgraciada ( aunque sigo siendo miserable) pero yo leo tu situación y digo: qué afortunado. Sí. A menudo se tiende a idealizar la existencia y has citado una serie de clichés que no existen o que si existen son hueros y vacíos: alquilarse un piso con colegas, conocer tela de tías, salir de fiesta, viajar, ya sí claro, metete en eso de lleno y verás como sales: ojo, no digo que la amistad, el amor y la fiesta no tengan su retribución pero cuando las pones en la balanza y dices algo así como que te vas a perder una vida sin igual, ya te adelanto yo que no es así, es normal que con 23 pienses así, pero unos cuantos años de inmersión en esto te mostraran de lo que hablo, creo; eso sí la amistad, el amor siguen estando a tu alcance, no deberías hundirte.
Lo creamos o no, no deja de ser verdad, los padecimientos y las aflicciones son la universidad de la vida y tú estás matriculado en una prestigiosa. Ánimo.
¿Qué decisión has de tomar? No lo sé. Un chaval de tu edad debería formarse y tratar de hacer su propia vida pero te ha tocado vivir circunstancias extraordinarias. Somos seres morales, la decisión que tomes no será fácil y tendrás que sacrificar cosas. Pero yo creo que a largo plazo uno se siente más satisfecho de haber hecho lo que creía correcto y bueno que de haberse pegado cinco polvos y haber bailado en mil discotecas.
O trata de encontrar un término medio, algo que te permita pensar en ti y en tu mama. Busca soluciones, estrujate el cerebro.