Lo típico, un día estás tranquilamente sentado y piensas... ¿cuántas semanas me quedarán de vida? Pues bien, de Tim Urban, que muchos conoceréis por llevar el famoso blog Wait but Why, hay ya un post añejo, de hace casi 10 años, que trata de forma muy interesante este tema. Recomiendo su lectura.
Él supone una esperanza de vida de 90 años, lo pinta en cuadraditos que representan semanas, y luego establece un código para saber cuántos cuadraditos van a qué cosas. Luego los va tachando. La siguiente es una imagen del post sobre esto:
Aunque Tim te pone a disposición un template con estos cuadraditos para que tú lo rellenes como consideres oportuno, hay otro tipo, Felix Krause, muy curioso también, quien creó un mucho mejor template para rellenar. Este template es el que llevo usando desde hace un par de años, entrando en él cada mucho para actualizar con lo relevante:
En lo personal, tener en un gráfico así a vista de pájaro de lo que es, básicamente, mi vida, me ayuda a cobrar perspectiva y a recordar hitos.
Pues bien, estaba yo hoy actualizando mi vida en semanas cuando me he dado cuenta de que algo faltaba. Daba Tim Urban la clave:
Sometimes life seems really short, and other times it seems impossibly long. But this chart helps to emphasize that it’s most certainly finite. Those are your weeks and they’re all you’ve got.
Y es que el template de Felix está muy bien, pero es muy fácil perder esa perspectiva y simplemente ir completándolo conforme acontecen las cosas. Así que, ocioso, me he propuesto jugar un poco de forma más macabra: he pensado oportuno programar un pequeño snippet el cual, teniendo en cuenta la fecha de nacimiento, el género y el país, tome la esperanza de vida pertinente y te pinte cuadraditos tachados (los ya vividos) o vacíos (los por vivir). De este modo, según tu edad, tu género y tu país tendrás, de forma mucho más acertada, una noción de cuánto llevas y cuántos cuadraditos te quedan estadísticamente; el objetivo es exprimirlos y aprovecharlos como considere cada quién oportuno.
Os invito a compartir vuestros casos. El mío.
Otro día hablamos sobre el valor del tiempo, considerando unidades de tiempo vital (como pueden ser estos cuadraditos) y de cómo no es un valor constante, sino dinámico. De cómo un cuadradito mío ahora exista posiblemente en un máximo absoluto de valor y de aquí para abajo todo. Y por ello: aprocharlo.