¿Hasta qué punto influyen realmente los medios de comunicación?
Desde hace ya un tiempo se viene sabiendo que los medios de comunicación -prensa escrita, prensa online, telediarios e incluso cine...- influyen en cierta medida en todos los ciudadanos que los consumen, pero siempre se ha asumido que quien los maneja directa o indirectamente es el que tiene la capacidad de realizar la manipulación masiva de las mentes.
¿Pero y si esto no es cierto? O al menos, no del todo hoy día
Ahora que estamos recuperándonos del shok de la victoria de Trump en U.S.A. esto es algo que a varios nos ha dejado algo pensativos. Es probable que en los primeros años de 'mass media' existiera ese poder. Pero casos como la derrota de Hillary Clinton hacen que se tenga que replantear este debate.
En el caso de España, tenemos un nutrido conjunto de medios afines a diferentes posiciones del arco ideológico. Últimamente, sobre todo en Internet, la izquierda se impone a la derecha en voz y volumen. La derecha mantiene un extenso feudo en la radio pero la balanza podría hacer pensar, a priori, que la izquierda mediática es la que lleva la batuta. En la televisión parece todo más equilibrado, teniendo la izquierda toda MediaSet y la derecha un cuantioso espectro de canales en el ámbito tanto privado y como nacional.
Fuente: http://www.carlosgonzalo.es/el-perfil-ideologico-de-los-medios-de-prensa-espanoles/
Me gustaría que se opinara de forma adulta (sí MV, yo creo en tí) sobre esto. Es decir, partiendo de la base de que existen unas mínimas influencias, ¿hasta qué punto están influyendo los medios hoy día en el ciudadano? ¿son realmente una herramienta crítica en campañas?
Comienzo poniendo mi aportación:
De cualquier forma, en suma la sensación es que se ha oído un poco más a la izquierda que a la derecha los últimos años a través de los medios. No ha habido oportunidades desaprovechadas. Han sido retransmitidos todos los casos de corrupción que hay abiertos contra partidos como el PP y Twitter siempre arde puño en alto...
Siguiendo la lógica de esta tradicional teoría de la "conspiración mediática", podría decirse que hemos estado bañados en un mensaje contínuo pro-izquierda, y sin embargo, no se saca a Rajoy ni con agua de la Moncloa.