Paracuellos - en busca de la verdad

artuditu

Me he acordado de este interesante y esclarecedor articulo sobre Paracuellos (posiblemente el mas objetivo que he leido hasta la fecha) al leer una frase en tono jocoso y despreocupado de un individuo de otro hilo (nos tiene ya acostumbrados): "Las milicias al frente y los señoritos a paracuellos del jarama...."

Al leer este comentario me lo he tomado con humor al principio (otra mas, vuelve a superarse), pero no he tardado en acordarme del espeluznante relato que se narraba en este articulo que me hizo en ocasiones revolverme las tripas, tanto que he sentido la necesidad de compartirlo, aun a pesar de que pueda caer en saco roto si se abre la veda de los insultos y descalificaciones, que poco habremos aprendido de la historia en tal caso.

Siento de antemano que leer este articulo pueda causar una ulcera a mas de uno, ya que no es nada agradable lo que cuenta, pero aun asi creo que merece la pena leerlo.

PARACUELLOS

Besugo Fresco

Por Victoria Prego

PARACUELLOS.- Tengo una cita en el cementerio de Paracuellos con alguien que me va a hacer de guía. El lugar es una extensión inmensa cuajada de cruces sin nombre. No hay tumbas o, mejor dicho, hay siete tumbas gigantescas, fosas comunes, cubiertas de tierra. En esos siete espacios de 200 o 300 metros de largo, un jardinero arranca con cuidado la maleza. Es un cementerio singular, distinto a cualquier otro. El silencio aquí se haría insufrible si no fuera por el canto de los pájaros que anidan en los pinos, los mismos pinos bajo los que se perpetraron en la guerra asesinatos en masa. Damos un paseo sobrecogedor en el que casi se oyen las palabras de un testigo de lo que sucedió:

«Había un fuerte olor a putrefacción; por encima del suelo se veían desigualdades, como si emergieran miembros. En un lugar asomaban botas. No se había echado sobre los cuerpos más que una fina capa de tierra. Seguimos la zanja en dirección al río.La remoción reciente de tierra tenía una longitud de 300 metros.¡Se trataba, pues, de la tumba de 500 a 600 hombres!».

El encargado de Negocios de la Embajada de Noruega en Madrid, Félix Schlayer, y el delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja, doctor George Henny, han sido los primeros en darse cuenta de la existencia de un plan para asesinar de forma masiva a los presos de las cárceles de Madrid. Aunque en ese instante no son conscientes de la auténtica dimensión de lo que tienen delante, ellos son quienes descubren los lugares donde se está perpetrando la mayor masacre de la historia de la Guerra Civil española.

Ese escenario de muerte, que Schlayer y Henny apenas logran atisbar, corresponde a la primera matanza, la de las sacas de la cárcel Modelo y la de San Antón del 7 de noviembre. La operación ha contado con una preparación logística de primer orden, incluido el transporte de las víctimas en autobuses de la empresa municipal -verdes, de dos pisos- alineados en la explanada frente a la Modelo.

A los presos se les ha ordenado que dejen, al salir, todas sus pertenencias en la cárcel. Luego se les ata de dos en dos y, en grupos de 60 se les sube a los autobuses. Su destino es Torrejón o Paracuellos, donde les espera la muerte.

Una enorme zanja ya ha sido abierta, dispuesta para recoger los cadáveres. Los presos son bajados de los autobuses. Luego son separados en grupos de 15 o 20 y fusilados por tandas. Los demás asisten a la matanza mientras esperan a que les llegue el turno. Los primeros fusilamientos de Paracuellos se hacen bajo los pinos y los cuerpos son sujetados con ganchos y arrastrados por mulos hasta la fosa abierta 100 metros más allá. Luego, cuando se hace necesario cavar nuevas zanjas, los milicianos colocan a las víctimas directamente de cara a la fosa y de espaldas a sus asesinos, para que, al recibir el disparo, caigan directamente sobre los cadáveres de otros recién asesinados.

Así una tanda detrás de otra, hasta que la zanja abierta está repleta de cuerpos a los que, para abreviar el trabajo, no se da el tiro de gracia, lo cual supone que muchos de los fusilados caen aún con vida en la fosa común y mueren asfixiados por el peso de otros cuerpos y de la tierra que los habitantes del pueblo de Paracuellos, obligados a hacer esa tarea, echan sobre ellos hasta que les sepulta.

