Suiza busca fórmulas para limitar antes de abril la entrada de inmigrantes de determinados países europeos. En concreto, los procedentes de España, Italia y Portugal, que pasarán así a ser considerados como inmigrantes "de segunda".
El Consejo Federal está actualmente buscando los medios para desarrollar esta limitación que probablemente hará efectiva a través de una cláusula de salvaguardia, que puede activar unilateralmente, firmada entre el país y la UE, según el diario francés Les Echos
"Suiza no quiere acoger más la miseria de Europa", sentencia el rotativo.
Esta salvaguardia ya fue usada por el Gobierno de Berna hace unos meses para controlar la entrada de inmigrantes procedentes de Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y República Checa.
La claúsula puede ser activada unilateralmente cuando el aumento del número de autorizaciones de residencia emitidas supera en un 10% a la media de las emitidas en los tres últimos años. Al parecer, se superará esa cifra el 31 de mayo. El medio galo, incluso, va más allá: el consejero federal Didier Burkhalter aseguraba el pasado sábado a una televisión que "la cuestión de imponer la cláusula a todos los miembros de la UE está sobre la mesa".
La cláusula, según prevé el propio acuerdo, no puede durar más que un año y el Gobierno suizo podría verse forzado a levantarla para dejar entrar a trabajadores de sectores estratégicos para el país, como la agricultura o el turismo, que dependen de la mano de obra extranjera.