-Te quiero, con todas tus virtudes y defectos, te quiero de tal forma que ni se me ocurre modo posible alguno de expresarlo mediante palabras, por tí lo daría todo, incluso mi vida.
·Yo también te quiero, pero como lo que eres, mi mejor amigo... Sé que contigo puedo contar, has estado ahí cuando lo necesitaba siempre con una sonrisa en la cara, haciéndome reír cuando lloraba, aguantando mi mal humor y que lo pagase todo contigo... eres la persona más maravillosa que conozco, te mereces lo mejor y sé que algun día te llegará.
-¿Entonces?... ¿No entiendes que no quiero a otra persona? Solamente quiero a quien me hace sonreír con solo su presencia, la que me provoca un remolino en mi estómago como millones de mariposas alzando el vuelo, con quien una hora es un minuto y un minuto es un segundo... La chica que hace que no importe como me haya ido el día que con solo verla consigue que me olvide de todos los problemas y sonría. Quiero a la chica de la que me enamoré, y esa chica eres tú.
·... es lo más bonito que me han dicho nunca, pero no puedo... te quiero mucho y no quiero que lo dudes, siempre voy a estar ahí para abrazarte, hacerte reír, llorar contigo si es necesario, pero no me pidas que te ame...
-Creía que me amabas... ¿que significaban esas miradas que sosteniamos profundas? todas esas conversaciones que me hacían irme a dormir con una cálida sonrisa? esos largos abrazos? esa impaciencia para hablar el uno con el otro? que nuestras caras fueran como espejos reflejando nuestras sonrisas al vernos? Me hiciste creer que me querías, me lo diste todo en solo un momento, con solo una sonrisa... Me diste alas para volar, soñar, querer... y luego me las cortaste para hundirme en el abismo, sin un suelo donde caer para despues levantarme, me dejaste en el eterno vacío.
·Lo siento... nunca quise...
-Ahora ya es tarde.