Paraguas corp, Diario de la infección

DÍA 1. 22 de Diciembre de 2012

Mi nombre es Dual, tengo 24 años y vivo en Linares, una pequeña ciudad de Jaén. Empiezo a escribir este diario porque por primera vez estoy asustado de verdad con todo este tema de la infección, necesito escribir y desahogarme. Espero que un día pueda leer esto y reirme a carcadada limpia.

Siempre he sido muy escéptico con todo este tipo de psicosis colectivas; gripe aviar, gripe A, calentamiento global... parece que siempre han querido manejarnos como marionetas utilizando el terror para acongojarnos y guiarnos mansamente por el camino que ellos han elegido. Siempre he pensado eso, y eso mismo pensaba cuando apareció este virus, - bah, otra tontería para mantenernos entretenidos y lucrarse a costa de vendernos medicamentos inútiles, ¡abrid los ojos, nos están utilizando! - La verdad es que ya no me reconozco en esas palabras...

El nivel de alerta se ha desatado y todo el mundo se teme lo peor. En mi ciudad se respira una falsa tranquilidad. La gente intenta hacer su vida normal, pero la crispación está en el aire y todos esperamos esa chispa que nos haga estallar. Queremos información, pero los medios de comunicación solo llaman a la calma. Nuestras calles se llenan de policía y militares, y cualquier comportamiento irregular es suficiente para que seas conducido de inmediato a la base temporal que tienen en Jaén. Han desaconsejado firmemente salir a carretera hasta que no se aclare la situación y los controles en las salidas de la ciudad son tremendos. Dejan entrar y salir a muy poca gente.

Todos estos días han sido relativamente tranquilos, he ido a clase, al gimnasio... Precisamente ayer estaban hablando del tema allí, uno de los macarras de turno hablaba en voz alta con otro, - ¡Vamos hombre!, no saben ya que inventar, ahora diciendo que si zombies, que si peligrosos... ¡como me venga a mí uno de esos 'infectaos' le meto una 'patá' en la boca que se le van a quitar 'to' las tonterías! - La gente reía y fanfarroneaba queriendo demostrar su valentía, pero esta vez no podían engañar a nadie, su risa nerviosa les delataba. Nadie sabía lo que estaba pasando y todos teníamos miedo.

A partir de mañana se van a extremar las precauciones y habrá toque de queda. Mis hermanos y sus respectivas parejas vendrán a vivir a casa porque no queremos estar separados en estos momentos. Mi piso está en un tercero y creemos que será más fácil de aislar en caso de extrema urgencia. Todo esto se debe a los disturbios y reyertas que se han producido esta noche.

Entre toda la confusión destaca el triste final de Ambrosio, un pobre diablo que hace varios años perdió la cabeza y vaga por las calles y los bares mendigando lo que puede. Anoche increpó algo a una pareja que paseaba por la calle. Esto no es raro en él, a veces se pone a gritar incoherencias o se mete con la gente que no le ayuda con una limosna, pero suele ser inofensivo. La cuestión es que esta vez la discusión subió de tono hasta que se enzarzó en un forcejeo con el chico, y llegó a morderle. El chico retrocedió asustado. La gente se había arremolinado alrededor para curiosear y los militares se acercaban llamados por el revuelo.
Ambrosio cada vez estaba más nervioso y gritaba contra todo el mundo fuera de sí. Los militares le encañonaron y le pidieron que se tirara al suelo. Pero él no hizo caso y siguió despotricando fuera de sus casillas. Dicen que se dirigió corriendo hacia uno de los militares y en ese momento fue abatido. En plena calle, a la luz del día y a la vista de cientos de personas. Los militares rápidamente acordonaron la zona y se llevaron el cuerpo sin vida de Ambrosio y al chico al que había mordido. Ya no sabemos más sobre el asunto.

También fueron asaltadas varias tiendas de comestibles, y creo que los saqueos irán a más. Está claro que si esto continúa se impondrá la ley del más fuerte.

