Chavales, os lo digo por experiencia. A nadie le importa como te ves más que a ti. Lo único que no compro es predicar con que estar gordo "es bien".
Yo llevo 10 años de transformación, desde 58kg (1.78m) hasta 90kg actuales, porque me gusta, no para que "jenny me mire por la calle cuando paso". Empecé por meter un cambio en mi vida a mejor, porque era un puto palo y poco a poco le encuentras el amor y la pasión. O en el peor de los casos, por lo menos el gusto y satisfacción como para continuar haciéndolo.
Y claro que he pasado por movidas mentales como alguno ha dicho, no graves pero lo he identificado. Pero tiene que ver más con como tú te quieres ver y eres consciente de que no estás haciendo lo adecuado para ello y te fustigas. Entras en bucles porque fuerzas hábitos y comportamientos incomodos que te joden mentalmente...
Es un cuchillo de doble filo. Lo que te hace "perseguir" lo que quieres, a la vez es una puñalada en la espalda porque el "sacrificio de hacerlo" hace que descuides otras cosas MUCHO más importantes en tu vida. Y no hablo de balance, el balance no sirve para nada si vas full a por algo, hay que obsesionarse, pero perseguir la harmonía si es importante.
El caso es, que se ha hablado de que "se hace por los demás". Os aseguro que si entras siendo "nadie" en un gym, nadie te mira, ni a nadie le importa. Lo más probable es que hasta te ayuden más. Hacer lo contrario es de payasos y gilipollas que no merecen atención ninguna.
Cualquiera que vaya a hacer lo que sea, por salud, moverse, entrenar, mejorar en cualquier aspecto, ya tiene el respeto por hacerlo e ir, te guste más o menos, pero ya es más que el 95% de la población.
Yo jamás me reiría de alguien por no querer estar musculado, grande, definido o lo que sea. Estás ahí para mejorar, es como TU TE QUIERAS VER, no los demás. Por mi como si te quieres poner un bikini y competir en Bikini Fitness como hombre y sin depilarte, me suda la polla.
Y claro que hay gilipollas en todos los lados. Los "gym bros" y el mundillo ya recibimos suficiente mierda desde fuera, como para recibirla desde dentro y entre nosotros. Pero por desgracia aún así, pasa.
Resumen:
Si estás bien y feliz, ole tus huevos. Si no, cámbialo.