"principios de lealtad institucional y bilateralidad" entre el Gobierno y la Generalitat, admiten "el conflicto político y la activación de la vía política para resolverlo" y que sólo "puede resolverse a través de cauces democráticos, mediante el diálogo, la negociación y el acuerdo, superando la judicialización del mismo".
Además, proponen crear "una mesa de diálogo, negociación y acuerdo entre gobiernos, que partirá del reconocimiento y legitimidad de todas las partes y propuestas y que actuará sin más límites que el respeto a los instrumentos y a los principios que rigen el ordenamiento jurídico democrático".
"DIÁLOGO ABIERTO" EN LA MESA
La mesa estará compuesta con delegaciones de los dos ejecutivos y tendrá un "diálogo abierto sobre todas las propuestas presentadas. Todas las partes aportarán con libertad de contenidos sus propuestas detalladas sobre el futuro de Cataluña. Y se valorarán, debatirán y argumentarán las posiciones al respecto de cada propuesta".
Los trabajos de la mesa empezarán en 15 días y se establece un "calendario transparente" para reuniones y conclusiones. "En este espacio deberán buscarse acuerdos que cuenten con un apoyo amplio de la sociedad catalana. En este sentido, ambas partes se comprometen a impulsar la efectividad de los acuerdos que se adopten a través de los procedimientos oportunos", señala el acuerdo, que establece que estas medidas se someterán "a validación democrática a través de consulta a la ciudadanía de Cataluña, de acuerdo con los mecanismos previstos o que puedan preverse en el marco del sistema jurídicopolítico".
Otro punto destacado del pacto es que la mesa de negociación "se coordinará con otros espacios de diálogo institucionales y parlamentarios ya existentes, que deberán potenciarse" como la comisión Bilateral Generalitat-Estado.
ERC considera que se trata de una "oportunidad de desbloquear y encauzar el conflicto político" en Cataluña y resolverlo "a través de un diálogo, efectivo, abierto, sincero y sin exclusiones". Además, indicaron que esta mesa de diálogo se pondrá a "disposición inmediata" del Govern de la Generalitat tal como el vicepresidente Pere Aragonès trasladó a Quim Torra este jueves. La intención es institucionalizar la "apuesta por el reconocimiento y el entendimiento institucional".
Los republicanos también destacaron que la mesa actuará "sin más límites que el respeto a los instrumentos y a los principios que rigen el ordenamiento jurídico democrático y establecerá un calendario para sus reuniones y para presentar sus conclusiones". Además, creen que el objetivo es que los acuerdos tengan "un amplio apoyo de la sociedad catalana e impulsar su efectividad a través de los procedimientos oportunos, sometiéndolos a consulta de la ciudadanía de Cataluña".