Veo a mi alrededor a mucha gente que quiere tener hijos y no los acaban teniendo por diversas circunstancias. Andan esperando a que se alineen los astros para que llegue el momento adecuado.
"Yo sí quiero ser padre/madre pero..." Casi todos los que somos padres creo que hemos pasado en algún momento por esa circunstancia. Tenemos miedo de no ser bueno padres, de no hacerlo bien, pensamos que no es el momento porque estamos estudiando, porque no tenemos trabajo, porque no tenemos trabajo de lo nuestro, porque teniendo trabajo de lo nuestro no es el que nos gustaría, porque teniendo el trabajo que nos gustaría no es fijo, porque teniendo trabajo fijo no está bien pagado, porque teniendo trabajo bien pagado es momento de disfrutar y viajar por placer, porque cuando ya viajamos por placer tenemos mucha responsabilidad en el trabajo y tenemos que viajar por trabajo... Todas estas excusas y todas esas trampas nos hacemos, aún teniendo pareja estable desde hace años.
Puede que esa situación óptima no llegue, lo más normal es que así sea porque es cambiante y la vamos reformulando con el paso del tiempo a medida que maduramos al igual que lo hacen nuestros gustos y nuestras prioridades. Por eso casi nadie se decide a ser padre joven, las prioridades entonces son otras, y por eso creo que al final dar el paso es un tema mental, cuando de verdad dejamos atrás nuestra etapa juvenil indefinida en el tiempo y somos conscientes de lo que realmente es prioritario en nuestra vida, a menudo ya es demasiado tarde, tal y como le ha pasado a la mujer del video. Por eso creo que hay que tirar el muro psicológico y lanzarse a la piscina, y casi que da igual la situación en la que estés, porque nunca será el momento adecuado, ni el idóneo, ni el que tenías pensado. La vida es un continuo cambio, hay que hacer lo que de verdad quieres hacer desde el fondo de tu corazón, y muchas veces es tan sencillo como tener hijos y formar una familia.
Luego habrá problemas que solucionar y otros que quizás no tengan solución; algunos tendrán sus vidas idílicas, pero a otros les tocará romper con su pareja y ser padres a turnos, otros perderán el trabajo, otros morirán dejando a nuestros hijos huérfanos y a otros les tocará pasar por la pérdida de sus hijos... Y es lo que tiene la vida, por eso si lo pensamos demasiado, sólo vemos una visión catastrofista de la paternidad llena de desventajas. Es fácil acabar comprando tus excusas y siendo infeliz (si es que de verdad querías tener hijos).
Uno de verdad no es consciente de las cosas buenas de la paternidad hasta que es padre, sabemos lo que podemos perder, porque es cómo estamos en el momento, pero por mucho que nos cuenten no podemos hacer contrapeso con las cosas buenas hasta que las vives a posteriori y por eso es tan difícil hacer ese salto de fé.
Todos tenemos casos de personas que están en situación más desfavorable que nosotros y aún así tienen hijos, y con sus dificultades, sus pros y sus contras, salen adelante, como probablemente hicieron con nosotros la mayoría de nuestros padres. Esos son los que nos tienen que inspirar y no los que alimentan nuestros miedos. Yo mismo no estoy ahora en la situación idílica económica y laboralmente que querría, pero no cambio el haber tenido a mi hijo por nada. Habrá que seguir luchando por mejorar nuestra situación siempre, pero estoy seguro de que le vamos a dar la oportunidad de tener el futuro que merece. Y si se tuerce y no es posible, no será por no haberlo intentado, así es la vida.
Ánimo, a poblar España (o el país en el que estéis).