Mercadona anunció ayer sus resultados de 2016. La compañía valenciana ganó 636 millones de euros, después de impuestos, y facturó 21.623 millones, un 3,9% más que en el año 2015. Creó 4.000 nuevos puestos de trabajo, alcanzando así los 79.000 empleados. Repartió el 25% de sus beneficios entre su plantilla y subió el sueldo de 7.8000 trabajadores un 11%. Mercadona ya representa el 1’8% del PIB español y el 3’8% del empleo en España (entre directos e indirectos).
Otro dato interesante fue la tabla que publicó la compañía con los salarios de los trabajadores base.
Cifras que seguramente serán insignificantes para Monedero, que cobra 425.000€ por un informe que no existe; tampoco le alcanzaría a Bescansa para pagar al personal que cuida sus pazos en Galicia; qué decir de los que cobraban miles de dólares por asesorar, con gran éxito, al gobierno venezolano. Pero para aquellos que nos gusta que el empresario nos azote con un látigo, nos explote y somos estúpidos ”currantes” capitalistas, la verdad, es que los sueldos de un cajero en Mercadona, son envidiables.
Todo gracias a Juan Roig. Un tipo que empezó vendiendo carne en un pueblo de Valencia, que estuvo cerca de la quiebra hace una década y que, gracias a la única entidad que le prestó dinero (La Caixa), pudo continuar con el proyecto que ahora se ha convertido en la cadena de alimentación más importante de España. Su mujer Hortensia lleva años impulsando iniciativas para proteger y promocionar el patrimonio artístico con su fundación, creando empleo en un gremio duramente castigado por la crisis y todo ello de forma benéfica. Sin olvidar a las decenas de empresas que viven gracias a Mercadona.
Sin embargo, para la horda obrera de Visa Oro, Juan Roig es un tipo despreciable. ¿Qué es eso de hacerte rico a base de esfuerzo y trabajo? Cualquier obrero que se precie, debe nacer rico, tener un coche de alta gama a los 18 años y un par de internas filipinas en casa. ¿Qué es eso de arriesgar tu patrimonio, ahorros y familia por un sueño? Lo proletario es heredar una fortuna y dar lecciones de moral al resto.
Seguramente si Juan Roig fuese un hortera, subiese videos a Instagram bailando con su voluptuosa novia en tanga, tuviera el coche más caro del concesionario y una isla privada en la Polinesia Francesa, sería más respetado por la turba de analfabetos, que lo único que han hecho en su vida es pasar 24 horas en las redes sociales insultando a todo aquel que ha demostrado ser infinitamente mejor que ellos. Juan Roig se equivocó, nació en el país donde la envidia es deporte nacional, no alardea de su fortuna, sigue viviendo en una casa en el centro de Valencia y, además, no tiene una mujer 30 años menor que él. ¡Vergonzoso!
Como dijo Sir Francis Bacon: ‘’La envidia es el gusano roedor del mérito y de la gloria’’
Fuente: https://ellibrepensadorjgm.com/2017/03/03/los-mediocres-odian-a-juan-roig/
Obviando el párrafo en el que nombra a Podemos, que no viene a cuento de nada, en el resto tiene razón, vivimos en un país en el que la envidia es deporte nacional y si a tu vecino le va mejor que a ti le tiene que odiar por obligación.
Aquí tenemos al señor Roig, un ejemplo de persona, que casi siempre ha hecho las cosas bien y sabe lo que es justo para cada persona. Pero aún así no es suficiente para muchos, que siguen odiandole a pesar de pagar unos sueldos que ya quisieran ellos trabajar en su empresa. Cuando en la mayoría de países este hombre seria un héroe, aquí se le criminaliza incluso en la televisión y sin pruebas, no había mas que entrar a Twitter el día que salió en el programa de Jordi Évole para darte cuenta.