Me entra la risa tonta recordando todos esos momentos en los que un hay un majara en el poder y alguien pregunta cómo llegó ese subnormal ahí.
Que si Putin, Trump, Chávez, cómo sigue en Valencia el PP, Boris Johnson, Tatcher, Evo Morales, AMLO, que cómo sube y sube Milei...
Ahora nos ha tocado a los españoles vivir este circo. Tan fácil como meterle el miedo a una turba de influenciables y dejar que la magia surja, ellos mismos defenderán al subnormal a pies juntillas, porque se han creído lo que les dice el subnormal: que si no gana él, se llenará de subnormales. En fin, que se confirma lo de siempre, que la gente es subnormal. Si hay que decirlo, se dice. Se puede razonar la diferencia de opiniones. Pero no se puede razonar con imbéciles que niegan los hechos, por orgullo, por miedo o por retraso. Siempre he tenido miedo de la "gente normal" y esto viene a confirmarme; la gente que cuando pudo pensar por sí misma se dejó llevar, hizo "lo normal", la gilipollez esperable.