He hablado con mis amigos y en los próximos días saldremos a robar todo lo que podamos. Cada vez llegan menos cosas a los supermercados y son más caras. Necesitamos surtirnos de todo lo necesario para una posible huída en tropel. Hoy hemos estado seleccionando nuestros objetivos aprovechando que sus dueños parecen haber huído ya. Tendremos que saquear una tienda de dietética, robaremos todos los alimentos en polvo, proteínas y suplementos alimenticios que podamos; una ferretería de los chinos alejada del follón del centro; el supermercado del barrio de la paz; una tienda de informática y una armería.

Queremos tenerlo todo dispuesto para emprender la huída en no mas de una semana si las cosas se ponen feas.

Nuestra idea sería formar una caravana de cinco o seis familias, y buscar un sitio más tranquilo donde pasar el tiempo necesario hasta que esto se calme. El padre de mi amigo Julián tiene unos amigos en La Toba, una pequeña aldea en la Sierra de Segura, que alquilan casas rurales y estaría dispuesto a alquilarnos dos de ellas durante todo lo que resta de invierno. Creo que será una buena zona para refugiarnos, ya que en invierno la zona está completamente incomunicada por la nieve.

Ahora voy a intentar dormir un poco, aunque no se si lo conseguiré. Si mañana me encuentro con ganas seguiré escribiendo.

Otro rato más para escribir:

Creo que soy el unico q se da cuenta de lo peligroso que es esto...
Creo que ha llegado la infección a cádiz, no sabria decirlo con seguridad, pero gracias a la radio he podido oir algo raro...

Algo sobre unos puntos de evacuacion y sobre disturbios en el casco antiguo...
Son las 6 de la mañana, y soy el unico que esta despierto (nadie cree que debamos hacer guardias... pero joder, no quiero ni pensar que...).
Me da la impresion de que cargo con toda la responsabilidad...

Dios, me estoy volviendo paranoico... quizas todo esto sea solo un malentendido, o una enfermedad normal.. y yo aqui pensando en armas, comida... y MIERDA, baterias...

Son las 10 de la mñana:

Si alguien lee esto, perdonad las faltas, es cosa de los nervios.
Espero sobrevivir... sigo pegado a la radio, y raul, q ya es policia, se ha terminado de convencer de mi teoria.
Al parecer la comisaria esta que arde... hay disturbios en las afueras de cadiz... el ejercito ha prohibido el acceso al casco antiguo...

Hemos conseguido mangar del muelle unas planchas de metal y las hemos soldado a la puertecilla del barco... una vez cerrado por dentro no se puede entrar desde fuera...
Solo ns queda encontrar baterias...

El padre de raul trabaja en algo de ingenieria... quizas podamos conseguir algo... pero hace mas de 10 horas que nosabemos nada de el ni de su familia (la mia, al parecer, ha conseguido encerrarse, pero estan muertos de miedo, dicen que han oido disparos...).

Baterias... armas... si conseguimos un poco mas puede que estemos completamente a salvo...
Aunque... estoy pensando q...

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DÍA 2:

FECHA: 23/12/2010

HORA: 23:28

LUGAR: Santander (en la isla del club naútico)

PUNTOS ESPECÍFICOS: Mi primer encuentro con dos infectados. Comienza a establecerse una pequeña rutina que permita hacer más llevadero el día a día. Hay constancia de más supervivientes pero evitan el contacto directo.

(Plano de situación)

ACCIONES REALIZADAS: Hoy tuve un día muy productivo, me levanté temprano, con las primeras luces del alba.

Había dormido bien, pero aún así, había pasado mucho calor a pesar de estar ya en pleno invierno, me levanté empapado en sudor. Fui al cuarto sin ventanas donde guardo todos los juguetes de Airsoft y me equipé con un uniforme, chaleco y casco. Pretendía usarlo solo para portar más provisiones encima y porqué no decirlo, meterme un poco más en el papel de superviviente.

