Día tras día desde que tengo uso de razón he ido observando cómo los trabajadores son consumidos por unas condiciones de trabajo cada vez más duras y peor remuneradas. Conozco varios casos que son ya el colmo de la demencia:
Programador que lleva años de becario, lo despiden porque si no le tienen que hacer un contrato, y mientras trabaja en negro por el mismo sueldo de mierda de becario. Tras un tiempo, lo cogen para otra beca "distinta" haciendo el mismo trabajo.
Trabajadores a tiempo parcial a los cuales se les dice "si os queréis coger vacaciones muy bien, pero os tenéis que cubrir las horas unos a otros, el trabajo tiene que hacerse". Gente conozco que debe echar un 50% o un 100% más de su jornada cuando sus compañeros quieren cogerse sus vacaciones, cuando cobran 400€, porque el empleador no quiere/no puede meter a otra persona.
Ofertas de becas incrementales, ni una oferta de trabajo sin experiencia en ningún sitio. Todo becas por debajo de los mil euros, sin vacaciones, sin tickets de comida, realizando trabajo como uno más de los compañeros contratados.
Excusas de cualquier tipo para despedir a la gente sin compensación: "es que ayer no viniste" "pero si te pedí el día!!!" "yo no lo tengo por escrito".
Jornadas marathonianas de trabajo bajo la excusa "tu sabrás lo que haces, ya sabes cómo está la cosa afuera". Trabajar 12-13-14h, sin ningún tipo de remuneración extra y sábados y domingos. "Tienes que implicar con el proyecto".
Por otro lado, las reformas laborales hablan por sí solas en números:
“Suponte que ofreces un empleo y sólo hay una persona que quiere trabajar: tienes que pagarle lo que pida. Pero supón que haya 100 hombres interesados en el empleo, que tengan hijos y que estén hambrientos; que por 10 miserables centavos puedan comprar una caja de gachas para sus niños. Ofréceles 5 centavos y se matarán unos a otros por el trabajo”.
Las uvas de la ira, de John Steinbeck
Para más frustración, se ve de qué palo van los dos principales sindicatos del país:
http://www.elmundo.es/opinion/2014/01/19/52dc3751268e3e96408b457b.html
http://www.larazon.es/detalle_hemeroteca/noticias/LA_RAZON_446207/4735-la-trama-millonaria-de-ugt-y-cc-oo#.Ttt1JIIdRaweWgp
http://politica.elpais.com/politica/2013/03/22/actualidad/1363983527_851916.html
El hombre es un lobo para el hombre, dijo un sabio. Qué más me da que la gente se desviva para malvivir, que a mí me pagan muy bien cada mes.
Afortunadamente, todavía hay gente que abre los ojos e intenta cambiar las cosas:
http://www.nomasbecasportrabajo.org/p/argumentario.html
Sin embargo, hay otros que opinan que no es suficiente:
http://quiosco.elmundo.orbyt.es/ModoTexto/paginaNoticia.aspx?id=17023990&tipo=1&sec=El%20Mundo&fecha=09_08_2013&pla=pla_11014_Madrid
http://www.expansion.com/2013/08/02/economia/1375454788.html
Las excusas siempre son las mismas: "el trabajador español es poco productivo", "la productividad ha bajado", "mejorar las condiciones laborales es ser menos competitivos".
Pero claro, se olvidan que llevamos así 100 años. A mí que me expliquen si no ha aumentado la productividad en 100 años...
Robert Owen comenzó a partir de 1810 a difundir la reivindicación de una jornada de ocho horas. En 1883 el pensador socialista Paul Lafargue publicaba El derecho a la pereza en el que consideraba a las máquinas las salvadoras de la humanidad ya que redimirían al hombre del penoso trabajo otorgándole ocio y libertad. En España el año 1919, como consecuencia de la huelga general en Barcelona de 44 días el gobierno español presidido por el Conde de Romanones aprobó, el 3 de abril, el decreto sobre la jornada máxima total de trabajo en España de 8 horas al día[...]
Y pienso yo, inocente de mi:
Si para ser competitivo tengo que echar 10 horas al día, ¿no significa eso que para que otro sea competitivo contra mi tendrá que echar 11? ¿Y por consecuencia yo tendré que echar 12?
Pero oye, es verdad, las empresas pierden dinero.
http://economia.elpais.com/economia/2013/03/12/actualidad/1363124702_840430.html
http://www.expansion.com/2013/11/03/empresas/1383514967.html
Los que trabajáis por cuenta ajena, ¿qué tal? ¿todo bien?