No merece la pena hablar con alguien que llama fascista al que se sale de la secta, estudia historia, madura algo, aunque no caeras en esa breva, y ya discutiremos.
Dime en que, a ver.
Debes de tener problemas en asimilar conceptos, si no, no se explica. En todo caso, #61 tambien va para ti.
Pues tenía razón, este conflicto aún no lo hemos superado, no hay más que ver como va ya el post.
Nazgul: a Carrillo se le está poniendo últimamente (desde hace 20 años mejor dicho) de demócrata, gran político y lo que quieras, pero no fue capaz de evitar (si es que no colaboró directamente) una matanza perpetrada por el bando republicano. Y no era un mandado más, tenía poder para evitarlo pero todo apunta a que no hizo nada. Y decir que los rojos no eran malos, porque mataron menos que los nacionales no es una argumento. Les faltaron 40 años para matar, oprimir y ajustar cuentas como hicieron los fascistas.
Cuentafalsa: si la población hubiese apoyado como dices a los nacionales, la guerra hubiera terminado en unos meses, de hecho eso era lo que pensaban los militares cuando se levantaron en julio de 1936. Pero se alargó el conflicto casi 3 años no porque los rojos fueran precisamente cuatro mataos... Y lo mires por donde lo mires, fue una sublevación de fascistas salvapatrias contra un Gobierno legítimo. Ganaron sobre todo porque estaban unidos y coordinados, frente a los rojos, que estaban completamente separados y sin una cabeza visible al frente de todos ellos. Y si hubieran ganado estos, la guerra se hubiera alargado luego entre separatistas, anarquistas, comunistas y vete a saber que mas *-istas. Pero decir que los nacionales defendían España es también aplicable a los rojos. Cada uno defendió lo que entendía que debía ser España. Lo que no entrara en su concepto, al paredón. Pero un país nunca puedes defenderlo iniciando una guerra civil, o llevándolo al desastre con una política inepta que sirve de perfecta excusa para que los reaccionarios puedan armarla.
Respecto a lo de la metralletas... eso pasó en el frente oriental en la WWII en el bando soviético, pero también pasa de formas parecidas en cualquier guerra. La única forma de que los soldados se lancen al campo de batalla para conquistar un pedazo de barro en un sitio perdido de la mano de Dios, es que sepan que retirarse o no combatir supone una muerte segura, y avanzar que solo sea muy probable. O te crees que los nacionales no judgaron y fusilaron a varios de sus soldados por cobardía? Mirad la película Senderos de Gloria, de Kubrick. Eso es algo que ha pasado en todos los ejércitos en guerras de trincheras.
Efectivamente krakken, ahora me doy cuenta de que he cometido un error poniendo ese articulo. Enfin, para que no se diga pondre este otro texto que seguro "alegrara" a algunos.
BADAJOZ
Circo de sangre </B>
La antigua plaza de toros de Badajoz ya no existe. Sí existe, sin embargo, el viejo cementerio en el que están enterrados los muertos de ambos bandos en la guerra. Todos los 15 de agosto se celebra en el cementerio viejo un sencillo acto en memoria de las víctimas de la matanza. En el monumento conmemorativo de aquellos días terribles está grabada esta frase: «Para que nunca más vuelva a suceder»
Por Victoria Prego
BADAJOZ.- En el viejo cementerio de Badajoz ya no se entierra a casi nadie: ahora hay un cementerio nuevo. Pero en el antiguo camposanto, de paredes blanquísimas y cuidado como lo que es, un lugar de Historia y de peregrinación, no es posible apagar el eco de los terribles episodios que hace ahora casi 70 años se vivieron junto a sus tapias. Tampoco existe la vieja plaza de toros. En su lugar se alza ahora la estructura modernísima de un Palacio de Congresos en construcción. A 41 grados a la sombra de esta tarde de agosto, tan sólo queda un puñado de supervivientes de la guerra que guarda memoria de ciertas escenas impresionantes:
«Nos pasaron a la plaza de toros y nos alojaron en unos pasadizos que había por debajo de las gradas. No había más luz que la que pasaba por las ranuras o las aspilleras de las murallas. Al día siguiente empezaron los fusilamientos. El sistema que tenían era el siguiente: entraba un cabo de la Legión, contaba hasta 20, los sacaba al ruedo, donde ya esperaban los guardias civiles que componían el piquete de ejecución. Una vez fusilados, llamaban a algunos para que cargaran los muertos en una camionetilla chica y se los llevaban, creo, al cementerio».