Ya tenía el G36 que había adquirido y después, empaqué en la mochila los primeros víveres para dirigirme a la bahía que tan bonita había lucido días antes y ahora se encontraba, en muchos casos, muerta, con algunos cadáveres flotando en sus aguas.

Llegué al borde y subí en la motora todas las provisiones. Tocaba segundo viaje. Por el camino vi luz en un sexto piso. Ni por asomo se me ocurrió subir. Cuando subía por las escaleras de casa, un escalofrío estremecedor recorrió mi espalda, pero no se trataba más que del miedo que quería salir, aunque yo no le dejara.

Cargué con más provisiones y llené la motora con víveres en conserva para poder aguantar, al menos, un mes y me dirigí a mi primera fortaleza, la isla del club naútico. La electricidad no funcionaba, así que el utilizar el puxing para intentar encontrar una emisión estaría limitado a la batería. Preferí dejarlo para otro día.

Coloqué todo, aunque iba a durar poco, mañana tenía pensado ir a mouro, allí, en el viejo faro y bien alejado y protegido tendría más opciones de establecer una fortaleza. El libro dice que los ghules podrían seguir andando por el agua pero eso no lo iban a escalar nunca, lo tengo claro.

Eran las 13:42 cuando empecé a comer. Recuerdo exactamente la hora porque antes de ponerme a comer hice mi pequeño ritual de vaciarme los bolsillos y poner el reloj en la mesa, en este caso, una caja de cartón vacía. Solo comí un bote de fabada asturiana. Estaba muy rico y me comí hasta el tocino que nunca tomaba. No era época de derrochar. Si algún día todo volvía a la normalidad, habría aprendido mucho en esto, pero tampoco quiero pecar de soñador, aunque dicen que de ilusión también se vive.

Al terminar me subí en la motora para ir a Pedreña, al club de buceo. Finalmente no cogí mi equipo. Estaba en el garaje bastante lejos de mi casa y no quería perder tiempo en ir y venir, así que me arriesgué a que el club mantuviese alguno de los equipos que suelen tener. Aunque lo más importante eran las botellas y el compresor.

El puerto de pedreña tiene una pasarela como todos, que solo se usa para aparcar y descargar. Allí fui. Aunque ahora estuviese todo patas arriba, respetar las normas básicas, aunque sean de circulación y ahora no sirvan, me mantendrán con la humanidad que necesito, para seguir cuerdo un día más.

Comencé a andar por la pasarela, tranquilo, como sabiendo que no iba a pasar nada. El G36 lo tenía a la espalda, y al frontal dos cargadores que había conseguido. En el bolsillo de la pernera izquierda tenía cartuchos sueltos, pero necesitaba más cargadores. Los portacargadores frontales eran para un M4 así que los tuve que forzar un poco para que entrasen los del G36.

Subí por la pasarela y me dirigí hacia el club. La puerta estaba cerrada. Eso es bueno. De una patada la puerta se abrió. Nunca había sido de gran calidad y tampoco tenía cosas de valor, ni si quiera dinero.

A la izquierda, nada más entrar, están las botellas que usan. Probé 5 al azar, todas llenas. Fantástico, intenté cargar con dos, pero soy un poco tirillas, cada una pesa 20 kilos y agarrarlas con una mano es incómodo. Pero como se trata de sobrevivir lo intenté.

Caminando de nuevo a la pasarela una de las botellas, la de la mano izquierda se me resbaló y comenzó a rodar. ¡Mierda! grité. Solté la otra que afortunadamente no rodó y corrí tras la otra. No llegué a tiempo y esta cayó al agua. ¡Joder!

Me levanté y me sacudí un poco. Al mirar hacia el club vi como cerca, por la acera una silueta se formaba y definía cada vez más. De un oscurro borrón a una figura humana. Cogí el G36 y apunté para mirar por la óptica y poder ver que era un infectado. No me lo creía. Retiré el arma para mirar por mi mismo para volver a apuntar. Joder, era uno de ellos, el primero.

