Pero vamos a ver, si es que el sistema capitalista en el que vivimos y que configura la estructura social en la que nos movemos, es así y lo ha sido desde un principio.
El capitalismo 'per se', tiende a a concentración de capitales en pocas manos y a fomentar el trabajo asalariado. Esto no es algo discutible partiendo desde la base en que las empresas privadas, por naturaleza, tienden a obtener el máximo beneficio. Estas empresas privadas, que producen X bienes o servicios, sitúan su producción X en un sistema regulado por la competencia, la oferta y la demanda. Y de ahí, las gráficas que muestran donde en todo el mundo, cada vez hay un % menos de empleadores y un % mayor de asalariados.
La competencia, por su parte, es un fenómeno que se autoelimina, es decir, si tú creas una empresa que fabrica sillas, y entras en el mercado de las sillas, compites con el resto de las empresas de sillas. Si dentro de ese grupo de empresas, hay una que tiene mejor tecnología, más trabajadores y más ganancias, está destinada a llevarse la mayor parte de beneficio producido en ese mercado. Lo que nos lleva a que cada vez que esta empresa sigue aumentando su porcentaje de beneficio, el porcentaje de pérdidas para las demás empresas será mayor y acabarán quebrando, lo cual crea en principio un oligopolio. Un puñado de empresas que manejarán todo el sector. Dentro de este oligopolio, se repite el mismo proceso que anteriormente pero en un mayor período de tiempo, pudiendo producirse variantes pero que siempre acabarán con la creación de un monopolio y el fin de la competencia. Paradójico, pero real.
El objetivo de la producción en el sistema capitalista no es la satisfacción de las necesidades humanas, sino que se subordina a la lógica del beneficio privado. Sólo se produce lo que es rentable para el inversor, lo cual nos conlleva inevitablemente a que en nuestras sociedades dominen los deseos inducidos por las empresas.
Cuando a esto le sumamos el internacionalismo, inherente también al capitalismo partiendo del principio de obtención del máximo beneficio, nos encontramos con el sistema que tenemos.
Resulta, que absolutamente todos, trabajamos para unos pocos realmente, pero no nos damos cuenta por la enorme extensión de la red mercantil.
Y el estudio de #1 viene a confirmar algo ya confirmado, pero que no está mal recordar.