#1 Sabiendo que no es, para nada, el mismo caso, te contaré lo mío:
Terapia, medicación y deporte. Son cosas que a mí me han servido (para la crisis de ansiedad con agorafobia -y más movidas típicas en estos casos, ya sabes que cualquier detalle se incrementa muchísimo-). Se me incrementó el vértigo que tenía hasta límites insospechados, cualquier detalle era un problema gigantesco. El mayor problema era lo de salir a la calle, era un jodido suplicio para mí: el corazón me iba a mil, me costaba respirar y mi cabeza no dejaba de pensar en "algo terrible que tenía que pasarme". Me costará mucho llegar a ser el mismo pero... ya no le tengo miedo a salir a la calle (quizá lo de las alturas es lo que más me ha quedado).
Terapia y medicación van de la mano. Sobretodo, importante, terminar el tratamiento. Yo también lo dejé un par de veces porque ya me sentía de puta madre y me dejó peor. Y el deporte porque te despeja la mente, te hace sentir mejor y, además, llegarás cansado a casa para dormir mejor.
PD. Podrías probar lo de terapias alternativas, entre las que se engloba la marihuana. Aun así, yo no lo recomiendo. Todo lo que te he dicho arriba fue por culpa de una mala experiencia con la maría. Claro que todo esto depende de la persona.