¿Qué hago? Todavía no había disparado y no tenía ni idea. Estaba a 20 metros por lo menos, mejor que se acerque y así no fallo. La munición era importante. Cuando estaba a punto de disparar oí pasos, repiqueteos de pies desnudos mucho más cerca. Desencaré el arma y vi a uno corriendo. Salía del club de buceo! Joder, había estado hace unos segundos ahí y no se había enterado. Tal vez entró allí por la ventana del baño o quién sabe, pero estoy seguro de que se enteraron por el ruido cuando se me cayeron las botellas.

Le apunté rápidamente y disparé de manera instintiva. Era la primera vez que disparaba un arma de fuego. Durante un momento experimenté todas las sensaciones del mundo. Desde el subidón que se experimenta al saber que con solo el dedo índice controlas la vida de la otra persona, hasta el bajón y el miedo al ver que no solo fallé, sino que el retroceso me tiró al suelo.

El ghul, infectado, o lo que fuera, corría mucho, y estaba casi encima mio. Intenté alcanzar el G36 que se me había caído tras el retroceso y el susto que me llevé. Mierda, ya le había alcanzado cuando el ghul tapaba con su cabeza el sol que antes me cegaba los ojos. Pensé que todo se había acabado así que cerré los ojos y apreté los dientes.

Podría haber luchado pero tenía miedo. Sin embargo un sonido sordo seguido de una cegadora luz me tranquilizó. ¿Había muerto? No. Alguien le había disparado y se había caído a mi lado dejando de nuevo paso a la luz del sol.

Joder, había alguien más y me había salvado. El otro ghul, el de la acera que se movía más torpemente todavía estaba a cerca de 20 metros. Iba muy despacio. Giré mi cabeza y vi al ghul ya muerto, su función cerebral ahora si que había terminado.

Me levanté y ya recogí el G36. Miré a los lados y a los edificios cercanos pero no discernía nada. Tengo un angel de la guarda me dije. Una nueva oportunidad joder. Ahora ya sabía lo que era estar cerca de la muerte, y el retroceso de un arma de fuego, así que esta vez estaría más preparado. Apunté al ghul tensando más mi brazo para que el golpe no me afectase. Apuesto a que mi angel de la guarda estaba ahí, en su escondite, riéndose como ese inútil vestido de falso militar apunta a un ghul.

Disparé y pude ver como se abría su cabeza a la altura de la frente. Apunté al cuello pero se desvió. Tendré que practicar más. Sentí un subidón increible. Todo era diferente. Las botas ya no me apretaban ni me dolía la herida de la uña del pie, era como si todo hubiese cambiado de repente.

Grité preguntando quién era el misterioso tirador. Nadie contestó. Aún así volví a gritar diciendo que mañana volvería.

Tras hacer cinco viajes pude meter 8 botellas en la motora. Las guardaría en mouro, pero también dejaría dos en la isla del club naútico. Tenía pensado establecer diversos lugares con provisiones.

Lo siguiente que tenía pensado era algún baúl estanco para guardar provisiones cerca de alguna boya en caso de necesitarlas algún día, pero ahora no abundan así que no puedo permitirme derrochar comida para guardarla por ahí.

Me sentía más seguro así que tras los viajes y haber dejado todas las botellas volvería a la ciudad. Me creía capaz de todo así que era mejor que aprovechase ese sentimiento antes de que fuera demasiado tarde.

Entré por el barrio pesquero. Prefería que fuese más a las afueras que en el centro para evitar riesgos. Imaginé un Pedro Munitis zombi y dispararle en las rodillas, pero luego las imágenes de mi imaginación se apagaron tras escuchar un grito.

Había subido del puerto cuando un grito, incesante comenzó. No pedía ayuda, solo gritaba. Joder, hoy estaba viviendo más que en mis 24 años de vida. Estaba armado de valor así que corrí hacia el origen del grito. Una cuarta planta de un edificio antiguo de la lonja.

