Yo cuando era pequeño, en un pueblo con mis abuelos, al oir tambores y mucha gente esperando a que pasase alguien, grité al ver los capirotes:
¡AHI VA! ¡LOS CABEZUDOS!
No veas la que se montó xD La gente descojonada de risa.
Creo que desde entonces no quiero saber nada de la Semana Santa y las procesiones, el disgusto al no ver el morico, el verrugón y compañía, fue tremendo para mi edad