Vengo de la cena de empresa. Llevaba años sin salir de noche, osea sin que me diesen las 5 de la mañana y solo. Después de cenar henos ido a un sitio a tomar una copa y eso era el paraíso de la divorciada. Están desatadas y no parecen tener 50 años. Yo creo que ha sido la primera vez en la vida que una desconocida me ha entrado ahí a saco.
Por suerte yo tengo la cabeza amueblada y he capoteado la situación elegantemente.