Subí por las escaleras crujientes cuando a la altura del tercer piso una se rompió y mi pierna entró hasta casi la pelvis. Me hice alguna herida seguro pero no me disloqué por suerte. Saqué la pierna y seguí subiendo.

Si esto fuera una película abusariá del Shaky cam, el efecto ese de agitar la cámara para recrear el estrés de la situación. El cual se podía cortar con un cuchillo.

Vi la luz, nunca mejor dicho, del piso del que provenían los gritos. Un pasillo estrecho con algo de luz y al final, un ghul, golpeando una puerta cerrada o lo quedaba de ella. Tras uno de los agujeros podía ver a una persona, que gritaba de manera incesante. No podía arriesgarme a disparar porque lo mismo le doy!

Me embargó el espíritu de las películas y solté un ¡Ven aquí gatito! para acto seguido maldecir diciendo ¡Ostias es de los que corre!. Reculé y subí un poco unas escaleras y cuando el infectado estaba lo suficientemente cerca le disparé tres tiros a bocajarro. Cayó al suelo y ya nunca más se movió.

Me acerqué al final del pasillo, con calma para que no se alterase y al ver que no era uno de los ghules salió corriendo y me abrazó. Era una mujer de unos 40 años o tal vez menos, pero estos días de angustia envejecen a cualquiera. Le di agua de mi cantimplora y me contó que gracias que el ejército había llegado.

Su nombre era Marta y tenía 37 años según me dijo aunque aparentaba 40 por que llevaba varios días encerrada en casa por miedo y esta misma mañana un ghul la había visto por la ventana. Dijo que yo era su ángel de la guarda aunque su semblante se oscureció cuando la expliqué que ya no quedaba nada, ni si quiera ejército y cometí un error, la dije que me acompañara a mi pequeña fortaleza, mi pequeño refugio seguro. Llevarla allí significaba dividir por dos las raciones y cantidades de supervivencia pero el error que no cometí fue el de contarla mis planes y mis otras opciones.

Tenía heridas en las manos pero eran pequeños arañazos como de zarzas. Se los limpié con agua y subimos a la motora, nos dirigimos a la isla, a mi pequeño refugio donde terminé de explicarle lo que sabía. Le expliqué que según creo hay dos tipos de ghules, los torpes y los veloces, que no sé exactamente porqué, pero son así.

Ya es tarde, exactamente las 24:14. Marta no se ha acostado, me ha pedido que la abrace al dormir porque tiene miedo, pero la he dicho que no. No quiero unir lazos con nadie ahora, porque no sé cuando se podrán romper, y lo último que necesito es perder a más gente. La he advertido de que tiene que buscar una función para la que sea útil en el refugio o en la supervivencia, sino, solo estará acortándome los víveres y es lo último que quiero.

Cierro el libro, mañana tal vez sea otro día, o tal vez no. Volveré a por más botellas de oxígeno y tal vez conozca a mi ángel de la guarda, o tal vez, me dispare a mi.

¿Qué fecha tiene la primera emisión de radio? Es que no tendría lógica que en todas nuestras historias podamos escuchar lo mismo sin ubicarnos en el mismo día

#194 No, yo me refería a la fecha, tipo 26 de diciembre de 2012 por ejemplo. Es que cada uno está empezando su historia en diferentes fechas

¿Entonces escucharían la misma noticia aunque se encuentren con meses o años de diferencia?

#194 Aver, cada uno explicara un poco para el como empezo todo, pero lo que es la "Historia" comienza el 22 de diciembre de 2012 ( al menos es lo que yo entendi al leer #1 )

#196 Vale. Entonces la posibilidad de crossovers entre historias no será viable. Una lástima...

Bueno aquí estoy otra vez delante de este diario intentando escribir de forma coherente. Tengo una quemadura increíble en la pierna y me duele muchísimo, la estoy intentando tratar lo mejor que pueda en la situación en la que estamos, y espero que no se me infecte, jeje infecte.

