Este fin de semana he podido cumplir una de mis fantasías sexuales más bestias. Hace unos cuatro días me dio un super like en tinder una chica TREMENDA, estuve mirando si sería un fake o si se llamaba Julián, pero nada, no veía nada extraño, así que empecé a hablar con ella, me dio su instagram, me dio su whats app, me mandó un par de audios... Yo estaba flipando, así que no podía perder la ocasión de decirle de quedar el sábado, y ella aceptó.
El sábado sobre las 8 de la tarde se presentó la chavala en mi bar de confianza, una rubia de 1,65 con unas tetas como mi cabeza y un cuerpazo, yo no me lo podía creer, algo habría raro, pero en ese momento no quería saberlo. Empezamos a hablar, a beber, a besarnos más tarde, la conversación fluía, coño, nos llevábamos de puta madre, así que sobre las 12 le dije de subir a mi piso a tomar la última, pero me dijo que no. Me dijo que no, que prefería que fuéramos al suyo.
Cuando abrimos la puerta empecé a escuchar berridos, y ahí estaba la sorpresa. Tenía un puto crío. La chica empezó a hacerle cosas para que se callara mientras yo me veía La Sexta Noche pensando en cómo coño salir de ahí sin que se diera cuenta, pero ya era tarde. El niño se calló, y la chica vino hacia mí, me puso las tetas en la cara y no supe decirle que no, esas tetas no eran ni medio normales. Fuimos a la cama y cuando le vi las tetas... Tenía unas campurrianas que me cago en mis putos muertos, así que tuve que hacerlo, le tuve que decir que si por favor me dejaba comerle las tetas, y antes de que pudiera responderme ya le estaba mamando el pezón izquierdo. Salió leche, claro, qué esperaba tras ver esas tetas y ver que tenía un hijo. Le estaba quitando el almuerzo al pobre chaval, pero no me importaba, en ese momento solo estaba pensando en irme a la otra teta.
Lo demás es historia, me fui en cuanto terminé el polvo, esta vez con condón, no vaya a haber líos raros, y hasta otra.