«Una plaza de programador o programadora»

charlesmarri

#30

De hecho, quien haya leído algo más de Reverte, y no sólo un par de párrafos suyos, y hablo de leer entrevistas, etc, sabrá que él mismo dice que en sus artículos libera a un personaje suyo, un personaje que no deja títere con cabeza, irónico y mal hablado, directo con las cosas que él cree que se debe castigar a base de latigazos escritos.

¿Soez? ¿Violento? ¿Machista?

A otro con ese cuento.

2 respuestas
o4colorxl

#31 tiene toda la razon. El Perez-Reverte columnista, camorrista con su excompañero de pagina Javier Marias o con Paulo Coelho, malhablado, renegado de la sociedad actual española y caustico es un personaje mas, el mismo lo ha dicho muchas veces.

Para escuchar al Perez-Reverte original y publico es mejor escuchar algunas de sus entrevistas.

Tanto en una faceta como en otra, es un genio.

Y por supuesto en el articulo que #1 reproduce, tiene toda la razon del mundo.

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NerfMe

Supongo que tendremos que aguantar esta analfabetización forzada de la sociedad por un añito más y luego dedicarnos a arreglar el desastre.

Aprovecho que ha utilizado la palabra un miembro de la RAE y en un texto que habla sobre usar una terminología correcta, ¿por qué absurdez no existe?

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o4colorxl

#33 ¿que no existe? Una cosa es que no lo encuentres en el diccionario de la RAE que no refleja derivados de palabras, pero que yo sepa es una palabra existente y perfectamente valida.

absurdez f. Cualidad de absurdo. Cosa absurda. -ez

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NerfMe

#34 Ummm... no termino de entender lo de los derivados, porque sin embargo absurdidad sí está en la RAE, curiosamente con la misma definición que has puesto.

absurdidad.
(Del lat. absurdĭtas, -ātis).

  1. f. Cualidad de absurdo.

Llámame tonta, pero no pillo la diferencia, y absurdez es una palabra aún más usada.

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o4colorxl

#35 Supongo que ambas serán validas.

La absurdidad de la idea de que una piedra caiga hacia arriba es inmensa.

Es una absurdez pensar que una piedra caera hacia arriba.

La idea de que una piedra caiga hacia arriba es un absurdo.

Creo es una palabra muy versatil XD

Y yo a ti no te llamaría tonta nunca. Otras cosas no se, tonta no.

EDITADO: Oye pues tienes razon, absurdez no aparece. Aparece memez, insensatez, necedad. Pero absurdez no. Raro.

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Ralf1977

A mí ya me caía bien Pérez Reverte, pero desde que le atizó a Moratinos...no digo que se convierta en mi ídolo, pero está claro que ahí habló por mí. Paso enlace:

http://www.youtube.com/watch?v=BYl7J8O0Rgc

Y por supuesto, chapó en la queja que hizo del uso de lenguaje impuesto por éstos iluminados

spoiler
NerfMe

#36 Ya, ya, lo digo porque ambas palabras son derivadas, ambas son palabras que se usan, incluso absurdez se utiliza más que absurdidad, pero una sale y otra no. No sé, cosas extrañas.
Mi duda es esa, no si una es más inválida que otra.

Gonchito

Es que es una especie de revancha de las mujeres (sólo de las del gobierno, porque exceptuando cuatro gatas, no conozco ninguna a las que les parezca bien lo que hace el Gobierno). Los cojones igualdad. Si de verdad fuese igualdad no me enfadaría, porque la igualdad es totalmente comprensible y razonable.

Pero cosas como anunciar puestos de trabajo con su versión "femenina"... Señora, no me joda, que si la palabra presidente es así, déjela.

Porque yo todavía no he visto anuncios ni que se hable de futbolistos, transportistos, artistos, comentaristos... Y eso que son trabajos ocupados en su mayoría por hombres. Pero esos hombres son sensatos, no son gilipollos, y les da igual que su profesión acabe en A.