Pero bueno lo mejor sería empezar desde el comienzo de esta locura de día.

Ayer por la tarde todo iba bien. Estábamos distraídos de todo lo que pasaba y realmente nos estábamos divirtiendo, joder, si hasta nos descojonábamos de mala manera. La partida de rol derivó en una charla animada que se fue apagando y terminó por convertirse en ronquidos. Todos estaban durmiendo, pero yo no podía pegar ojo. Ni siquiera la hierba me dio sueño.

Salí a la terraza a tomar el aire, eran las cuatro de la madrugada, me encendí un piti y empecé a observar las calles. Estaban plagadas de zombies.

Decenas de estas criaturas se arrastraban aquí y allá. Algunas con heridas espantosas, había un hombre de, mmmmm, mediana edad que se arrastraba por el suelo con el cuerpo medio destrozado por algún vehículo, la sangre se coagulaba en charcos por la calle. El olor a podredumbre empezaba a subir poco a poco y eso no me gustaba nada.

Pese a todo ello las estrellas brillaban con fuerza en el cielo nocturno. Se podía distinguir claramente Orión, mi constelación favorita, anda que no habré pasado tiempo contemplándola en el pasado y con voces excitadas hemos estado hablando del momento en el que los Zombies se alzarás, que irónico.

En vista de todo lo que está ocurriendo, me pregunto si realmente llegaré a ver el final de todo eso. Pero igualmente me siento feliz, por fin la raza humana ha recibido su castigo. Años de aberraciones y borreguísimo llevaron a nuestra raza a un final más que lógico. La aniquilación total. Y solo los mejores, más espabilados e inteligentes llegarán a ver el amanecer de una nueva era, la era dorada de la humanidad.

Un grito inhumano me arrancó de mis pensamientos. Unos escalofríos recorrieron mi columna vertebral cual corriente eléctrica. Miré a la derecha, a la izquierda, pero no podía saber de donde vino el grito. Dios que acojone!!! En el silencio de la noche, no se oia nada mas que nos pasos vacilante y arrastrados de los zombies y los gorgojeantes ruidos que hacían sus gargantas resecas y llenas de sangre coagulada.

Pero este grito era algo diferente, algo realmente acojonante.

Cuando acabé el cigarro, debo encontrar algún estanco, vamos a necesitar más tabaco, entré en el salón. Todos seguían dormidos. Esas seis personas eran todo lo que me quedaba de mi vida anterior. Mis amigos, pero debo ser consciente de que en algún momento probablemente los pierda… pero así es la vida Postapocalíptica, llena de incertidumbre, pero prefiero vérmelas con los zombies que seguir teniendo a Zapatero de presidente.

Y así me quede yo… pensando en cosas totalmente dispersas hasta que amaneció. El primero en despertar fue Paxi. Gran hombre ese vasco. Encendiendo un par de cigarros nos pusimos a hablar y decidimos probar otra vez con la radio. De las dos que teníamos nos quedamos con una, la otra la llevaba la madre de Jóse. Le encendimos y nada, ruido, seguimos probando y probando, frecuencia tras frecuencia a ver si captábamos algo. Por un momento creímos escuchar algo, pero la señal se fue demasiado rápido.

Tras un par de horas de intentos desistimos.

Joder. Al apagar la radio me di cuenta que el indicador luminoso de la batería había bajado a una sola raya. Nos quedaba más bien poca batería y necesitábamos la radio. Teníamos que hacer algo! Las pilas que teníamos no nos servían de nada, se requerirá más potencia de entrada, como de la batería de un coche. Si la batería de un coche serviría, pero para ello debíamos bajar a la calle… uffff… a la calle plagada de bichos simpatiquísimos de la muerte.

Bueno si hay que hacerlo se hará. Decidimos bajar Chuky ( Dani pero casi nadie le llama así ) Rodri y yo. Entre los todos trazamos un plan. La verdad es que era un poco chapuzero. Consistía en hacer el menor ruido posible, vaya planazo!!!.

