4. Más y más estrellas.
(Construcción de una plancheta ecuatorial).
Con todo lo aprendido hasta ahora podemos lanzarnos la aventura y, emulando a los japoneses, sacar fotografías del cielo hasta que el carrete aguante.
Tenemos un día maravilloso (corrijamos, una noche maravillosa) y nuestra cámara, en este caso una réflex con una f máxima de 3’5, está preparada y cargada con una película para diapositiva de grano 400. Nuestra primera presa será un objetivo fácil, apuntaremos a la Osa Mayor (grande, brillante, fácil de reconocer... ¿qué más queremos?). Teniendo en cuenta que es una constelación circumpolar, encima tenemos un margen de tiempo bastante alto (unos 45 segundos)
Preparamos el cable, apuntamos, contenemos la respiración... y disparamos. Nuestra primera pieza para la colección pero...
Cuando vamos a revelar (aviso; siempre, siempre, SIEMPRE hay que indicar que las fotos que llevamos son fotos nocturnas y que no se va a ver nada salvo puntitos, y que por tanto nos tiene que hacer copia de todo) y el resultado es más o menos éste:
Como podemos observar (el original se ve mucho mejor) se aprecia el carro y algunas estrellas más, pero mucho menos de lo que podríamos esperar de una foto de un cielo plagado de estrellas. El problema radica en que no se ha impreso totalmente la imagen en la película porque la escena es muy oscura.
Para solucionar este problema tenemos tres posibles sistemas:
El primero consiste en utilizar película más sensible, que resulta un poco más cara y con una definición peor, pero a cambio obtenemos resultados como estos:
Con película de grano 3600 podemos apreciar muchas más estrellas y acercarnos a la magnitud 5, con lo que podemos ver claramente toda la Osa (cabeza y patas) y alguna estrella más.
La segunda posibilidad es utilizar un objetivo más luminoso, pero es horriblemente caro (lógicamente no muestro foto de los efectos, pero os puedo decir que las maravillosas fotos de paisajes estrellados de las revistas están hechas casi siempre con una f inferior a 1.5)
Finalmente tenemos la solución definitiva: Ganar tiempo. Lo que haremos es tomar fotografías de larga exposición, para evitar los trazos vamos a usar un dispositivo de seguimiento propio de Bond, James Bond: la plancheta ecuatorial.
La verdad es que no es para tanto (si lo he podido construir yo lo puede hacer cualquiera).
La plancheta es un aparato que permite (mediante un mecanismo simple) emular los sistemas de seguimiento motorizados de los telescopios. En la bibliografía y en Internet podemos encontrar múltiples modelos, cuyo único punto en común es emular un movimiento circular en sentido contrario al movimiento de la Tierra con la misma velocidad de giro.
En este caso el modelo elegido no puede ser más simple:
Para hacer este modelo es necesario:
Dos planchas de madera de unos 2 cm. de grosor, de 15x30 cm aproximadamente (en esta medida no hace falta ser demasiado preciso).
Una bisagra de piano de 15 cm de largo.
Un tornillo de 5 mm de diámetro y paso 1mm, de 6 centímetros de largo o más, y dos piezas de embutir para ese tornillo (dos chismes que conocen en las ferreterías y que son para poder acoplar el tornillo a la madera).
Una tuerca ciega de punta semiesférica para el tornillo de antes y una placa de metal.
Un volante (yo uso un tapón de botella de leche sujeto por una tuerca y un par de arandelas).
El tubo de un bolígrafo con un poco de masilla azul (nos va a servir de buscador de la Polar).
Además nos hará falta un taladro (u otro chisme para hacer agujeros), un martillo (herramienta multidisciplinar) y los accesorios fotográficos (trípode y rótula, a los que dedicaré un apartado final).
El proceso de montaje es sencillo, pero necesitará ser lo más preciso posible, porque es aquí donde vamos a hacer que la plancheta realice el movimiento al ritmo de la Tierra y no al del tiovivo de los Jardines de Pereda:
Nuestro mecanismo se basa en una relación trigonométrica que se traduce en un movimiento angular (buscamos que el ángulo aumente una cantidad determinada cada minuto). La fórmula sería R=px 228’5, siendo p el paso del tornillo en milímetros y R la distancia desde la bisagra al punto donde debemos poner el tornillo y en este caso, como el tornillo es de paso 1, tendremos que hacer el agujero a 22’85 centímetros del extremo de la plancha donde hemos colocado la bisagra:
Una vez que hemos practicado el “bujero” (una broca del 7 mm es la más indicada) colocamos las piezas de embutir en ambos extremos, para luego pasar el tornillo por su interior y comprobar que se desliza suavemente.
