El brote de coronavirus en Asia está batiendo todos los récords. La enfermedad no solo azota China, sino también sus países vecinos. El segundo país por el número de enfermos es Corea del Sur, donde la cantidad superó 1.750 personas infectadas. Allí la propagación del virus posiblemente se debe a una secta cristiana.
La iglesia Shincheonji fue fundada en 1984 por Lee Man-hee, quien es considerado un profeta falso. A los seguidores de la iglesia les aseguran que Lee es la reencarnación de Jesucristo y que la Biblia está escrita en metáforas por lo cual solo Lee es capaz de interpretarla correctamente. Según diferentes estimaciones, en 2020 esta secta contaba con alrededor de 200.000 miembros. Dado que mucha gente, incluso en Corea del Sur, cree que es una secta, muchos practicantes prefieren ocultar su membresía.
El papel de Shincheonji en la propagación de coronavirus ha tenido un enorme impacto social en la población surcoreana. Esta secta se ha convertido en objeto de rabia popular. El descontento alcanzó tal punto que más de medio millón de personas firmaron una petición en la que llamaron a disolver la iglesia Shincheonji.
Es curioso que más de la mitad de los casos de infección con toda probabilidad esté relacionada con la secta religiosa que se destaca por el alto secretismo, lo que permitió que la enfermedad se propagara rápida y desapercibidamente. Sus miembros practican rituales que solo favorecen a la difusión de la infección, aseveran diferentes medios.
En particular, informan que durante sus ceremonias los seguidores de Shincheonji tienen que ponerse de rodillas a una distancia de tan solo 10 centímetros uno de otro. Al mismo tiempo tienen que agarrarse de las manos uno a otro. Además, según varias informaciones, se les prohíbe a los practicantes de esta secta llevar mascarillas dentro de los edificios. En este grupo religioso se cree que estar enfermo es un pecado porque esto impide a los miembros "hacer el trabajo divino".