Hoy vengo a contar una breve historia, de esas que te dejan un sabor agridulce y te quitan las ganas de seguir usando esto.
Hace dos semanas conocí una chica, enseguida se noto el feeling y conectamos rápido, pasamos al whatsapp y rápidamente a las llamadas telefónicas (por su parte, yo no soy muy fan de esas cosas). Me dejo muy claro lo que buscaba, coincidimos y acordamos una cita. Quedamos, y mi plan era tomar un cáfe y realizar una primera toma de contacto. Se nos fue de las manos y estuvimos 6h deambulando, cenando y tomando una copa. Todo bien. Quedamos a los 2 días, llego el beso y desde entonces cada día hablando, llamadas y montando planes.
De repente, le da un nervio y deja de hablarme. No considero que pasara nada fuera de lo normal en la ultima cita, de hecho en seguida me mando mensajes de.... ya te estoy echando de menos, a ver si nos vemos pronto. Ok. Pues al día siguiente no me contesta más, no le insisto ni agobio, por que no va conmigo esa filosofia y espero a que tome la iniciativa, y nada. A los 4 días le envío un mensaje de "despedida", por cordialidad, en plan "me lo he pasado muy bien, y es una pena que esto se muera aquí pero oye, un placer!" Total, me envía casi ipsofacto un mensaje de "nono, te estás equivocando, luego hablamos". Le digo que me parece bien, y no le digo nada más. ¡Ahí se ha quedado la cosa!
Mira, realmente me da igual que excusa tenga, desde que haya conocido a otro que le haga más tilin a que se le hayan cruzado los cables por mil historias del pasado, genial y realmente no me importa mucho, pero lo que no entiendo es la actitud de desaparecer sin más. Un mensaje de "Oye, hasta aquí, no me apetece seguir", me vale. No soy ningún perturbado.
Total, que estás actitudes me desconciertan un montón y jamás las entenderé. A un amigo le paso algo bastante similar, y tampoco lo entendió jamas. Me quedo con que he esquivado una bala y next, supongo.