En la madrugada del viernes centenares de jóvenes asediaron la céntrica plaza estambulita de Taksim, tomada por una policía que respondía a discreción. Y durante toda la mañana del sábado, al menos 5.000 manifestantes siguen enfrentándose a los agentes de Seguridad en el centro de la ciudad. Las calles de Estambul parecen zona de guerra. Reina la sensación de que el Gobierno ha perdido el control de la situación.
A primera hora de la mañana del sábado, los uniformados enviaron un imporante contingente antidisturbios al barrio de Besiktas, a tres kilómetros de Taksim. Allí cortaron las calles y dispararon gas pimienta y agua a presión contra varios centenares de turcos que llegaron desde el lado asiático de Estambul cruzando el puente sobre el Bósforo.
Los heridos hasta el sábado por culpa de la brutalidad policial se cuentan por centenares. Hay al menos 80 detenidos. Varios profesionales sanitarios han confirmado la muerte del al menos una persona. Sin embargo, la ausencia de comunicados oficiales y la negativa incluso de los hospitales de emitir partes a los medios dificulta el trabajo de la prensa.
Durante el mediodía del sábado, el primer ministro Erdogan ha aparecido en las pantallas en directo: "La policía está haciendo su trabajo, y hoy seguirá cumpliendo su misión. Es así en todos los lugares del mundo en los que se han alzado movimientos sociales contra el Gobierno". Es la primera declaración que hace el líder turco en relación a los incidentes desatados en la mañana del viernes.
El jefe del gabinete cargó también contra Estados Unidos y la Unión Europea. Criticó lo que consideró mensajes de apoyo a los manifestantes emitidos desde Washington y Bruselas. Prometió, además, investigar cualquier abuso policial que se haya cometido durante las últimas horas.
En el aire, además del gas pimienta lanzado por los agentes, flota una pregunta: "¿Cómo hemos llegado a esto?".
La policía turca ha comenzado a replegarse en la céntrica plaza de Taksim en torno al mediodía. Miles de personas celebran ahora esta aparente retirada de la policía tras dos días de enfrentamientos en los que se levantaron barricadas y los manifestantes lanzaron a la policía adoquines y otros objetos contundentes, y fueron repelidos por chorros de agua a presión y gases lacrimógenos.
El Partido Republicano del Pueblo (CHP), el principal de la oposición, había llamado a sus simpatizantes a acudir a Taksim y se preveía un masiva presión sobre los cordones policiales que rodeaban la plaza.
Solidaridd revolucionaria
Miles de personas han roto los cordones policiales para acceder a la principal plaza de Ankara, donde se enfrentaron con las fuerzas del orden tras un acto que se inició en solidaridad con las violentas protestas que tiene lugar desde el viernes en Estambul.
Según medios turcos, la policía capitalina reprimió a los manifestantes, en su mayoría estudiantes, con gases lacrimógenos y balas de goma, lo que causó decenas de heridos en la céntrica plaza Kizilay.
Los manifestantes arrinconaron a las fuerzas de Seguridad y tomaron la referida plaza al grito de "Abajo con el fascismo", "Codo a codo contra el fascismo" o "Dimite Gobierno", agregaron las fuentes.
Además, unos 4.000 estudiantes bloquearon la principal avenida que conduce al centro de la capital y marcharon luego desde la sede de la Universidad Técnica de Oriente Medio hacia la citada plaza, que está vetada para manifestaciones y protestas públicas desde los años 80.
Una estudiante explicó a Efe por teléfono desde el lugar de los hechos que la policía tiró desde un helicóptero gases lacrimógenos sobre los congregados. De acuerdo con las emisoras locales, al menos 30 personas fueron hospitalizados con heridas y al menos una se encuentra en estado grave después de haber sido arrollada por vehículo blindado.