Este es el testimonio de uno de los poquísimos testigos de las matanzas que las tropas del entonces teniente coronel Yagüe, sublevado junto a Franco, llevan a cabo en los primeros días que siguieron a la sangrienta toma de Badajoz. El relato del superviviente, que en razón de su edad -apenas 15 años- logra salvarse de morir fusilado en el ruedo, describe lo sucedido durante los días 15 y 16 de agosto de 1936. Es decir, inmediatamente después de la entrada de Yagüe en la ciudad el día 14.
Ese día tienen lugar desde primeras horas de la mañana, en torno a las murallas de Badajoz, feroces combates entre quienes se mantienen fieles al Gobierno de la República y defienden la ciudad desde dentro y quienes llevan a cabo las órdenes superiores de tomar Badajoz a toda costa. La entrada de las tropas de Yagüe a lo que era una verdadera fortaleza amurallada se hace a costa de decenas de vidas de los soldados de la IV y V Banderas de la Legión, en una operación a sangre y fuego que convierte la entrada de legionarios y regulares en una auténtica carnicería.Y, cuando a las 15.30 horas del 14 de agosto, lo que queda de una diezmada IV Bandera logra por fin entrar en Badajoz y conquista la plaza, arrasa con todo lo que se le pone por delante. Los combates prosiguen entonces al pie de las brechas abiertas en los baluartes y son a bayoneta calada. Los milicianos que aún tratan de resistir caen en sus puestos. Los que intentan huir son rematados sobre la marcha. Los que se rinden son también asesinados. Todo el que lleve grabada en el hombro la marca que produce el retroceso de un fusil al disparar, es liquidado de un tiro.
La entrada de los legionarios y los marroquíes por las calles que desembocan en los baluartes que acaban de caer va sembrando de cadáveres todo su recorrido. Los vencedores llegan hasta la plaza del Ayuntamiento, donde está también la catedral. Allí se han refugiado unas decenas de hombres, que acaban siendo acribillados en las escalinatas de acceso. Y allí sí que se ve, efectivamente, cómo la sangre gotea por las escaleras. Por su parte, las tropas moras, que han entrado antes por el sur de la ciudad, se han dedicado previamente al saqueo y luego, ya en la plaza de la catedral, disparan a mansalva sobre los vencidos, algunos de los cuales son rematados a culatazos o directamente degollados a cuchillo. Los que consiguen encerrarse en el interior del templo y atrancar la puerta, logran salvar sus vidas, pero sólo por unas horas cuando llean algunos mandos militares y a punta de pistola suspenden la matanza.Esos son lo primeros supervivientes en ser trasladados a la plaza de toros.
A partir de esas horas el terror se adueña de la ciudad. Este que sigue es el testimonio -recogido, como el anterior, por Francisco Pilo Ortiz en su libro Ellos lo vivieron- de un hombre que en la madrugada del 14 al 15 recibió una orden sobrecogedora: cargar cadáveres en un camión y llevarlos desde la plaza de toros al cementerio:
«A eso de las tres y media de la mañana llegamos a la plaza de toros. Me fijé que en los chiqueros había mucha gente vigilada por los legionarios. Muchos gritaban y lloraban. Dentro del ruedo había varios muertos en fila y nos dijeron que los cargáramos en el camión y los lleváramos al cementerio. Al salir por Puerta Pilar también había muchos muertos aquí y allí, desparramados por el campo. Muchos de ellos eran moros. Cuando llegamos [al cementerio] un paisano nos dijo que descargáramos lo que llevábamos al otro lado del camino. El enterrador decía que no sabía qué iba a hacer con tantos muertos, que no tenía preparadas tantas tumbas. Nos dijeron que volviéramos a la plaza de toros y así lo hicimos. Dentro de la plaza había esta vez más muertos, un montón aquí y otro más allá [...] Aquel día dimos lo menos seis viajes. Al día siguiente dimos cuatro o cinco viajes. En el primer viaje me fijé que los habían colocado a los muertos [en el cementerio] unos encima de otros, formando un montón. Cuando dimos el segundo viaje ya les habían dado fuego. Aquello era espantoso. El olor era terrible y algunos muertos parecía como si se quejaran cuando ardían. Ese día 15 y los que siguieron se mató a mucha gente en Badajoz, aunque no podría decir a cuántos».