Esto es lo que se va desvelando ante los ojos de los miembros del cuerpo diplomático acreditados en la capital. Pero antes de haberse asomado más de cerca a la tragedia, Schlayer y el doctor Henny habían acudido el mismo 7 de noviembre a denunciar sus sospechas ante los responsables del orden en Madrid. Primero hablan con el general Miaja, que les da seguridad de que «a los presos no les tocarían ni un pelo». Luego acuden a Santiago Carrillo, delegado de Orden Público, quien asegura no saber nada del tema pero les da toda clase de garantías sobre la protección de los presos.

A esas horas, sin embargo, cientos de cadáveres habían empezado ya a ocupar las fosas recién cavadas. Al día siguiente, y al otro, y al otro, y así durante todo un mes, las sacas y los asesinatos continúan «sin que Miaja y Carrillo», escribe Schlayer en 1938, «se creyeran obligados a intervenir. Y entonces sí que no podían ya alegar desconocimiento, ya que ambos estaban informados por nosotros».

La organización de asesinatos en serie requiere de una planificación amplia, larga y rigurosa, que hace inevitable que las noticias de los preparativos de nuevas matanzas trasciendan del ámbito de quienes las programan. Según consta en las declaraciones de los protagonistas y de testigos de lo sucedido, en el pueblo se sabe de antemano cuándo se van a producir nuevos fusilamientos. «Mañana va a haber besugo fresco», es la frase que los hombres de la localidad utilizan para anunciar que al día siguiente les espera tarea, aludiendo con ello a la expresión de los rostros de quienes morían de aquella forma violenta: con cara de espanto y los ojos saltones, casi fuera de sus órbitas.

«Besugo fresco» hubo en Madrid, un día tras otro, desde julio hasta diciembre, y no sólo en Paracuellos, sino también en Boadilla, Aravaca, Torrejón, la Casa de Campo, Usera, Rivas... Las sacas se han estado haciendo en Madrid durante todo el verano, aunque con menor intensidad de la que se registra entre noviembre y diciembre, cuando se alcanza el grado máximo de asesinatos organizados.

A esas alturas, las tropas de Franco están en las puertas de la ciudad y los defensores de Madrid no están dispuestos a permitir que, si Franco llega a tomar la capital, consiga reforzar su capacidad con los componentes de la llamada quinta columna, nombre con el que se designa a esa parte de la población que, en esos momentos, o está en prisión o está escondida, constituida por oficiales altamente preparados, políticos, abogados, catedráticos o funcionarios. Hay que acabar con ellos, y así lo ordena el comandante del 5º Regimiento, el comunista Enrique Castro: «Comienza la masacre... Sin piedad», y lo ratifica el diario comunista Mundo Obrero en su edición del 8 de noviembre: «A la quinta columna[...] se la debe exterminar en un plazo de horas».

Esa decisión está tomada, sin embargo, desde tiempo atrás. Los inspiradores de esta política de exterminio sistematizado son los consejeros soviéticos que en esos momentos dominan ya por completo la escena política en Madrid y controlan las decisiones de los responsables españoles. Es el caso del periodista y agente de Stalin, Mijaíl Koltsov, que recoge crudamente en sus memorias cómo insiste una y otra vez en la eliminación de los quintacolumnistas presos. Y es también el caso de otro personaje poco conocido, pero activo y muy real, Josif Grigulevich, alias José Ocampo, el consejero ruso de Santiago Carrillo en Orden Público.

La decisión y planificación es de los soviéticos, pero la ejecución corre a cargo de los españoles. Segundo Serrano Poncela, número dos de Santiago Carrillo en la Delegación de Orden Público, es quien firma todas las órdenes de traslado que sirven para que los presos sean sacados de las prisiones y fusilados a continuación. Existe, además, un acuerdo secreto entre las Juventudes Socialistas Unificadas, controladas por Santiago Carrillo, y la federación local de la CNT, controlada por Amor Nuño, para la «ejecución inmediata» de los presos considerados «fascistas y elementos peligrosos». Con un añadido trascendental, que se encierra en esta frase: «Cubriendo la responsabilidad». Es decir, sin que se pueda descubrir a los culpables.