Nos armamos con nuestras mejores armas. Dos bates de beisbol, una especie de hacha y nuestra fuerza de voluntad. Salimos del piso y bajamos por las escaleras. Nuestras botas militares retumbaban por los escalones cual tambor de guerra anunciando lo que se nos venía encima. Yo vestigio en mi ropa militar del ejército búlgaro, ya que mis padres son ex militares tengo una buena cantidad de pertrechos militares incluidas varias corbatas jeje. Con el petate en la espalda, el bate en mano y mu chupa de cuero bajada alado de Chuky. Una persona algo más alta que yo y con más espaldas, vestido con unos vaqueros negros y la bomber, llevaba el hacha en la mano derecha mientras con la izquierda hurgaba y hurgaba en los bolsillos buscando algo.
-Tienes un piti??? me pregunta de repente girándose hacia mi
Le pase un Ducados Rubio que tenía a mano, lo encendió justo cuando llegábamos a la entrada del portal. Rodro, el otro integrante de nuestro pequeño grupo de exploración ya estaba abajo esperándonos. Es más bajo que nosotros, más flaco y veloz, iba vestido también con un pantalón militar y su chupa de cuero, éramos como el reflejo de un espejo, solamente que yo pesaba más de 40kg más que él.

Nos tomamos unos minutos antes de salir, más que nada para tranquilizar un poco los nervios. Carai, sí que estaba nervioso. Es raro haber deseado que algo así ocurriera desde siempre y ahora estar en medio de todo aquello y no saber que pensar. De pronto me vino a la cabeza la peli de Zombies Party y empecé a descojonarme. Chuky y Rodro me miraron extrañados, pero ellos también se contagiaron. Tras unos minutos, y casi sin poder respirar nos dispusimos a salir. Abrimos la puerta. Y salimos.

Estábamos en el Infierno.

Arghhhhhh que dolor!!! La pierna me duele cada vez más. Voy a dejar de escribir por un rato. Luego más tarde sigo con el relato.

pues por ahora me lo estoy leyendo todo y animo a que sigais ^^

Parece que puedo actualizar mi blog. Es un milagro que funcione internet pero que la línea telefónica esté cortada .

Hace escasamente una hora he quedado con un coleguilla de clase. El tema es que misteriosamente estaba conectado al Messenger.

El chaval se llama Adam, y vive en Elche. Me comentó que allí poca cosa ha pasado. Hombre, algo si que pasaba. Lo tipico. Coches pitando en dirección hospital, gritos por las calles... Pero no como aquí... Que esto parece el puto infierno joder, coches reventados por la carretera, cuerpos inertes, humo, fuego... Lo típico vaya. Por cierto, todo esto lo cuento un toque satírico por no llorar eh, que no se nada de mis padres aun...

Al grano. He quedado con el en el Consum que hay en frente de mi urbanización. Vivo en un noveno y es una zona bastante abierta, con buena visibilidad y tal. Del rato que llevo asomado con el portátil por la terraza aún no he visto nada. Bueno sí, coches a toda hostia.

El plan es que traiga el 4x4 de su madre y yo coja el Ford de mi padre. Vayamos al Consum y a coger provisiones. Comida, bebida, pijaditas...
Después al Corte Inglés, ofc. Donde cogeremos PS3s, XBOXs, Wiis, PCs, Portátiles... Ah, y armas de caza que venden por ahí; arpones, rifles...

Luego actualizo. Espero que alguien me lea.

#206 Ahora sí. Mucha gente, como yo, se ha liado con eso porque aquí cada uno ponía el día que quería. Al empezar todos en el mismo día quedará mucho mejor. En #1 el Día 1 es el 21 de diciembre de 2010

Por cierto, si hay crossovers entre diarios, especificadlos!

#205 Una infeccion zombie y vas a ir a cargar con xbox y ps3? A algunos no os entiendo xD