En cuanto a esa cuestión, la relativa al número de víctimas, el caso de Badajoz es idéntico al de otros muchos lugares de España donde se produjeron episodios terribles durante la Guerra Civil: las discrepancias son extraordinarias. Por lo que se refiere a esta matanza de los primeros días, las estimaciones de muertos oscilan entre los 172 y los 4.000, lo cual convertiría en disparatado todo intento de alcanzar una aproximación a la verdad a base de hacer la media aritmética entre esos dos extremos. Los últimos rastreos permiten hablar de alrededor de 500 asesinados en los primeros días de la ocupación, aunque la represión continuó en la ciudad durante toda la guerra y, aunque con mucha menor intensidad, duró hasta 1944, cuando se produce la última ejecución.
En los círculos de la izquierda política española y extranjera circuló durante muchos años la versión, rigurosamente falsa, que en octubre de 1936 había publicado en Madrid el periódico La Voz, controlado por los comunistas, en la que se describía la celebración en la plaza de una corrida en los que los toros habrían sido los prisioneros republicanos. En resumen, la crónica dice así:
«Ocuparon los tendidos caballeros respetables, piadosas damas, lindas señoritas, jovencitos de San Luis y San Estanislao de Kotska, afiliados a Falange y Renovación [partidos de derechas de la época], venerables eclesiásticos, virtuosos frailes y monjas de albas tocas y mirada humilde. Y, entre tan brillante concurrencia, fueron montadas algunas ametralladoras. Dada la señal -suponemos que mediante clarines- se abrieron los chiqueros y salieron a la arena, que abrasaba el sol de agosto, los humanos rebaños de liberales, republicanos, socialistas, comunistas y sindicalistas de Badajoz [...] ¿Qué iban a hacer con ellos? ¿Exhibirlos? ¿Contarlos? ¿Vejarlos? Pero pronto, al ver las máquinas de matar, con los servidores al lado, comprendieron. Iban a ametrallarlos. Quisieron retroceder, penetrar nuevamente en los chiqueros. Pero fueron rechazados a golpe de bayoneta y gumía. Yagüe estaba en el palco [...] Levantó el brazo y sacó un pañuelo. Y las ametralladoras comenzaron a disparar».
La verdad de lo sucedido habría hecho innecesario este tipo de delirantes añadidos a cargo de la propaganda. Pero eso fue exactamente lo que ocurrió con los sucesos de Badajoz, y lo que siguió ocurriendo, en un sentido y en su contrario, con todos aquellos acontecimientos traumáticos, y fueron incontables, que se produjeron en España durante los tres largos años de guerra civil.
Por lo que a razones de estrategia militar se refiere, la realidad es que la capital extremeña no constituía un obstáculo activo para el avance de los sublevados. Una vez que Mérida y Cáceres estaban ya en poder de las tropas nacionalistas, éstas tenían asegurada la comunicación entre el ejército del norte, comandado por el general Mola, y el del sur, bajo el mando del general Franco.
Pero quedaba atrás Badajoz, ciudad que no había secundado el levantamiento militar y a la que habían ido llegando de los pueblos de alrededor cientos de personas que huían del ejército sublevado.Era una bolsa de miles de izquierdistas, rojos, en la terminología de la época, que los sblvados no estaban dispuestos a dejar intacta y activa en su retaguardia. Ese fue para los nacionales el verdadero interés estratégico de la ciudad en esos días. Antes de seguir adelante, había que tomar Badajoz. Esa era la orden. Lo que se buscó, pues, con la durísima represión practicada fue amedrentar al enemigo situado a la espalda de los combatientes. Y eso es algo que el propio Yagüe reconoce ante el periodista que le entrevista después de las matanzas de la plaza de toros: «Naturalmente que los hemos matado. ¿Qué suponía usted? ¿Iba a llevar 4.000 prisioneros rojos con mi columna, teniendo que avanzar contrarreloj? ¿O iba a dejarlos sueltos a mi espalda para que Badajoz fuera rojo otra vez?».