Cuando tenemos esto podemos colocar la bisagra y la otra placa, con lo que ya hemos terminado el dispositivo en sí. Ahora nos queda colocar en el tornillo el volante (hacemos un agujero de 5mm de ancho en la tapa de botella blanca, metemos una arandela en el tornillo, después la tapa agujereada y finalmente otra arandela, sujetándolo todo con una tuerca).
Para que el movimiento sea más fluido todavía, cuando instalemos el tornillo para ser usado, colocaremos la tuerca ciega en su extremo que hará contacto con la chapita de metal que habremos pegado previamente a la madera.
Ya tenemos la plancheta fabricada. Ahora nos falta montarla sobre el trípode y añadir la cámara:
Para lo primero necesitamos que el trípode sea bastante sólido (lo ideal es que permita la instalación de cámaras de vídeo u objetos de peso similar). Practicaremos en el centro de la placa inferior (la del “bujero”) un hueco en el que colocaremos una pieza de embutir para el tornillo del trípode (lo ideal es pasarse por la ferretería con la pieza del trípode y allí os darán una solución, en mi caso fue un tornillo con la rosca por dentro que luego incrusté en la madera).
Para lo segundo tendremos que pasarnos por una tienda de fotos buena (o sea, uno de esos sitios donde sí te revelan correctamente las fotos de cielo estrellado) y pedir una rótula fotográfica, que es una pieza articulada donde colocaremos la cámara de tal forma que podamos moverla en cualquier dirección (coged la más simple posible, porque el mercado está lleno de aparatejos a cuál más caro). En este caso para colocarla tendremos que poner en la placa superior un tornillo al que enroscar la rótula.
El resultado será similar al de la imagen aunque algo más simple. Este otro modelo es ligeramente más preciso que el que he propuesto para fabricar, pero sigue el mismo esquema y proporciones, por lo que el que lo desee puede usar este modelo (sólo hay que añadir una tablilla más)
Este dibujo pertenece al artículo "Construcción de una sencilla plancheta", publicado en marzo de 2001 por Ángel Sánchez Sánchez en su página fotoestrella.com. Agradecemos al autor su colaboración y recomendamos la lectura de su artículo, que incluye por ejemplo un programa para calcular la distancia a la que hay que colocar el tornillo en cada caso.
Bueno, y lo del tubo del boli ¿a qué viene?.
El bolígrafo nos va a servir para alinear la bisagra (nuestro eje de giro) con la estrella Polar y así ponerla “en estación”. Mediante los controles del trípode haremos que la Polar se vea en el interior del tubo, con lo que ya tendremos todo alineado. Una vez esté en estación lo fijaremos todo de forma que ya no moveremos el montaje hasta el final de la sesión. Lo que haremos es mover la cámara con la rótula para seleccionar lo que queremos fotografiar.
Durante cada foto deberemos dar una vuelta al tornillo cada minuto, con lo que podremos hacer fotos de varios minutos sin que las estrellas hagan trazos (De vez en cuando tendremos que “cargar” el tornillo, girándolo en sentido contrario para volver a tener vueltas suficientes para hacer las tomas que nos interesen.)
Con esta técnica y con sólo 3 minutos obtendremos cosas como ésta:
Ver aquí otra imagen obtenida recientemente con plancheta ecuatorial.
Finalmente existe la cuarta y definitiva solución, utilizar la montura ecuatorial de un telescopio (a ser posible motorizada), colocándola en paralelo al tubo o bien, mediante un anillo adaptador, utilizando el telescopio como superteleobjetivo fotográfico.
El autor, Rafael Ortega, se ha retratado aquí junto a una plancheta ecuatorial. No es la suya (que por supuesto la tiene y de fabricación propia), sino que ésta pertenece a la Asociación M31 de Bilbao. Está construida según un método similar al que se describe en este artículo.