B

Pues resulta que hoy no me sale el artículo. Doy vueltas y vueltas, y nada. A ver si es que en estos diez años lo he contado todo, me digo, y es hora de cerrar el kiosco. O tal vez la pinche vida ha dejado de tener sentido, y ahora todo me importa un huevo. Qué hacer, se preguntaba Lenin. De modo que telefoneo a El Semanal y le digo al subdirector, Fernando Rayón, que adiós para siempre. Me jubilo, chaval. Lo siento por el rey de Redonda, que ya éramos pareja de hecho, a quien dejo solo ante las erizas y demás. Pero así es la vida. Que cada perro se lama su etcétera. En ésas estoy, digo, cuando Fernando, a quien por algo los íntimos apodamos Monsignore, me apunta: «¿Has probado a leer a Paulo Coelho?». Eso me deja pensativo y reflexivo. Incluso contemplativo. Total, concluyo, de perdidos al río. Vestido de pequeño saltamontes, peregrinaré hasta la última página. Tal vez así encuentre la luz. Camino por las montañas del Tibet, según se sube a mano derecha. Me cruzo con un caminante solitario, y cuando lo veo de cerca resulta ser Javier Marías. Busco la verdad chipén, le digo. Algo que garantice la prosperidad de mi intelecto y de mi tecla. «Lee a Shakespeare, recuerda al coronel Blimp y busca en tu corazón tan blanco», responde. En ese momento canta una tórtola en una cumbre nevada, y comprendo que los días son luminosos y las noches negras, y que en invierno hace un frío de cojones.

Sintiéndome por el buen sendero, sigo mi peregrinación entre ríos y montañas. Encuentro una monja tibetana que me da su tarjeta. Paka Díaz, pone. Dime, caminanta, inquiero. ¿Quién ofende más? ¿El que tiene ánimo o el que no lo tiene? Ella alza un dedo y responde. «No ofende el que quiere, sino el que puede». Entonces me miro en las cristalinas aguas del lago y veo a uno que soy yo, y comprendo que los lagos reflejan tu rostro a condición de que el agua esté quieta. Que tiene miga. También descubro, fascinado, que si metes las manos en el agua, te las mojas. Llego a una aldea global abandonada. Una flor de loto se marchita en un tiesto. Veo un cartel: «Si quiere conocer y saber más, pase la página». La paso. Veo sentado a un viejecito con barba cana. Busco el conocimiento y la sabiduría, le digo. Entonces el viejecito me contesta: «www.ramonbuenaventura.com», y luego señala el fuego de su estufa Fagor de camping gas. En ese instante comprendo, como una revelación, que el fuego quema pero también calienta, y que en esa doble dualidad dual están el principio de la verdadera sabiduría y la madre del cordero.

Más alegre, casi optimista, me interno en una selva oscura del alma. En la floresta aúllan un lobo y una loba, y comprendo que se trata del Yin y del Yang que señalan el camino y el modo de derrotar al enemigo que llevo dentro, que no soy yo, sino otro que no soy yo pero que en el fondo soy. Sin serlo. Esto marcha, me digo. Cada vez lo tengo más claro. Luego, en plan Enrique de Ofterdingen, interrogo al follaje. Cómo salir del bosque de la vida, pregunto. Qua? Quomodo? Quando? Entonces el viento silba entre las ramas y me da una respuesta: «Limpiar el carré de cordero, untar la carne con miel y añadir el jengibre rallado». Así comprendo que he llegado a la página de Juan Mari Arzak, que medita tocado con un gorro de derviche, y en mi corazón se adentra la evidencia de que la cebolleta y el hinojo en rama deben ir siempre muy picaditos. Y si no, no. Porque el sentido del gusto -esa es la gran lección que extraigo- no consiste en decir el gusto es mío. Entre gustos no hay disputa. Y puta que se duerme, se la lleva la corriente.