No al centro comercial
Todo comenzó en el pequeño parque de Gezi, un zona arbolada de tres hectáreas situada junto a la plaza de Taksim, centro neurálgico del lado europeo de Estambul. Aquí decidieron acampar un grupo de activistas para evitar que el Gobierno talara los árboles para construir allí un centro comercial.
"Nos da igual lo que ellos hagan. Nuestros planes de refundar la historia seguirán adelante", declaró solemne el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, el miércoles por la mañana. Para entonces, los acampados en Gezi ya habían sufrido un desalojo y, en consecuencia, su número se había cuadriplicado.
A cada desalojo más manifestantes. Para la carga del viernes por la mañana, que comenzó a las cinco de la madrugada y se ha prolongado ininterrumpidamente al menos hasta el sábado, los millares de turcos que se han unido a la 'resistencia' apenas recuerdan el motivo inicial. Nadie recuerda un suceso con tamaña violencia policial. Los heridos se cuentan por centenares y, según fuentes no oficiales, hay más de 80 detenidos.
"Los árboles eran un símbolo que nos unían a todos de una forma apolítica", razona Gokhan Yilmaz, un joven estudiante de filosofía que se unió el viernes a la causa. "No tiene un color político concreto. La gente ha explotado contra el Gobierno, que durante una década se ha comportado de forma autoritaria".
Las paredes de Estambul se han llenado de pintadas con un mensaje: 'Hukumet istifa' (Gobierno dimisión). Es un clamor común entre todos los manifestantes y partidos políticos a excepción del gobernante. El líder de la oposición, Kemal Kiliçdaroglu, que ha organizado un mítin en la tarde el sábado en Estambul, ha exigido al Gobierno que retire la policía de Taksim.
Como ocurrió en otros acontecimientos ciudadanos similares a los que se están presenciando en Estambul, no existe una sola crítica política. Un cúmulo de indignación ha explotado en las calles de Estambul y en las de más de 40 ciudades del país. Incluso votantes del partido de Tayyip Erdogan, el Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) han criticado a la formación en las redes sociales durante el sábado.
Derya Çalik, estudiante de Relaciones Internacionales, pone algunos ejemplos: "Erdogan se ampara constantemente en su mayoría absoluta [su partido logró en las últimas elecciones 326 de 550 escaños]. Sus discursos parlamentarios están repletos de comentarios empezando por 'yo quiero' o 'nosotros queremos', cuando en verdad se refiere al deseo de sus votantes".
Los manifestantes recuerdan también sucesos más recientes, como la reciente ley que restringe notablemente el consumo y la venta de alcohol en la calle. Se decidió apenas unos días después de declarar su intención de declarar el ayran (una bebida basada en yogur aguado) la 'bebida oficial de Turquía'. La semana pasada, una pareja fue detenida en el metro de Ankara por protagonizar "acciones indecorosas".
El islam como coartada
"Erdogan usa el islam para justificar todo", explica Derya. El Gobierno ha sido criticado por un importante sector de la población turca de legislar partiendo únicamente de su perspectiva religiosa. Pese a considerarse por los expertos un partido islamista moderado, esta reciente huida adelante del primer ministro ha hecho saltar las alarmas de sus enemigos políticos.
La otra piedra de toque han estado las actuaciones policiales que se llevan registrando en Turquía durante los últimos meses. Los excesos con el gas pimienta y el agua a presión, principales armas empleadas por los antidisturbios para reprimir las protestas, fueron condenadas el viernes por Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/05/31/internacional/1370017635.html
Pues etsa guerra se ha llevado según AI a 2 personas por delante , hay Más de 1.700 arrestados en tres días y 79 heridos, el colegio de médicos del país eurasiático ha informado que ha habido un total de 414 personas resultaron heridas -15 de ellas graves- en las violentas manifestaciones.
A donde llevará esto , no lo sé.
P.D.: Espero que no haya más muertos , que se llege a un acuerdo y que no se dañe el legado cultural de esa magnífica ciudad.