#59 tu repitelo = alguien acaba creyendoselo.....
Y q critiques a gente del pais y luego posteis de el mundo es como minimo hipocrita...
Lo que es hipocrita es tachar de franquista el decir que no habia buenos ni malos, que todos eran malos. Y despues en un gran acto de imparcialidad citar que la derecha ignora y deforma la historia. Una curiosa y descarada forma de negar la palabra y la opinion a cualquiera que no conjugue con sus ideas politicas, solo por ser de derechas va a mentir mas que el de izquierdas, ya que esta convencido de que es de forma innata una peor persona.
Esta sobradamente demostrado que se hicieron atrocidades desde ambos bandos, el que haya quien siga pretendiendo hacer que uno era mejor que otro es aque que mezquinamente quiere sacar reditos politicos de esa situacion (el bando con el que me identifico eran los buenos y el otro eran los malos; por lo tanto yo soy bueno y los demas malos; mis ideas son mas legitimas).
Afortunadamente no me considero dependiente de los actos de otras personas que defendieran "x" ideas en el pasado o el presente, para poder defender yo libremente mis ideas (que por cierto en su conjunto no me identifico con ninguna de las ideas mayoritarias de la epoca, lo cual considero que me hace todavia mas libre de intereses partidistas).
Nazgul porq dices una estupidez en cada post q se abre y ademas en tono ofensivo, a bauer llamandole fascista de forma despectiva...pero como das tanto asco?
#61 @ 21-9-05 a las 17:26
No merece la pena hablar con alguien que llama fascista al que se sale de la secta, estudia historia, madura algo, aunque no caeras en esa breva, y ya discutiremos.
Supongo que aquí llama "secta" aquel que no piensa como él. Me puedo estar equivocando
No creia que tuviera que explicar esto, pero con secta, me refiero al caracter cerrado de cierta gente, y del que todo vale para conseguir el bien del grupo. Y no, no me refiero al que piensa distinto a mi, me refiero a gente cerrada como tu.
#71 Veo que te he tocado la fibra sensible por que ahora te dedicas a perseguirme por los posts 
lee el hilo antes de opinar, mr. viril.
Bauer es franquista y lo ha dejado claro sacando el tema de Paracuellos aunque no venga a cuento, cuando Franco y sus secuaces asesinaron a muchísima mas gente y siguen por ahí tan tranquilos.
Bauer ,simplemente, ha saltado como un resorte cuando he aludido a otro post, que a mi personalmente me ha parecido digno de la época de Franco.
#73 oh vaya, lo ves, me equivoque. Sigues pensando que soy cerrado aun admitiendo un error?
-Nazgul- ¿Soy facha por decir que hubo asesinos en ambos lados?. Sin duda no se que hago perdiendo el tiempo con gente como tu...
joder nazgul, no abras la boca anda...q la cagas mas todavia...XDDD, ahora todos somos fachas, yo por sacar conclusiones respecto a los gustos de las mujeres de media vida, y bauer por postear sobre paracuellos...anda vete a dormir un ratin
#76, #77
Me baso en posts vuestros anteriores para decir lo que digo, no en lo último que habéis dicho. Bauer se dedica a criticar a ZP, inventar complots y defender a capa y espada a todo lo que sea de derechas ya sea Bush o Fraga, mientras que cafe-ole es una autoparodia del šmacho ibéricoš. Pero nada, seguid negando lo evidente.
#80, ahi te has delatado. El que no piensa como tu es un facha. Ya tengo todo claro de tu capacidad de analisis y argumentacion.
una autoparodia del macho iberico? esa ha sido buena, pero tu tb eres un topicazo, el tipico progre q habla de todo sin tener ni puta idea de nada.
El tipico progre cuyos tres argumentos son IRAK, el PRESTIGE y el YAK, y cuando es desarmado facilmente recurre a su verdad universal de que todos somos fachas.