De la cárcel Modelo, de la de San Antón, de la de Ventas y de la de Porlier son sacados a lo largo de ese periodo miles de presos, oficialmente con destino a cárceles alejadas del frente de Madrid, como la de Valencia, pero que terminan su vida a manos de los milicianos de las Milicias de Vigilancia de la Retaguardia, sus custodios y asesinos.

A día de hoy, está perfectamente documentada, con nombres, apellidos, profesiones, peripecias personales y circunstancias de su muerte, la existencia de entre 4.000 y 4.600 víctimas enterradas en las siete fosas comunes de Paracuellos del Jarama, de las que seis corresponden a las matanzas perpetradas allí mismo y la séptima acoge los cuerpos de personas asesinadas en otros lugares y trasladadas a Paracuellos después de la Guerra.

Las matanzas se suspenden el 4 de diciembre, cuando toma posesión de su cargo un nuevo director general de prisiones, el anarquista Melchor Rodríguez, el ángel rojo. Es él personalmente quien acaba por fin con aquella carnicería.

El 8 de diciembre, el delegado de la Cruz Roja Internacional, doctor Henny, viaja en un avión con los distintivos de la embajada de Francia bien visibles. Henny ha sido llamado a Ginebra unos días antes de que celebre sesión el Consejo de la Sociedad de Naciones. Lleva en sus maletas documentos probatorios de las atrocidades cometidas en Madrid en esos primeros meses de la Guerra. Pero, a la altura de Pastrana, dos aviones rusos de los llamados chatos, con los distintivos del Gobierno republicano, ametrallan el avión de la Embajada francesa y le obligan a un aterrizaje forzoso. Uno de los pasajeros, el periodista Delaprée, muere. El doctor Henny resulta herido. Y las pruebas documentales de las matanzas de Madrid nunca llegan a su destino.

Edit: En #66 otro articulo sobre la matanza de Badajoz.

D0MINGO

El señor Carrillo siempre ha negado la participación en tales matanzas, es más, según él, desconocía la existencia del pueblo hasta que le acusaron de ello, estará mintiendo?

CAFE-OLE

Cuenta la leyenda q cuando Carrillo volvia del exilio en el avion y llegaban a madrid, le dijo a una azafata si podria ir a la cabina para ver mejor Madrid, q llegaba del exilio y hacia mucho tiempo q no lo veia.
La azafata fue a la cabina, entonces se escucho por megafonia la voz del piloto y dijo esto: Ola, soy el capitan, q sepan ustedes q el señor Carrillo esta con nosotros y dice q quiere venir a la cabina para ver Madrid, pues bien señor Carrillo, ahora estamos sobrevolando el guadarrama, donde usted mando fusilar a mi padre...

K

#3 si eso fuera cierto quisiera volver al pasado y subir a ese avión!!!

CAFE-OLE

Y la foto de la cara de Carrillo al oirlo OWNED

SoyLoPeor

Las matanzas se suspenden el 4 de diciembre, cuando toma posesión de su cargo un nuevo director general de prisiones, el anarquista Melchor Rodríguez, el ángel rojo. Es él personalmente quien acaba por fin con aquella carnicería.

Remarco un dato que muchos "tienden a olvidar" cuando hablan de Paracuellos.

Soldier

Artiduti hace un tiempo puse un web donde analizaban libros que hablaban sobre el hecho en question. Decir que la mayoria eran claramente partidiarios, pero incluso entre ellos podias distinguir los realistas (sin peligro de poder afirmar que eran rojos o filocomunistas.) que hablaban de 2mil o 3mil muertes. Cifra casi identica a los cometidos los dias posteriores a la victoria del bando facista...

#6 como nota curiosa tenemos que en el enterramiento de el "angel rojo" acudieron un numero similar de afiliados a la CNT como de falangistas...

michi

otra cosa no se, pero fusilar que bien se les daba a ambos bandos, vaya lideres que tenian...

cl0ud

articulo muy interesante y a la vez muy crudo, de donde lo has sacado artuditu ?

S

#1, muy interesante xo a la vez espeluznante.

v0rTeX

No se como puede haber gente capaz de hacer eso , una cosa es que sean enemigos , pero otra cosa es eso , por el amor de Dios , son personas , la vida de una persona deberia de estar por encima de cualquier cosa , pero bueno asi va el mundo.

toTTen

#7 q no nos cuentes historias

KaRLeSs

Soy el único q piensa q, la guerra civil, ¿ha sido muy idealizada en los libros del colegio, instituto, etc?
No pongo en duda q cuando tito Stalin vino a "ayudar" lo hicera a su manera (las conocidas purgas).

