Titulo original: La precariedad y las rentas extractivas pulverizan la riqueza de los jóvenes y les condenan a un peor nivel de vida
Las rentas de las familias todavía no ha recuperado los niveles precrisis y su riqueza, entendida como el valor de los activos que poseen los hogares menos la deuda, aún se resiente de los embistes de la crisis, principalmente por la depreciación de la vivienda. Pero si hay uno de los grandes perdedores de la crisis, y sobre todo de la recuperación, son los jóvenes. Según el Banco de España, los menores de 35 años han sufrido un desplome de sus ingresos del 22% desde 2008 frente al 1,5% de la mediana de todos los hogares que recoge la Encuesta Financiera de las Familias. Pero lo más grave es como ha quedado pulverizada su riqueza que ha pasado de los 81.700 euros de 2008 a los 5.300 euros a cierre de 2016, lo que supone una reducción del 93%. Este fenómeno se explica a que los jóvenes se han quedado fuera del mercado inmobiliario, ya que la vivienda es el principal activo de la riqueza familiar.
Con la crisis financiera de 2008, se puso fin a la mejora económica en el relevo generacional. La Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España refleja una ruptura entre la población más joven con la más madura. La crisis y su posterior recesión golpeó a todos los grupos de edad, pero no por igual. Y lo mismo está pasando con la recuperación económica.
[...]Los analista del Banco de España reconocen que son las generaciones con menos edad las que reflejan una mayor diferencia con lo que había antes de la crisis. La renta mediana de los menores de 35 se ha desplomado casi un 22%. Por ejemplo, para los mayores de 74 años se ha incrementado un 29% y entre edades comprendidas entre 35 y 44 años ha caído un 7% desde 2008.
La reducción de la renta de la población con menor edad se debe principalmente a los menores ingresos de los salarios. Los jóvenes no solo soportan mayor rotación, temporalidad, y menor sueldo, también sufren peores remuneraciones en su entrada al mercado laboral que las generaciones anteriores.
Todavía más dramático es el parámetro de la riqueza, entendida como el valor total de los activos menos el importe de las deudas. Desde 2008, se ha reducido un 93% pasando de 78.800 euros a apenas 5.300 euros, cuando la mediana para el conjunto de los hogares en España ha caído hasta 2017 un 35%. Pero también se ha destruido con fuerza la riqueza para el grupo entre 35 y 44 años al caer un 60%. Mientras el patrimonio de los mayores de 65 años ha resistido mejor. En el período solo ha bajado un 14%.
En esta estadística mucho tiene que ver la vivienda en propiedad que sigue siendo la mayor fuente de riqueza de los españoles. Las estadísticas del Banco de España indican que los jóvenes compran menos y alquilan más. La razón tiene que ver porque sus salarios y nivel de ahorro no les permite tener un acceso a la vivienda en propiedad. Esta realidad, según los expertos del Banco de España, tiene que ver con que son de la población de mayor edad, quienes concentran más activos inmobiliarios, son los que están alquilando a los más jóvenes. Hasta el punto que la información de la estadística revela un repunte de la deuda en segunda vivienda, que posiblemente irá destinada a la población más joven.
Una de las consecuencias directas ya se nota es el menor número de hogares de menores de 35 años. Si en 2008 el porcentaje de hogares cuyo cabeza de familia es menor de esta edad era el 13,3%, en 2017 es prácticamente la mitad al situarse en el 7,6%. Esta situación también afecta a la generación anterior. Entre 35 y 44 años, los hogares también se ha reducido en 9,6 puntos porcentuales. No es hasta que el coherte supera los 45 de años cuando los hogares ganan peso sobre el total, respecto a 2008.
[...]El Consejo de la Juventud de España ha calculado que los alquiler supone el 94% del sueldo de los menores de 35 años.
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El organismo confirma que la situación financiera de las familias está mejorando con la recuperación económica, pero a un ritmo inferior al que lo hace el conjunto de la economía. El PIB creció entre finales de 2013 y finales de 2017 un 12,7% en términos acumulados, y superó desde mediados de 2016 el nivel precrisis. Sin embargo, ni las rentas de la familia, ni su riqueza, entendida como la suma de los activos que atesora un hogar menos su deuda, ha llegado a cerrar la brecha generada principalmente desde 2012.
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Entre finales de 2014 y finales de 2017, la riqueza neta mediana de los hogares continuó la tendencia decreciente mostrada en el período anterior hasta 2014, aunque a una tasa inferior (6,4% frente a 21,9%), acumulando una caída del 27%. Por el contrario, la riqueza media por hogar aumentó ligeramente entre finales de 2014 y finales de 2017, de 250.800 euros euros a 253.900 euros. Respecto a 2008, la riqueza de las familias en 2017 es un 35% más baja.
Fuente: eleconomista.es
Las estadísticas del artículo son un poco de perogrullo: estamos peor que cuando el boom. Pero la chicha a mi parecer está en el principio del artículo (y su título), y es el hecho de que los jóvenes no sólo tienen empleos más precarios sino que además tienen más dificultad para acceder a la vivienda en forma de hipoteca, y las opciones de alquiler no ayudan debido a su elevado precio.
Y estas opciones para alquiler están en manos de gente que ya tiene su piso pagado, o su segunda residencia, o incluso están hipotecados de la segunda y pagandola con el alquiler. Es decir, se está creando una sociedad para dentro de unos años a dos velocidades: los jóvenes sin piso y que apenas les llega para vivir con condiciones laborables nefastas y los ancianos que viven de los pisos que alquilan a los primeros porque la pensión no les da/directamente no tendrán.
¿Qué soluciones se pueden aplicar a este nuevo problema y con una nueva crisis acechando en el horizonte?