Como ven, ya me siento muy cerca de la verdad. La olfateo. Snif. Snif. De modo que, impaciente, cruzo valles y torrentes, trepo a riscos, y a lomos de un yak me encuentro a Nativel Preciado, que cabalga vestida de lady Godiva nepalí. Busco al maestro, le digo mientras recobro el resuello. ¿A qué maestro?, me interroga a su vez, enigmática. ¿Al maestro Marina o al maestro Coelho? Y entonces comprendo la lección. Quien cree tenerlo claro, lo tiene oscuro. Y viceversa. Llego, por fin, a un monasterio de lamas. Y lo hago -lo noto en mi corazón- repleto de una sabiduría que te cagas. Allí, dándole vueltas a una carraca mientras pronuncia infatigable los nueve mil millones de nombres de Dios, encuentro a un hombre de mirada tranquila y canas venerables, que transmite paz y felicidad con la misma naturalidad con que Gaspar Rosety retransmite el partido del domingo. Cuéntame, maestro, digo. Cuén-ta-me lo que pa-só. Y entonces, el hombre responde: «Un viejo místico iraní se tomaba una caña en un bar de París cuando un rey y un visir que pasaban por allí le preguntaron: ¿Por dónde se va a Cáceres, si nos hace el favor? Y el viejo místico respondió: andes lo que andes, no andes por los Andes». Eso dice el de la carraca, y la sabiduría ilumina mi corazón. Y comprendo que puedo seguir llenando esta página otros diez años más. Por lo menos.

Este tío siempre fue Dios.

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Q

Hombre, lo del masculio genérico, desconociendo si ha sido estudiada o no su etimología, creo que puede tener cierta base machista. De ahí los hijos de puta de los políticos y sindicalsitas que tenemos en este país lo llevan al extremo y convierten la evidencia en una ridiculez, provocando brotes del extremo contrario. Y así se crea, por oposición de contrarios, el bipartidismo español.

En otros idiomas no existen diferencias de género en el lenguaje. En el nuestro sí y eso convierte a nuestro cerebro en más propenso a realizar divisiones entre hombres y mujeres, creo yo.

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Meleagant

#31

En Twitter también ¿no? xD

charlesmarri

#40

Deduzco que se está cachondeando de Coelho, ¿no?

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B

#43 ¿Deduces? XD el artículo entero simula cómo va pasando de página en página por una novela X de ese tipo, donde lee obviedades, absurdeces y demás tonterías que van de espirituales y reveladores cuando se reducen a "el agua moja", que es lo que pensamos una gran cantidad de gente que se nos tacha de fríos, o de no tener sensibilidad para entender, que tiene narices. La verdad, si piensas como dije anteriormente, y has leído algún libro de Coelho (yo me leí el alquimista y la bruja de portobello) te terminas partiendo la caja al leer el artículo de Reverte.

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charlesmarri

#44

Tengo "El Alquimista" para leer.

Así que no puedo decir mucho más porque no he leído nada de Coelho. Pero si creo que en la vida hay que tener cierta espiritualidad y sí que he leído entrevistas de Coelho y al menos esa espiritualidad la trasmite.

No me ha dejado muy buen sabor de boca ese artículo de Rever.

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B

#45 Carlos, si no te has leído un libro de Coelho, no entiendes a lo que me refiero. Reverte escribe que ese día no se encontraba cómodo, que se sentía sin actitud, y al querer refugiarse en algo que le anime el espíritu le recomiendan varias fuentes decentes (como shakespeare) y otros le dicen que Coelho, que es el recomendado entre la literatura barata de estos días, sobre todo entre la femenina. Se decanta por este último y el resto del artículo es básicamente un resumen de cómo en vez de encontrar las revelaciones espirituales que tanta ama de casa y tanta chavalita predican, se encuentra un cúmulo de obviedades y literatura rancia, ni más ni menos.

Y como todo en esta vida, es una opinión, la cual comparto con Reverte. Y ahora, échale narices a leerte un libro de Coelho y que de la casualidad de que eres de mi opinión. Intenta explicar que te atrae la espiritualidad, pero no la encuentras entre tanta mamarrachada. Te dirán frío, te dirán retrasado, te dirán que te falta madurez para alcanzar el grado de aceptación de sus obras (término muy típico entre mucha retrasada que se piensa más madura que nadie de su edad aunque solo de para ver Fama y Física o Química, por cierto) y un largo etcétera, sin atender a más razones.