#164 Efectivamente, estoy en el primer ciclo de Ciencias Políticas. Pero no es gracias a eso que puedo identificar rápidamente tu discurso, ya clásico por estos lares. Está bastante curioso que se corra a tildar de dogmáticos, utopistas, y demás adjetivos cariñosos a determinados grupos marxistas, cuando los primeros dogmáticos sois vosotros. Entonces, según tú, tanto John Locke como Kant y sus herederos no seguían la doctrina liberal. Creo que ya has llegado al extremo de rizar el rizo, de intentar justificar lo inexcusable. En cuanto a lo de Mill, es al teórico al que habría recurrido yo para intentar hablar de tales matices democráticos dentro del liberalismo, antes de empezar a soltar la verborrea de Hayek, que no contradecía en absoluto mis argumentos, pues como ya apunté, estoy hablando de finales del siglo XIX, y tus ideólogos son posteriores.
En cuanto a que es mi desconocimiento al respecto del sistema capitalista lo que me impulsa a hablar del FMI como un ente propio del capitalismo, cuando es un organismo interventor y demás tonterías, decirte que queda muy bien en la teoría lo del sistema de libre mercado, plasmado en papel es perfectísimo, que el capitalismo se debería autorregular sin esa clase de organismos... Pero siempre leo el mismo argumento una y otra vez. El capitalismo nunca ha logrado seguir tales principios, excepto determinados casos muy concretos durante un corto periodo de tiempo en el sur de Inglaterra, como comenté días atrás en este mismo foro. La propia fórmula de estados-nación choca con la teoría smithiana, pues Smith no contemplaba organizaciones sociales de ámbito superior a la empresa, pero son entes que son necesarios para que las burguesías nacionales puedan tener un mercado propio que les garantice un mínimo de consumo. El capitalismo necesita del estado, está vinculado a él. Siempre ha sido así, el estado es una herramienta más del gran capital que es capaz de suavizar las crisis que tiene implícitas el sistema debido a su sobreproducción, nos guste o no nos guste. Como muy bien ha dicho Prava, se trata de un sistema sumamente práctico, que es capaz de usar mil y un recursos con tal de perdurar en el tiempo manteniendo inalterable el derecho de la propiedad privada y la acumulación de capital.
Finalmente, comentarte que yo no defiendo un sistema luxemburguista. Defiendo un sistema socialista, pero tengo una visión luxemburguista, que no es más que otra rama del amplio movimiento obrero. El proletariado es heterogéneo, y yo soy una simple parte más de ese proletariado. No considero que mis ideales se deban imponer a los de los demás trabajadores, si no que se debe avanzar hacia plataformas unitarias de clase con tal de hacer frente al capitalismo, complementando ideales y acciones.
#174 Como le he dicho al compañero WhiskyLimon un poco más arriba, claro que es necesario. En ese sentido, coincidimos plenamente, especialmente en el primer párrafo, y creo que incluso tú lo has explicado mejor que yo. Pero no por tales intervenciones nos atreveríamos a decir que no nos encontramos en un sistema capitalista, tal y como hace él, si no que el propio sistema tiene ese recurso para evitar su propia autodestrucción, que es lo que exactamente has dicho tú. Eso es muy coherente. Pero cuando tales mecanismos chocan con la propia democracia representativa, se está contraponiendo el sistema económico a la democracia, se convierten en conceptos antagónicos. Es por ello que algunos buscamos alternativas que puedan compaginar las dos teorías.
El estado no es nadie para dictar nada dentro del mercado, eso está claro. Pero el papel de árbitro que le reservas tampoco lo tiene, pues el propio estado-nación es una contradicción manifiesta con un sistema económico globalizado. Los gobiernos son poco más que meros gestores de las grandes corporaciones multinacionales. Lo de las cajas no pasa de anécdota, los propios bancos se han salvado gracias a la intervención estatal, y no parece que tengan pinta de quebrar, justo lo contrario: Con el dinero público que se les ha transferido están comprando la propia deuda pública de los estados, y ahora sólo les interesa cobrarla con los mayores intereses posibles. Estás equivocado en el caso de Botín y los bancos, pues se han convertido a lo largo de estos años en los principales propietarios del gran capital y de las empresas. Encima, cuando van a quebrar, el estado les sufraga mediante dinero público, es el negocio del siglo. Los bancos están experimentando beneficios sin precedentes gracias a las inyecciones de dinero público, y a que son los nuevos propietarios de la deuda pública gracias a nuestro dinero.
Sobre lo demás. Son maneras diferentes de verlo, tú crees en un egoísmo innato del ser humano, y yo considero más destacable el propio contexto en el que viven las personas, que es el que les incita en mayor medida a comportarse de tal forma. La revolución social significa un cambio en la conciencia de las personas, significa un cambio radical en la perspectiva del ser humano y en todo tipo de relaciones sociales. De después de una revolución socialista saldrá otro ser humano, pues habrá cambiado el contexto que le rodee. El ser humano irracionalmente egoísta habrá muerto para entonces.