Lo de Paracuellos salió algo en el mundo, según me dijeron hará un par de semanas.

PD: Si buscas Paracuellos en google vaya webs q salen, martiresdeparacuellos y libertaddigital...

Editado: Bonito el dibujo, sabes hacer más cosas?

Kenderr

Que fuera un Anarquista el que parara las matanzas de presos no es un atenuante de estas matanzas. Que fueron muchos los muertos en ambos bandos, muchisimos, pero la gente solo se acuerda de los del bando que les interesa.

S

#16 Lo que pasa es que hay mucha gente que cuando oye o lee "anarquía" siempre le da por pensar "¡oh nous, que viene el caos, la muerte y la destrucción!".

Enkripted

no sabia nada de esto #1....

inkreible ;S

kargerm

#1 mira k soys pesados, vuestro bando se cargo mas gente e inicio la guerra, y como en toda guerra , se cometen atrocidades. asi q no ralleis, si carrillo fue el k firmo akello, pues bien, pero curiosamente carrillo no fue la unica persona k mandaba matar gente d akella. parece k los unicos caidos en la guerra para vosotros fueron los del bando nacional.

S

nuestro bando?? no gracias, no me identifico con asesinos, ni por un bando ni por el otro.

kargerm

pues entonces no apunteis directamente a una persona de las muchas k mandaron matar gente, xk haceis parecer k sea la unica, y k los unicos k os importen sean los k la palmaron en el bando frankista. creo k sobre esto se decidio pasar pagina, y prueba d ello es k politicos k stuvieron implicados en la guerra civil pudieron continuar ejerciendo como tales tras la transicion, sin mirar lo k hubiesen hecho en el pasado.

S

#21, la diferencia es ke los republicanos supuestamente eran los buenos...

Morkar

Me dejo la polla con los "soy ciber facha" que ponen el grito en el cielo con esto. Joas Joas

a)Me cago en la guerra civil (no quiero mencionar los traidores a la patria q la empezaron, si si... fue los de paquito I el hidraulico)

b) en la guerra mueren inocentes y condecoran a asesinos ... hay el tal yagüe ....

c) La guerra termino hace mucho, hubo muchas balas y muchos muertos, ambos bandos se portaron como asesinos (como pasa en todas las guerras)

PD: ¿pero quien empezo la guerra y porq? , eso es lo grave, el porque ....

Dieter

Curiosamente en este pais la historia la escriben los perdedores...

WaSHaAaH

España es así, quién cuente la historia, soplará a favor claramente de su ideología.

¿Acaso un pepero habla bien de Félipe? ¿Un sociata de ..? ¿Un..?

NO.

Dieter

conoces a alguien que hable bien de felipe gonzalez a parte de la gente de su partido?, porque si sales a la calle y preguntas un poco te diran todo lo contrario.

WaSHaAaH

Tan sólo era un mero ejemplo :\

#28 Gran avatar y toda la razón.

D0MINGO

Si la culpa de tanta tontería, de ese fantasma de la guerra civil es de gente como #19 hablando de "mi bando" o de "su bando" por el amor de dios, si ocurrió hace la tira, ni si quiera vuestros padres vivieron la guerra.

#21 y hablas de que después de la transición se pasó página? entonces por qué no paran de acusar a los del PP como franquistas o fascistas o ultraderecha? porque no son ninguna de las 3 cosas, sino todo lo contrario.

PeLoTaSo

#28 No te molestes, todavía no le ha terminado de crecer el cerebro, sino no diría todo lo que ha dicho, para empezar en ninguna cabeza entra lo de pasar factura, y menos aun cuando Carrillo no se ha arrepentido ni ha condenado nada, si hay alguien que tendría que estar en la cárcel es Carrillo, y luego detrás de él todos los que participaron en asesinatos, tanto del frente nacional como de los rojos, porque al fin y al cabo estar en guerra no justifica el matar a personas civiles.

Kenderr

Una cosa es pasar pagina, otra que al tipo este se le hagan homenajes como hace bien poco. Que la gente tiene idealizado el bando republicano cuando eran tan cabrones como los otros e incluso peores.