Las montañas escarpadas de Fond Verrettes, en el deforestado sureste haitiano, han sido el trágico escenario del accidente de helicóptero en el que han perdido la vida cuatro militares españoles. La escasa visibilidad fue la causa más que probable del accidente, en la misma zona próxima a la frontera con la República Dominicana- en la que perdieron la vida en octubre pasado los once tripulantes de una avión Casa-212 de fabricación española.
Los militares fallecidos viajaban en un Auguta Bell, un viejo modelo de helicóptero de los años 70. Regresaban a la localidad de Petit Goave, al oeste de Puerto Príncipe, donde están estacionados desde el 4 de febrero los 423 efectivos de la así llamada Agrupación Hispaniola, participando en la ayuda humanitaria a Haití.
El Ministerio de Defensa ha confirmado el accidente y ha facilitado el nombre de los fallecidos, todos ellos casados y con hijos. Se trata de Luis Fernando Torija Sagospe, de 44 años, natural de Madrid y comandante del Cuerpo de Intendencia. Francisco Forne Calderón, de 37, nacido en Barcelona, teniente de Infantería de Marina. Manuel Dormido Garrosa, de 35 años, alferez de navío y nacido en Valencia, y Eusebio Villatoro Costa, de 41 años, gaditano y cabo mayor de infantería, viajaban también en el helicóptero siniestrado.
El accidente se produjo cuando faltaban apenas tres semanas para completar la misión. El Ministerio de Defensa no tenía intención de prolongar la estancia y el buque anfibio Castilla había previsto levantar el ancla en el mes de mayo.
El helicóptero militar español fue enviado a Haití para participar en la reconstrucción del país tras el terremoto del pasado 12 de enero.
El helicóptero accidentado estaba concebido para misiones de transporte táctico de personal, traslado de cargas, lanzamiento de paracaidistas, aeroevacuación medicalizada y que también se utiliza para labores de mando y control.
Capaz de alcanzar una velocidad de 100 nudos a plena carga, tiene una autonomía de vuelo de casi dos horas y puede operar a un máximo de 20.000 pies de altura, unos 6.000 metros. Según datos de la Armada, el helicóptero está dotado con dos motores de 900 caballos de vapor cada uno y tiene un sistema de estabilización automático.